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Keukenhof, el jardín más hermoso del mundo está en Holanda

Es el jardín floral más grande del mundo y apenas abre dos meses al año.

Hay varias formas de saber que la primavera ya ha llegado. Pero hay un indicador clave para que no haya dudas. Si Keukenhof está abierto, significa que la estación de colores más intensos del año ya está aquí.

¿Qué es Keukenhof?

Es el jardín floral más grande del mundo y su vida es tan efímera que conviene estar atento para poder visitarlo. Este año toca del 24 de marzo al 16 de mayo. Menos de dos meses, aprovechando el punto álgido de color de las más de siete millones de flores que acoge. Una sinfonía de colores, olores y sensaciones sin rival. Un espectáculo único que tiene fama de ser "el jardín más hermoso del mundo".

¿Y dónde?

Por supuesto, Keukenhof está en Holanda, el país que presume por ser el máximo productor de flores del planeta. Según datos de su ministerio de Agricultura, el 80% del mercado mundial de flores cortadas y bulbos se concentra en Holanda.

Y la máxima empresa encargada de coordinar la subasta de flores en el país, FloraHolland, la cual gestiona el 90% del mercado, vende a diario ¡20 millones de flores y plantas varias!. Una infraestructura millonaria que genera más de 250.000 empleos.

Las cifras abruman, pero ayudan a entender las dimensiones de Keukenhof. Este parque es algo más que una atracción turística por la que pasan más de un millón de personas al año. Keukenhof es un símbolo para Holanda. Se celebra en los terrenos de la residencia de doña Jackeline de Baviera, donde ella cultivaba plantas y especias de uso culinario, de ahí el nombre: Keukenhof en neerlandés significa "el huerto de la cocina".

Tras su muerte, se encargó a paisajistas expertos el diseño del espacio y en 1949, un grupo de productores de flores decidió utilizarlo para exponer sus productos a los compradores llegados desde todos los continentes. El éxito fue tal que al año siguiente, en 1950, decidieron abrirlo a todos los públicos. Y hasta hoy.

Actualmente, Keukenhof ocupa 32 hectáreas y da empleo a decenas de personas. Mientras permanece abierto, Keukenhof está atendido por más de 600 personas. Una vez cerradas las puertas, se queda un equipo formado por unos 50 profesionales, con varias tareas en su agenda: retirar los bulbos viejos, diseñar la nueva temporada, mantenimiento de las instalaciones, plantar los nuevos bulbos entre septiembre y diciembre… y cuidarlos para que luzcan hermosos durante la nueva apertura.

Diversas atracciones

Pero Keukenhof no sólo jardines y lagos. En el parque puedes encontrar también una zona con animales, atracciones para los niños, estanques, fuentes, áreas donde tumbarte a descansar, puestos de artesanía, obras de arte dispersas por todo el recinto, artesanos trabajando como por ejemplo un hombre tallando los típicos zuecos holandeses, un laberinto… Y un molino clásico holandés. También se celebran talleres con las flores como protagonistas, desfiles. Y es un punto de encuentro para profesionales de este sector, por tanto, es también una referencia donde trabajar y hacer networking.

Además, cada año rige una temática y esta es la temporada dedicada a la llamada "la Edad de Oro" del comercio de flores holandés. Una época próspera que derivó en la llamada "tulipomania", palabra con la que se designa la fiebre especulativa desatada en los Países Bajos en los años 1630. Y que culminó con una cotización millonaria de las semillas de tulipán, que llegaron a alcanzar precios desorbitados como ¡cien dólares el bulbo!. Una burbuja que desembocó en una de las crisis más grandes en la historia de Holanda.

En recuerdo de aquellos años, se ha diseñado un mosaico gigante, de 250 metros cuadrados, en el que se representa un cuadro inspirado en los dibujos con los que se decoran las piezas de cerámica Delft Blue, y en el que se trabaja desde octubre del año pasado.

Si te animas a visitar este hermoso lugar, te interesa saber que la entrada cuesta 16 euros adultos y 8 euros niños. Y se encuentra en Lisse, localidad situada entre Amsterdam y la Haya, en la región donde más bulbos se producen. Solo un problema que recalcar. No es esta una visita apta para indecisos pues la vida de Keukenhof es muy corta.

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