La lonja en pleno Paseo de la Castellana. Así se podría definir El Gran Barril de Castellana, la última propuesta del Grupo Oter con la que quiere apostar por el producto de calidad recién llegado de las lonjas de las costas españolas. Un grupo con más de 20 restaurantes, entre ellos Pez Fuego, del que ya hablamos en Libertad Digital.
Al entrar en este restaurante te encuentras con un amplio espacio de tres alturas. El primero, la barra a la izquierda con alguna mesa alta para un picoteo informal y una pequeña lonja en la que puedes comprar el pescado o marisco fresco para llevártelo a casa. Bajando las escaleras te encuentras con el salón principal y en otra altura algún salón más privado. Además cuenta con una amplia terraza que da al número 23 de la calle del Poeta Joan Maragall, 23 -Capitán Haya de toda la vida, hasta que llegó Manuela Carmena-.
El diseño del espacio ha sido obra de Carlos Mayoral de estudio Pentadiseño y ha tomado como referencia las marisquerías de Nueva York con aires coloniales, grandes ventanales y espacios abiertos.
La tradición pescadera y marisquera del grupo queda reflejado en el trato directo con proveedores que se sirven de las costas españolas, sin intermediarios, y ofreciendo el mejor producto de temporada, ya sea del mar, de las verduras de Huerta de Carabaña o de las carnes de Guadarrama. Todo un lujo para una propuesta gastronómica más que interesante.
En El Gran Barril de Castellana le dan un gran protagonismo a la langosta, que te la preparan de diferentes formas, pero también tienes bogavante, escupiñas y pescados de gran tamaño y calidad a la sal.
Con esta tradición marisquera nos sirven de aperitivo una deliciosa empanada casera que da paso a unas espectaculares ostras (4,80/ud.), de gran tamaño, carnosas y con el característico sabor a mar. También muy ricos, frescos y con el bicho gordo los berberechos al vapor (20€).
La bodega cuenta con 150 referencias fijas y otras 30 móviles, todo con el asesoramiento de la sumiller Gema Gordon de La Vinoteca de El Telégrafo. Entre ellas nos decantamos por un albariño Santiago Ruiz (26,50€). También hay una carta de cócteles diseñada por el coctelero Ventislav Krasimirov.
Uno de los mejores platos que se sirven en El Gran Barril es el carabinero con patatas y huevos fritos. Con un marisco de gran tamaño y con el increíble sabor que tiene tanto su cabeza como la cola y que acompaña a la perfección con unas patatas fritas muy bien hechas y dos huevos fritos. Un plato redondo que merece mucho la pena.
Para terminar el viaje, un muy buen arroz marinero (22€/persona), elaborado con los mejores arroces de Molino Roca, seco, bajito y con todo limpio para no mancharse las manos. Un fin de fiesta perfecto para una experiencia culinaria que te trae a Madrid los mejores productos de la península ibérica, perfecto para disfrutar con amigos, familia, pareja o para reuniones de trabajo, con un ticket medio de 50-60€.
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