En el afán por conseguir la foto más atractiva y el mayor número de likes y seguidores, instagrammers están poniendo de moda dos balsas llenas de residuos tóxicos en el monte Neme, en Galicia. Situadas entre los ayuntamientos coruñeses de Carballo y Malpica, las balsas, de un bello azul turquesa, proceden de restos de las antiguas minas de wolframio de la zona. El contacto con el agua puede provocar irritación en la piel y en los ojos, así como mareos y vómitos. Pero, pese al peligro, la red social sigue repleta de fotos de instagramers posando muy cerca del agua.
Después de que la moda saltara a la prensa, el colectivo Salvemos A Cabana ha pedido el drenaje y sellado de las balsas mineras para que nadie se acerque a la zona, informa Efe. Avisan de que existe una "alarmante presencia" de elementos como el aluminio que suponen un "riesgo para la salud pública y los ecosistemas". Lo cierto es que quienes se acercan lo hacen conscientes de los riesgos, puesto que aunque no hay nada que impida físicamente el paso, sí que hay carteles que prohíben entrar en la zona y que avisan de la toxicidad del agua.
En Instagram hay más de 2.000 publicaciones en esa ubicación y entre los usuarios hay muchos que dicen haberse bañado en el agua. Las consecuencias han sido vómitos, mareos e irritaciones cutáneas.