
DCool es una de esas nuevas aperturas que merece mucho la pena conocer. De la mano de Álvaro Toscano, que emprende otra aventura tras el éxito adquirido en Pozuelo con su primer restaurante Cul de Sac, ahora promete convertirse en una de las referencias gastronómicas de la capital para los amantes de las carnes y también de los pescados.

Ubicado en el número 82 de la calle de Modesto Lafuente, casi en la confluencia con Raimundo Fernández Villaverde, te recibe nada más cruzar su puerta con una amplia barra en la que puedes comprobar de primer mano el género de calidad, carnes, mariscos y pescados, que te ofrecerán a continuación.

Además de la barra en la que puedes degustar la mayoría de su carta y disfrutar, como en el resto del restaurante, de una magnífica cerveza Alhambra de tanque, cuenta con una terraza acristalada con mesas altas perfecta para el picoteo y para comer de raciones. Pero si quieres una comida más pausada, te recomiendo pasar al pequeño y coqueto salón donde podrás alargar la velada con una sobremesa ambientada con hilo musical. Además, para quien lo necesite dispone de un reservado hasta para diez comensales.
La pasión por la gastronomía que profesa Álvaro Toscano queda plasmada en la carta de Dcool con gran protagonismo de las brasas con una cocina vasco navarra de corte tradicional pero con toques vanguardistas.

La oferta gastronómica cuenta con la que para mí, y seguro que para muchos más, es una grata opción: la de las medias raciones. Algo que permite probar más cosas, sobre todo cuando la comida es en petit comité. Déjate aconsejar por Moha, su amable jefe de sala que te guiará por una cuidada carta, tanto de comida como de bebida.
Para empezar a disfrutar de esta experiencia gastronómica nos decantamos por un espectacular Carlos Moro Finca Valmediano 2014. Todo un acierto para maridar los manjares que nos sirvieron a continuación. La otra opción líquida que probamos, además de la Alhmabra de tanque de aperitivo, fue un muy buen también Alto Moncayo Veraton, con uva 100% garnacha.

En la oferta de entrantes te puedes encontrar con una rica ensaladilla rusa trufada (9/13€) o los sams de langostinos en tempura con salsa kimchi (3ud 18€). También una magnífica cecina de Astorga (14€) y otra superior de Wagyu (21€).
El empeño de Toscano por agradar al comensal lo traslada a la cocina para que todo salga en su punto perfecto. Prueba de ello son los deliciosos callos a la madrileña (17€), de esos que te dejan los labios pegajosos y que te obligan a mojar pan, con ternera, oreja, morro, pata de cerdo y chorizo de La Cocina de Carmina.
Para desengrasar un poco o para que no sean amantes de estos platos, la opción de los chips de alcachofas crujientes con emulsión de alioli (16€) es muy buena. Para comerlas con las manos y notar el 'crunch' en cada bocado.

Las migas de pastor con chistorra de arbizu con huevo poché y trufa negra (21€) es otro de los platos que sí o sí hay que probar en Dcool. Con la chistorra perfectamente desgrasada, las migas nada aceitosas y con una melosidad que le otorgan los huevos poché más la lleva a baja temperatura que hará que te aproximes al cielo.
La frescura de la materia prima que has comprobado al entrar en el restaurante la certificas en la mesa. Y también quiere Toscano que las carnes que ofrece estén a la altura nada más y nada menos que de El Capricho. El lomo alto premium de Dinamarca y de raza Holstein de 12 años (95€/kg) es pura mantequilla, perfecto de punto y con un sabor increíble.

No te puedes ir de Dcool sin probar alguno de sus postres caseros, como la tarta árabe (7€). El broche final perfecto para un restaurante que va a dar mucho que hablar y que es perfecto para amigos, familias, comidas y cenas de trabajo, con un ticket medio de 30€ en la terraza y de 60€ en el comedor.
Más artículos y sugerencias en Instagram.
