"Demasiadas flores en la Cibeles" pensaría cualquier espectador que viera la primera jornada de la MB-FWM –o 'La Mercedes', como la llamamos los más innovadores y actualizados-. Demasiadas, pues desfile tras desfile, se veían de distintas maneras: desde flores en el cabello, como hizo Francis Montesinos o en estampados como fue el caso de Roberto Verino, hasta llevarlas en un collarín como lo presentó Modesto Lomba para Devota&Lomba. Entretanto, declara Roberto Verino en una entrevista exclusiva para esModa en LD: "No subiremos el IVA, ni de momento ni en un futuro; y no es una estrategia de marketing como muchos podrían pensar", en un día en el que el IVA se triplica en cientos de productos en toda España.
A ritmo de flamenco pisaban con fuerza las chicas de Roberto Verino sobre unos tacones que como poco debían de medir unos 13 centímetros y que, sin embargo, como juego del gallego, parecían ser muy pequeños dada la cuña curvilínea que mostraba una pequeña apertura para el tacón –apertura que no superaba los 3 ó 4 centímetros-. "Crea confusión, pero cuando la mujer se sube sobre ellos, no siente vértigo", atestigua el creador.
En un escenario decorado con rosas blancas simulando un patio andaluz, Roberto Verino presentó a la mujer torero que no entierra la femineidad: pantalones pitillo de talle alto con importante parecido con los trajes de luces, toreritas cortas o sombreros. Se ha podido ver encajes artesanales, mucho negro y rojo sobre estampados florales, algunos pájaros decorando faldas al más puro estilo pin-up y otras faldas largas con superposición de capas, así como algunos lunares sobre sedas transparentes. La mayoría de las modelos aparecían abanicándose sobre el pódium de la pasarela.
Mucho dorado, como se ha visto en gabardinas–dentro de la colección "Oro de Sol"- o corsés con acabado péplum en el mismo tono que podría equivaler a la metáfora del sol español que es incomparable con ninguno otro.
Victorio&Lucchino, decepción en la pasarela
"No tiene mucha lógica que España cree una tendencia que esté fuera del país, cuando muchos extranjeros se inspiran en nuestras corridas de toros o en nuestro flamenco" nos contestaba Roberto Verino ante nuestra duda de si reivindicar los valores nacionales ahora que muchos españoles emigran al extranjero es lo que hay que hacer dentro de la moda. Sin embargo, Victorio&Lucchino presentaron una colección con muy poca esencia sevillana, inspirada en Oriente.
Bajo el canto de unos pájaros, la firma de estos dos sevillanos –que ya lleva varias ediciones exponiendo algo muy diferentes a lo que solemos asociar a estos diseñadores- ha mostrado muchos kimonos y trajes de geishas a lo "mediterráneo".
El toque Montesinos, inconfundible
El levantino Francis Montesinos ha vuelto a mostrar un auténtico show. Las modelos parecían formar parte de la naturaleza que decoraba la pasarela. Un sinfín de flores multicolor decoraban los cabellos de muchas modelos, recordando algunas coronas al más puro estilo fallero. En tonos pastel, hemos visto vestidos sueltos y ligeros, en cuyos estampados prevalecían, desde fachadas de monumentos hasta mariposas. Algunas prendas nos recordaban una mezcla entre el estilo hippy y el hawaiano.
Sin embargo, la colección para hombre dejó mucho que desear. Es difícil que su propuesta cale entre el público objetivo de Libertad Digital, por ejemplo, si no es para un carnaval. De esta manera, el hombre presentado por Montesinos quedó muy lejos del caballero –quizá comercial y ausente de originalidad alguna- pero sí caracterizado por la elegancia que presentó Roberto Verino.
Aun así, el estilo Montesinos, ese toque que siempre tiene, ha prevalecido como en tantas otras ediciones, mostrando la más auténtica belleza femenina y sensual, en donde ese "nido de abeja" –plisado hecho a mano con bordados de flores- no dejó indiferente a nadie, a pesar de que las flores fueran los elementos más vistos. La joya del desfile, como ya es costumbre, fue un vestido de novia muy sobrio, pero cuyo velo –de casi infinita longitud- formado por una corona de flores blancas emulaba a una diosa angelical made in Spain.
