Menú

Lloret de Mar se reinventa (y con nota) dejando atrás su fama de fiesta y discoteca

Una ciudad llena de contrastes para todos los gustos, con gran variedad de patrimonio histórico y monumental, sin olvidar del todo el sol y la playa.

Una ciudad llena de contrastes para todos los gustos, con gran variedad de patrimonio histórico y monumental, sin olvidar del todo el sol y la playa.
Lloret de Mar se reinventa más allá de la playa y las discotecas: sus rincones imprescindibles

Durante años escuchar el nombre de Loret de Mar ha sido sinónimo de fiesta, discotecas, sol y playa. Se puede afirmar que esa fama ha quedado atrás y ha sido superada con nota. La localidad catalana es un paraíso mediterráneo en plena Costa Brava que enamora a cada paso y que ha sabido reinventarse saliendo del turismo de fiesta y ocio nocturno. La localidad cuenta con más de 120 hoteles y con una población que ronda los 40.000 habitantes censados, aunque recibe más de un millón de turistas durante todo el año. Lloret de Mar ha evolucionado su estrategia turística durante los últimos tiempos ofreciendo mucho más que el turismo clásico vacacional y ocio nocturno, abriendo al viajero un amplio abanico de planes y posibilidades culturales, históricas, gastronómicas y deportivas para intentar dar un paso adelante en el turismo de calidad.

Si existe un rincón mágico en la Costa Brava que sabe encantar a los viajeros con su mezcla única de playas cristalinas, historia ese es sin duda alguna Lloret de Mar. Situado en la provincia de Gerona, en la encantadora región de Cataluña que tiene la suerte geográfica de tenerlo todo (o casi todo), con un clima perfecto, es un destino turístico cautivador del norte de España y que atrae tanto a turistas nacionales como internacionales.

Con su clima cálido y soleado durante gran parte del año, recibe a los viajeros con los brazos abiertos, de hecho, la localidad presume de tener más de 100 nacionalidades entre sus vecinos. Con hermosas playas, bañadas por las aguas cristalinas del mar Mediterráneo, un imán que atrae tanto a los amantes del sol como a los aficionados a los deportes acuáticos y las postales de mar. En este sentido, durante la visita a la localidad, reservar un par de horas por la mañana para practicar kayac bajo los acantilados sobre los que se asientan los Jardines de Santa Clotilde merece mucho la pena. Empresas como Lemon Kayak ofrecen desde la popular playa de Fenals una vista diferente y cercana de los acantilados bajo los Jardines de Santa Clotilde y el paseo de Ronda, llegando hasta la idílica Cala Canyelles..

Lloret de Mar es un destino donde su rico pasado marinero se mezcla con su presente de una manera fascinante. Los amantes de la historia y la arquitectura quedarán maravillados al recorrer el casco antiguo del pueblo, donde se encuentran vestigios de la época medieval, como la iglesia de Sant Romà y el Castillo de Sant Joan, que se alza majestuoso sobre un acantilado y ofrece unas vistas panorámicas impresionantes y hoy en día es una centro cultural.

Los Jardines de Santa Clotilde

Existe un rincón de Lloret de Mar que no visitarlo es un verdadero delito. Se trata de los Jardines de Santa Clotilde, posiblemente el rincón natural más emblemático de la localidad. Este magnífico jardín botánico, situado en un acantilado con vistas al mar, es un remanso de paz y belleza, perfecto para desconectar en la naturaleza y disfrutar de la tranquilidad y de las vistas.

En lo alto de un acantilado, donde el mar se une con una pared vertical de rocas, se encuentra este lugar mágico, que parece sacado de un cuento o de una película. Ciertamente es así, ya que son varios directores quienes han elegido el emplazamiento para sus obras (y la lista de rodajes es larga), una localización que ha cautivado a visitantes y locales por igual con su belleza deslumbrante.

Los jardines fueron concebidos por el renombrado arquitecto paisajista Nicolau Rubió i Tudurí, cuya visión creativa y talento artístico dejaron una huella indeleble en este rincón de la Costa Brava.

lloret-de-mar-cataluna-viajes-ld--4.jpg
Los Jardines de Santa Clotilde. | David Alonso.

Una vez que los visitantes traspasan las puertas de los jardines, son recibidos por una majestuosa escalinata que desciende por el acantilado, flanqueada por grandes árboles y decenas de flores. A medida que se desciende por los peldaños, la fuerza del mar choca con la resistencia de las rocas, una demostración de la fuerza de la naturaleza.

El diseño de los jardines combina hábilmente elementos del estilo renacentista italiano y terrazas escalonadas ofrecen vistas panorámicas del mar Mediterráneo, creando un escenario idílico para relajarse y disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión. Cada rincón ofrece una nueva sorpresa: fuentes danzantes, esculturas elegantes, estanques serenos y una diversidad de flora que incluye cipreses, palmeras, bugambilias, rosas y otros especímenes exóticos.

Los afortunados que hicieron las Américas

Uno de los tesoros históricos más notables que ofrece esta encantadora localidad es la Ruta Indiana, un fascinante recorrido que nos transporta a una época pasada y dorada, en la que algunos privilegiados pudieron volver con éxito de América tras amasar una gran fortuna. Dos son las casas de esa época dorada que aún quedan en pie: Can Garriga, la casa de indianos que alberga el Museo del Mar. Construida en 1877 y la casa-museo de indianos, la modernista Can Font.

