Que un restaurante llegue a los 100 años es un gran motivo para la celebración y en eso están en Jai Alai, que ha llegado al selecto club de los restaurantes centenarios de Madrid por mérito propio. Fundado en 1922 por los Bustingorri Vega en la calle de Alfonso XI, en los bajos del frontón con el mismo nombre, se ha erigido durante estos años como uno de los restaurantes con más historia de la capital.
Por allí pasaban los famosos jugadores de pelota vasca del municipio vasco Marquina, que pasaban mucho tiempo en la capital y echaban de menos la comida tradicional vasca. Fue entonces cuando a uno de ellos, Roberto Bustingorri, que era muy conocido en la sociedad donostiarra, le ofrecieron la concesión del restaurante del frontón. Su hermano Rufino se puso manos a la obra y con su mujer Dolores Goyogana y su hermana Rosalía Bustingorri abrieron en 1922.
Pioneros en la capital
Desde los años 60 se encuentra en una casa palacete de tres plantas en el antiguo Colegio Rosales y continúan en la calle de Balbina Valverde, a los pies de la Castellana. Cuenta con varios salones, algunos privados y una gran terraza, además de otra en un precioso patio trasero.
Pero desde sus inicios Jai Alai ha dado protagonismo a la materia prima, sus proveedores son desde 1922 Pescaderías Coruñesas, y el sabor a tradición. Fueron los primeros en tener una terraza en el centro de Madrid con mesas con mantel y también en traer angulas a Madrid. Como cuenta Miguel Bustingorri, tuvieron que buscar la manera de traerlas de Aguinaga por lo que las transportaban envueltas en hojas de berza y con hielo para que llegaran perfectas. El precio de la ración de entonces era de 3 pesetas, ahora sólo se sirven bajo encargo.
El producto, la calidad y el trato amabilísimo son el santo y seña de este restaurante familiar, con platos de toda la vida y otros más adaptados a la cocina moderna, pero siempre manteniendo la esencia de la alta cocina vasca. Comenzamos con unas patatas fritas caseras y deliciosas para acompañar el primer trago de un buen vino tinto Viña Alberdi crianza (23,10€) de la Bodega La Rioja Alta DO Rioja, seguido de una maravilla gildas (1,65€), como tiene que ser, la de siempre, con aceituna, piparra y anchoa.
Y en una celebración de 100 años hay que probar los platos icónicos que tan buena aceptación han tenido y siguen teniendo entre todos los comensales que se han sentado a su mesa. De esta forma probamos los espectaculares chipirones encebollados (M. 15,20€ / E. 24,10€) al estilo Pelayo. Con un producto de primerísima calidad y el acompañamiento perfecto de la cebolla pochada.
De la Guerra Civil a la Constitución del 78
Como decimos, la historia de Jai Alai se ha labrado desde su cocina, pero también porque por allí han pasado multitud de personalidades de todo tipo, desde políticos a reyes, príncipes, escritores, periodistas, actores, premios Nobel, artistas, deportistas… Ha sido uno de los restaurante de referencia del Real Madrid, pero también cuartel general de los políticos durante la guerra hasta ser el restaurante emblemático de la platajunta, que organizó la oposición al franquismo hacia la Transición, los Pactos de la Moncloa y de la Constitución de 1978. De hecho el restaurante sólo ha estado cerrado durante la Guerra Civil, desde el año1936 a 1940 y los meses de confinamiento por la pandemia del coronavirus.
Y está claro que el secreto de tanta historia está en sus fogones, desde donde nos llegan unas increíbles vieiras a la plancha con txangurro y alcachofas (24,65€). Qué maravilla de marisco fresco, con el toque de la plancha y el sabor que le da el fondo de txangurro y crema de calabaza y la suavidad de las alcachofas.
Pero si hablamos de plato icónico de Jai Alai y uno de los favoritos de Miguel Bustingorri, como así me lo confiesa durante la comida es el bacalao al pilpil (M. 16,35€ / E. 22,78€). Pocas veces he visto un pilpil con esa untuosidad y sabor, además de un pescado perfectamente desalado y fresco. Y terminamos la degustación de su carta salada con una estupenda paletilla de cordero deshuesado (28€) con patatas, verduras, puré de apionabo y tomate confitado. De los postres, probamos una buena tarta de queso (6,82€).
Jai Alai es de esos restaurantes de los que te enamoras, por la historia que encierra sus paredes contada por sus protagonistas, por su atento servicio en sala, por su cocina sincera y cuidada y por su producto de calidad. Es perfecto para una celebración especial, para una comida o cena con amigos, familia o pareja y también para comidas de trabajo en las que quieras quedar francamente bien. Todo con un ticket medio de 50€.
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