El Grupo Bar Galleta ha abierto el sexto restaurante El Perro y La Galleta dando muestras de su buena salud y su gran acogida por parte de los comensales que acuden asiduamente a sus locales.
Desde que en el año 2015 Carlos Moreno Fontaneda abrió el primer restaurante en la calle Claudio Coello, la expansión del grupo ha sido fulgurante gracias a una cocina casera, moderna e internacional. Según el empresario, El Perro y La Galleta lo diseñó "para que perdurara en el tiempo, ajeno a las modas y huyendo de las tendencias. Quería idear un nuevo clásico para Madrid", que parezca que siempre ha estado ahí.
Llegar al nuevo restaurante ubicado en el número 76 de la calle Núñez de Balboa es trasladarte al típico club inglés, fiel al resto de los locales pero con un toque más sofisticado propio para el Barrio de Salamanca.
La inspiración inglesa viene ligada a los orígenes británicos de las famosas galletas María, que se remonta a 1874, y que fueron creadas por una pastelería inglesa para la celebración de la boda del príncipe Alfredo, hijo de la Reina Victoria, con la princesa María Alexandrovna.
Y la galleta María, que te recibe en un plato a la entrada, está presente en toda la carta como las flautas de pollo y las berenjenas rebozadas en galleta y sus postres elaborados con galleta. Pero vamos a dejar tanta galleta a un lado, de momento, para probar un rico aperitivo de tres salsas: de pimiento rojo, mantequilla y queso, tapenade y de tomate, para acompañarlo con pan y un buen AOVE.
Acompañados por una cerveza fría probamos unas buenas pero contundentes croquetas de queso de cabra y frutos secos con miel y melocotón (13€). De rico sabor pero es más bien una bola de queso de cabra rebozada que una croqueta propiamente dicha ya que apenas lleva bechamel.
Para plato curioso y original, el bol de tartar de salmón con guacamole y huevo frito con crujiente de jamón y papas con salsa holandesa (18,50€). Un mezcla que te va a sorprender porque se aleja del típico tartar de salmón con aguacate.
La carta de El Perro y La Galleta se renueva cada mes con productos típicos de temporada que suelen tener una muy buena acogida entre el fiel público del grupo. Tan buena como el maravilloso taco de pato confitado a la naranja con tiras de puerro y salsa hoisin (18,50€), similar al clásico pato pekinés pero con la típica tortilla de trigo mexicana.
Los postres, como no podía ser de otra forma, tienen a la galleta María como protagonista, pero me decanto por la deliciosa y tradicional tarta de "mamá" de galleta y chocolate (7€).
En El Perro y La Galleta los suelos y los muebles de madera se mezclan a la perfección con las mesas de mármol y las telas de terciopelo de las butacas y sofás, mientras las paredes están revestidas por cuadros de perros vestidos en lugar de los típicos de generales o personales ilustres. La iluminación crea una atmósfera acogedora, con luz cálida y lámparas de mesa, perfecta para una primera cita, una cena romántica o una reunión íntima con amigos y familia, acompañados del perro, y donde te puedes tomar la primera copa después de cenar, todo con un ticket medio de 30€.
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