La Ruta Indiana es un sendero turístico que invita a los visitantes a explorar el legado dejado por aquellos lloretenses que, durante siglos pasados, emprendieron largos y arriesgados viajes hacia la América española en busca de fortuna y nuevas oportunidades. Se les conoce como "Indianos", un término que se refiere a los emigrantes españoles que hicieron fortuna en los actuales países como Cuba, Puerto Rico y México, y luego regresaron a su tierra natal, con riqueza y nombre.

El inicio de la Ruta Indiana se encuentra en el Paseo de Jacint Verdaguer, donde los Indianos solían despedirse de sus familias antes de embarcar hacia el Nuevo Mundo. En este emblemático lugar, se erige una estatua conmemorativa que honra la memoria de estos valientes viajeros y su contribución al desarrollo de Lloret de Mar.

Siguiendo el sendero, los visitantes pueden admirar algunas casas construidas por los Indianos a su regreso y que aún se mantienen en pie en Lloret. Estas residencias son una amalgama de estilos arquitectónicos, que incluyen el modernismo y el eclecticismo, con influencias tropicales traídas de sus aventuras en América. Las fachadas de estas casas están adornadas con exquisitos detalles y los jardines exóticos que las rodean, llenos de palmeras y plantas tropicales, crean un ambiente de ensueño que nos transporta a los exóticos lugares que los Indianos alguna vez exploraron.

lloret-de-mar-cataluna-viajes-ld--48.jpeg
El Castell de Lloret. | David Alonso.

Uno de los ejemplos más impresionantes de la arquitectura Indiana es la Casa Font, una mansión que deslumbra con su elegancia y esplendor. Esta impresionante construcción, con detalles ornamentales y elementos modernistas, sirve como un símbolo vivo del éxito y la prosperidad que los Indianos de la localidad.

Lloret de Mar se enorgullece de su legado Indiano y valora la oportunidad de compartirlo con los visitantes de todo el mundo y es por ello que este es uno de los planes culturales que se fomenta desde la propia localidad.

Por otro lado, el Castillo de Lloret, es uno de los lugares referencia en la ciudad y aunque parezca una fortaleza medieval, no lo es. Se trata de una casa de verano particular de 1935, cuyas estancias han sido recientemente acondicionadas para que los visitantes puedan disfrutar con el espectáculo inmersivo virtual No Time Left (No queda tiempo).

El Camino de Ronda

Los Caminos de Ronda son senderos marítimos que recorren el litoral de la Costa Brava desde Blanes hasta la frontera con Francia. El sendero Mediterráneo GR92(583 km), a su paso por la Selva, recorre casi 30 kilómetros por la comarca y, durante todo el itinerario, se alternan calas y playas con el impresionante paisaje forestal.

Hay dos tramos de este sendero que pasa por Lloret de Mar (hacia Blanes y hacia Tossa de Mar) y son ideales para respirar la esencia de la región costera y pueden hacerse en cualquier época del año. Son también una buena forma de descubrir las cinco playas y calas de Lloret y de disfrutar de sus numerosos miradores.

La gastronomía, su otro atractivo


La gastronomía también juega un papel importante en la experiencia de visitar esta localidad de la Costa Brava. Los restaurantes locales ofrecen una deliciosa selección de platos mediterráneos, desde paellas y pescados frescos hasta propuestas más elaboradas aunque siempre manteniendo la esencia y los sabores auténticos de la región.

Algunos ejemplos de los mejores restaurantes para degustar los productos locales o experimentar platos de siempre, con otro punto de vista:

El restaurante Velamar, en el corazón del paseo marítimo, junto al Castillo de Lloret, ofrece un buen servicio, con un menú variado y unas vistas privilegiadas del paseo. Además entre sus servicios tiene en su carta almuerzos de Yoga & Brunch muy apetecibles.

Por su parte, el restaurante Gammarus, ubicado en la Cala Canyelles, escondida entre Lloret y Tossa, una de las playas más icónicas de la Costa Brava, es un gran descubrimiento. De reciente apertura, es un espacio alejado de gentío de la playa principal, casi exclusivo, con varias estancias cómodas, además de un impresionante Rooftop o terraza privada, con piscina, camas y un bar repleto de cóckteles.

lloret-de-mar-cataluna-viajes-ld--32.jpeg
Rooftop del restaurante Gammarus. | David Alonso

A las afueras de Lloret de Mar, se ubica el restaurante del Hotel Sant Pere del Bosc & SPA, que ofrece al comensal una carta repleta de productos mediterráneos y menús gastronómicos de temporada. Y sobre todo, poder disfrutar de una comida o una cena en un lugar maravilloso, tranquilo y bastante aislado de la ciudad, un antiguo monasterio dominico escondido en el monte, a unos cinco kilómetros de Lloret, que compró Nicolau Font, uno de los empresarios más importantes de la zona. Para llegar allí es necesario coche o taxi.

En resumen, Lloret de Mar es un destino que lo tiene todo para enamorarse y repetir sin pisar una sola discoteca: playas, naturaleza, una rica historia y cultura, vida nocturna y una exquisita gastronomía.

Temas

En Chic

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Escultura