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Aranda de Duero en un día: vino, historia y sobre todo gastronomía para una escapada corta

Bodegas subterráneas, iglesias, plazas y callejuelas. Esta localidad tiene mucho más que ofrecer más allá del cordero asado y el vino.

Viajes Fin de Semana: Oporto y Ribera de Duero, la ruta del vino

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Bodegas subterráneas, iglesias, plazas y callejuelas. Esta localidad tiene mucho más que ofrecer más allá del cordero asado y el vino.
Una escapada por Aranda de Duero: vino, lechazo y mucho más

Aranda de Duero se puede considerar la capital de la Ribera del Duero por su localización e importancia en esta parte de Castilla y León tan rica en enoturismo y gastronomía. La Ciudad Europea del Vino 2022, es un destino ideal para un viaje experiencial que aúna gastronomía, historia y patrimonio. Se trata de la tercera localidad más poblada de la provincia de Burgos, con más de 33.000 habitantes que tiene mucho más que ofrecer de lo que parece.

Asentada en un subsuelo plagado de antiguas e históricas bodegas, que daban cobijo a sus afamados vinos de la DO Ribera del Duero, Aranda de Duero conserva ese aire de villa medieval que atrapa al viajero. Además de seducirle por el paladar con el lechazo asado, su plato estrella, la localidad castellana ofrece atractivos patrimoniales vinculados a su historia que proponen un emocional viaje al pasado.

Algunas pistas y lugares que ver en una escapada corta a Aranda

  • La Plaza Mayor. Auténtico corazón de Aranda de Duero, donde antaño se celebraban ferias y mercados. A sus edificios de la nobleza une los característicos soportales, un quiosco de música.
  • La Iglesia de Santa María la Real. Majestuoso templo gótico del siglo XV, construido sobre una anterior iglesia románica. A destacar en el exterior la espléndida portada-retablo de su fachada principal gótico-isabelina, dedicada a la Virgen María.
  • La Iglesia de San Juan. De estilo gótico purista (siglo XIV), llama la atención su portada de arquivoltas apuntadas con un capitel corrido, sostenidos por capiteles, y una imagen de San Juan Bautista.
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Iglesia de Santa María la Real. | David Alonso.
  • Sus Bodegas subterráneas. El subsuelo arandino está horadado por 7 kms de galerías excavadas entre los siglos XII y XVIII. Se encuentran a una profundidad aproximada de 10/12 metros, desde la Edad Media, para almacenar el vino de los cosecheros de la localidad. En la actualidad se conservan 135 bodegas, algunas de las cuáles pueden visitarse. Las bodegas arandinas son una gran obra de ingeniería construida por sencillos cosecheros durante las frías tardes de invierno castellano alumbrados por lámparas de aceite. Su profundidad suele oscilar entre los 10 y los 12 metros de profundidad, aprovechando la sedimentación cuaternaria del Duero.
  • La Calle Isilla y Plaza del Trigo. Restaurantes-asadores, bodegas, vinotecas y pastelerías se suceden a lo largo de los 300 metros de esta bulliciosa calle peatonal. Al final enlaza con la Plaza del Trigo, que no solo luce la belleza de la arquitectura castellana del siglo XIX sino que cada año acoge los conciertos gratuitos del Festival Sonorama-Ribera, de música Indie.
  • El Puente románico de las Tenerías. Puente medieval de estilo románico sobre el río Bañuelos –afluente del Duero– ubicado junto a la iglesia de San Juan y el Barrio de las Tenerías, así llamado por sus talleres donde se curtían y trabajaban las pieles.
  • Casa de los Berdugo. Los siglos XV y XVI fueron muy prósperos para Aranda, que se convirtió en foco de atracción para las familias nobles de la comarca. No tardaron mucho en proliferar palacios y casas solariegas en la villa, como fue el caso de los Acuña, Rojas, Avellaneda, etc., destacando entre todas la casa de los Berdugo.

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Lechazo Asado del restaurante Tudanca. | D.A.

El buen comer, sobre el lechazo asado, la torta de Aranda o la morcilla de Aranda son razones suficientes para realizar una visita gastronómica a la localidad burgalesa. Existen multitud de restaurantes y asadores en la localidad de los cuales estos son algunos de ellos: El ventorro, Casa Florencio, la casona de la Vid o el destacado Restaurante Asador Tudanca, (En Fuentespina).

Fuera del circuito del lechazo típico, encontramos la Pícara Gastroteca, un restaurante en su casco histórico, donde puedes comer y cenar platos diferentes basados en una cocina de producto y pasión. Tapas sorprendentes y una cuidada selección de vinos de la zona.

Como curiosidad la capital ribereña cuenta con el primer mapa urbano en perspectiva realizado en la Península, cuya fecha data de 1503. Actualmente se encuentra en el archivo general de Simancas que, desde 2017, es parte de la "Memoria del Mundo" de la UNESCO.

Cómo llegar a Aranda de Duero

El acceso a la localidad de Aranda de Duero desde Madrid por la autovía N-I, dirección Burgos, y se encuentra a 172 kilómetros de la capital.

Desde Burgos por la N-I, dirección Madrid, y se encuentra a 84 kilómetros de la capital.

Desde Valladolid por la N-122, dirección Soria, y se encuentra a 97 kilómetros de la capital.

Desde Segovia por la N-110 hasta que se cruza con la autovía N-I, dirección Burgos, y se encuentra a 126,5 kilómetros de la capital.

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