Destacan los zapatos "Montesino-Louboutin" pues posiblemente se haya inspirado en los carísimos zapatos de Christian Louboutin al colorear la suela del tacón, en lugar de rojo como hace el francés, en fucsia.
Hannibal Laguna merece al menos una mención breve por ser femenino y extremadamente sofisticado a la hora de crear los vestidos de gala –su punto fuerte-, pero si de algún pie cojea este creador es que sus vestidos carecen de singularidad.
Elementos geométricos
Devota&Lomba, arquitectónico, como siempre –y, según por dónde lo miremos, también geométrico-, continuó en una línea sencilla, discreta y sobria. Hubo flores, tanto en collares, como en estampados en los originales bolsos propuestos por Modesto Lomba, así como mucha asimetría en sus propuestas de ropa. Y Ángel Schlesser exhibió una colección muy comercial. Tan comercial, que si nos dicen que es una propuesta de Inditex, ahora que además esta máquina de hacer millones fue patrocinador en esta edición de la pasarela internacional de la moda de Madrid, nos lo creeríamos.
Ahora bien, todo lo que tiene de comercial, lo tiene de "ponible". Presentó a una mujer sencilla, discreta, elegante –lo más sensual que podríamos señalar fueron los hombros al desnudo que dejaba ver una camisa de manga larga-, que con comodidad estaría perfecta para salir a la calle, ir a trabajar o acudir a un evento.
"Decididamente gráfica", explica Ángel, con mucha discreción al encontrárnoslo a la salida del recinto de IFEMA. No le gustó que le pudiéramos comparar con Chanel en una entrevista que nos concedió hace más de medio año en esRadio madrid para esModa –ese blanco y negro era, y sigue siendo en él, muy Chanel-.
Asimismo, fue una colección que evocaba los años setenta con pantalones campana de talle alto o vestidos de noche. Total look de rayas negras, lunares, alguna que otra falda en rosa palo al más puro estilo lolita... Y ¿de flores? ¡Lo justo! Esos eran los elementos fundamentales de Ángel.
Pero si de geometría se trata, que no falte Agatha Ruiz de la Prada, en cuyo mundo fantástico e inocente todo vale, todo se pone y todo se recicla. "Bailando, me paso la vida bailando..." abría el desfile de Agatha, mientras Fernando Aguirre, presidente de la firma y mano derecha de la creadora, con mucha atención –o eso decía su expresión facial-, observaba el desfile en primera fila. Desde una falda-flotador, hasta una falda-globo a rayas y una falda-alambre, e incluso una falda en forma de labios que, gracias al contoneo de la modelo, parecía que dichos labios asentados en las caderas lanzaban besos a los espectadores, eran sólo algunos de sus mensajes; mostrando, así, una vez más, adónde llega la imaginación y cuáles son los límites que la gente impone en la calle. Dos paradojas que, no obstante, parecen tener éxito y robarle la sonrisa a más de uno. También vimos vestidos en forma de tarta, de teclado de piano –jugando con el blanco y el rosa-, o un vestido-paraguas con su nube y su lluvia cubriendo la parte del pecho del vestido -¿metáfora de que se avecina alguna otra "catástrofe" económica en el país?-. Aunque no pudieron faltar ni corazones, ni estrellas, ni tampoco flores, que ya son emblemas de la marca.
Cabe destacar que Josep Font destrozó –quizá, en el buen sentido; o quizá no tanto- a Jesús del Pozo el pasado jueves 30. Lo destrozó pero también lo renovó. Así, pocos elementos de ese gran diseñador que nos dejó en agosto de 2011 fueron reconocibles. Y, para mayor originalidad, se vieron más flores para la marca que ahora se llama Del Pozo.
En definitiva, nos invitan a soñar –con o sin flores-, o simplemente nos proponen ropa, porque, por más que nos empeñemos los sociólogos y analistas en esto de la moda, la ropa es a veces sólo eso: prendas confeccionadas con trapos de mucha calidad y vendidos a precios incomprensibles pero que dejan tras de sí una creación artística que no deja indiferente a casi nadie.