Yakitoro fue hace ocho años pionero en Madrid de la oferta de yakitori, las auténticas brochetas japonesas a la brasa que se pueden degustar hasta en 35 variedades y que son una mezcla perfecta de sabores y texturas que mantienen la esencia de la cultura ancestral nipona versionada por el chef Luis Ángel Pérez.
Ahora también cobra gran protagonismo en Yakitoro la tradicional parrilla japonesa, conocida como robata, en la que se elaboran un gran número de los platos de una carta extensa, variada, viva y viajera. En ella tienes clásicos y otras novedades que son un homenaje a la gastronomía de mestizaje fruto de los viajes por todo el mundo del chef y que son el eje de su cocina.
Como decíamos, las brasas son las grandes protagonistas de este restaurante y en la carta te viene perfectamente especificado cada plato que está pasado por la robata. Nosotros comenzamos con su versión de la gilda de bonito a la brasa (2 uds 6,50€), con un producto de primera calidad y el toque perfecto para darle ese sabor tan característico. Buenas también las gyozas de ternera (6 uds 11,30€). Éstas y la berenjena en tempura con salsa satay y lima (6,90€) son de los pocos platos que no pasan por la parrilla pero que también merecen la pena probar.
Paseo de la Castellana y Gran Vía
Yakitoro cuenta con dos locales perfectamente ubicados, uno en el Paseo de la Castellana, 130 y el otro en calle de la Reina, 41, detrás de la Gran Vía. Restaurantes amplios, clásicos pero modernos, en los que recomiendo reservar aunque tienen una gran rotación de mesas, unido a que la cocina no cierra, hará que seguro que esperando un poco encuentres mesa.
Aunque los locales suelen estar llenos de gente, la acústica es perfecta y no hay que alzar la voz para hablar con tus acompañantes. Además, la cocina está a la vista y las parrillas forman parte del centro del local. Una estupenda inversión hace que no notes ni el calor de la brasas ni el humo que se desprende. Sólo notas su sabor en los platos.
Toda la carta está pensada para compartir de ahí que los platos sean mínimo para dos personas, así que seguimos disfrutando con un delicioso yakitori de pollo con kimchi y guacamole ácido (2 uds 6,60€). Puedes acompañar tu menú con unos maravillosos dados de boniatio al carbón templado y aliñado (6,40€).
Yakitoro está inspirado en la tradicional taberna japonesa pero con su propia interpretación. Además, las mesas cuentan con su propia cubitera en el centro llena de cervezas, con tres versiones propias de Cervezas La Cibeles, que se mantienen heladas al estar en esa cubitera con agua y hielo. Sólo tienes que pedir al camarero que te la abra y a disfrutar de ellas. También tiene una carta más que correcta de vinos.
El chef se ha traído a Madrid de sus innumerables viajes los mejores ingredientes de cada país para dar su visión más personal de una cocina fusión que se aprecia en cada receta. Continuamos con una exquisita panceta de cerdo a la parrilla con salsa japonesa (2 uds 8,50€), perfectamente desgrasada y cocinada para que disfrutes de uno de los mejores platos de la carta. Tanto como el säam de pez limón con kimchi dulce (2 uds 7,80€), perfecto el pescado con el ligero picante de la salsa coreana y el sabor, una vez más, que le proporciona la robata.
Producto de primera calidad
Aunque después de este homenaje, aunque los platos son bocados para cada uno, no nos podemos ir sin probar el espectacular yakitori de entrecostilla de buey wagyu lacado con chimichurri (2 uds 9,40€). De nuevo compruebas que el producto es de calidad, la carne es de Discarlux y el atún de Balfegó, ambos garantía de éxito siempre que los trates con cariño como hace el chef Luis Ángel Pérez.
Y como fin de fiesta, unas riquísimas y suaves natillas de chocolate blanco Valrhone con frutas rojas y frutas de la pasión (6,50€). Se aprecia la calidad del chocolate en este delicioso postre.
Me llevo muy buena impresión de Yakitoro, del que me esperaba otro tipo de ambiente y un precio más elevado. Y la verdad es que es el restaurante perfecto para disfrutar de una estupenda mesa con amigos, pareja o familia, también con niños, con un ticket medio de 30€ que hoy es día es difícil de encontrar, sobre todo con esta calidad de producto y con un trato del mismo tan cuidado.
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