Desde los más viejos a los más modernos, todos los automóviles y las motocicletas tienen retrovisores. En ocasiones, hay gente que los pliega cuando aparca, de hecho, es una práctica que muchos conductores llevan a cabo para evitar daños cuando estacionan sus coches. Sin embargo, no se recomienda hacerlo habitualmente debido a causas que pueden afectar tanto la seguridad como el funcionamiento del vehículo. Pero, ¿Qué daños puede producir plegar el retrovisor? En primer lugar, afecta a la visibilidad en la conducción, el motivo es que los retrovisores proporcionan una vista crucial de los alrededores del vehículo, ayudando al conductor a detectar otros coches, ciclistas y peatones. Plegar los retrovisores, incluso temporalmente, puede llevar a olvidarse de desplegarlos nuevamente al reanudar la marcha, lo cual reduce drásticamente la capacidad del conductor para monitorear el tráfico y puede resultar en accidentes evitables.
Además, los retrovisores modernos suelen estar equipados con tecnologías avanzadas, como sensores de punto ciego y cámaras, por lo que plegar estos dispositivos podría desactivar temporalmente estas funciones, dejando al conductor sin la asistencia adicional que proporcionan. Y no solo eso y es que, desde un punto de vista práctico, los mecanismos de plegado de los retrovisores, ya sean manuales o eléctricos, están sujetos a desgaste con el tiempo. Plegar y desplegar repetidamente los retrovisores puede acelerar el deterioro de estos mecanismos, llevando a costosas reparaciones o reemplazos. También es importante considerar la seguridad del vehículo, no hay que olvidar que los retrovisores desplegados pueden actuar como un disuasivo visual para los potenciales ladrones. Esto es porque un coche con retrovisores plegados puede dar la impresión de estar estacionado por un largo periodo, haciendo que sea un objetivo más atractivo para el robo.
También se debe considerar que los retrovisores plegados pueden no proteger adecuadamente el espejo. En situaciones de tráfico o aparcamientos estrechos, un retrovisor plegado sigue siendo vulnerable a golpes y rozaduras. En algunos casos, el espejo puede quedar expuesto y aún así sufrir daños. Finalmente, el hábito de plegar los retrovisores puede inducir a la complacencia. Los conductores pueden volverse menos vigilantes al aparcar, confiando en que los retrovisores plegados evitarán cualquier daño. Sin embargo, esto no garantiza la protección del coche y podría llevar a estacionamientos descuidados que resulten en otros daños.
El truco del retrovisor para aparcar
Existe un truco protagonizado por los retrovisores exteriores para que aparcar sea más fácil y seguro para las llantas y simplemente consiste en regular el espejo del lado en el que se va a estacionar. Algunos modelos más modernos lo hacen de manera automática al meter la marcha atrás, bajando el retrovisor del lado que se haya indicado con el intermitente. Si no, hay que hacerlo de forma manual seleccionando el espejo correspondiente y bajándolo hasta que se vea la acera para no rozar las llantas con ella.
Retrovisores y multas
Cabe recordar que en los turismos y en los vehículos de hasta nueve plazas, únicamente son obligatorios el retrovisor izquierdo y el interior. El derecho es opcional. De hecho, la multa por no llevar uno de estos espejos obligatorios es de 200€. El mayor inconveniente es que, en función de cómo juzguen el peligro que supone un vehículo sin alguno de esos retrovisores, los agentes pueden llegar a inmovilizarlo.