Comer bien no es exclusivo de un restaurante ubicado en una zona de moda o que tenga más o menos historia, se puede comer bien dentro de un club de pádel y eso es lo que pretendían Óscar Portal y Jorge Dávila cuando hace más de año y medio vieron la oportunidad de instalarse en la cafetería del Club Mad4Padel para crear Volea.
Cuando llegas al número 6 de la calle Pedriza de Pozuelo de Alarcón no ves el restaurante, tienes que entrar dentro del club para poder disfrutar de esta original propuesta gastronómica que cuenta con tres espacios bien diferenciados: con la terraza para 80 comensales y perfectamente acondicionada para todas las estaciones del año, la zona de barra y mesas altas y el comedor, donde caben hasta 60 personas.
Tanto si eres aficionado a este popular deporte como si no has cogido nunca una pala, te recomiendo que acudas a Volea para disfrutar de la calidad de esta cocina de temporada con un cuidado y amable servicio.
En su carta te puedes encontrar desde riquísimos clásicos como el huevo Perigord con trufa y foie al pâté en croûte con rábano picante a las típicas patatas bravas con alioli o la tortilla abierta con berros, tomate y mortadela trufada. Pero de la cocina de Óscar Portal llegan unas muy buenas anchoas con salsa de trufa y mantequilla, un toque que suaviza la sal de las anchoas y que acompañadas por una torta de aceite de León recién horneado las convierten en un gran entrante.
Las alcachofas a la parrilla con foie y salsa de Oporto es otro plato típico de temporada en el que conjugan bien los ingredientes.
Amigos desde la Escuela de Hostelería y compañeros en distintas ocasiones, en Volea han volcado su alma e ilusión y forman un tándem perfecto, con Dávila en la dirección de sala (Premio Nacional de Gastronomía al Mejor Director de Sala y previamente en Zalacaín, Piñera, Álbora o A’barra) y Portal en los fogones (además de en los dos primeros, el Gran Casino de Madrid, Pedralbes, Akelarre, el Hermitage en Andorra).
También se ha ocupado de la carta de vinos Jorge Dávila, con una pequeña y acertada selección de vinos y espumosos.
Otro de los platos muy recomendables es el de chipirones con caldo de mejillones y manzanilla. Destaca el sabor del cefalópodo con su toque de las brasas y una salsa ligera y líquida suavizada con la manzanilla.
Si tanto la carta de sala como de la terraza destaca por su variedad y ser perfecta para compartir con amigos o familia, el centro de atención recae en los arroces, que también se pueden pedir para llevar a casa, por Glovo o Ubreats. Arroz del señoret seco con rape y calamares, arroz de verduras del huerto, arroz meloso de chipirones, ajetes y gambas, un fideo roso con gamba roja y alioli y el arroz de pichón y butifarra negra, que es el que probamos y en el que queda patente la maestría del chef en la elaboración de los arroces en paellas para los que emplea Arroz el Barón de Molino Roca, cremoso por dentro y crujiente por fuera. El arroz con butifarra negra y pichón es una apuesta arriesgada ya que la butifarra deja un sabor muy potente pero el resultado es notable.
Para los que se quedan con ganas de dulce o no pueden dejar una comida sin probar los postres, hay cuatro postres caseros en los que destaca la tarta de queso con confitura de arándanos o la tarta fina de manzana con helado de vainilla.
Volea es el sitio perfecto para disfrutar de buen ambiente, buena cocina y los fines de semana además cuentan con animación para niños en un recinto seguro para que los padres puedan disfrutar de una tranquila sobremesa. El ticket medio de Volea es de 25€ en barra y de 35€ en la sala.
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