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Con poco tiempo y dinero

Cómo convertir tu hogar en una casa rural

Convertir nuestro hogar en lo más parecido a ese anhelado refugio rural puede ser la vía para conseguir esa tranquilidad extra que buscamos.

Convertir nuestro hogar en lo más parecido a ese anhelado refugio rural puede ser la vía para conseguir esa tranquilidad extra que buscamos.
Ambiente tranquilo en tu "casa rural" | Toprural

La ciudad puede convertirse en un lugar muy estresante. Las prisas por llegar al trabajo, el ruido o la rutina hacen que muchos sueñen con la llegada del fin de semana para poder desconectar. Incluso para organizar alguna escapada, a ser posible hacia la naturaleza, en alguna pequeña casa rural donde todo sea menos hostil.

Pero, por desgracia, pocas de estas ilusiones llegan a buen puerto. Por eso, convertir nuestro hogar en lo más parecido a ese anhelado refugio rural se presenta como una de las mejores opciones. El estilo rústico, sin duda, es el más idóneo y, aunque puede ser costoso en tiempo y dinero, si lo hacemos poco a poco siempre encontraremos soluciones dentro de nuestras posibilidades.

Un toque hogareño para tu casa

Lo primero que debemos tener en cuenta es que si por algo se caracteriza el campo es por los espacios abiertos y la luz natural. Por ello, no debemos sobrecargar de muebles la estancia ni poner cortinas oscuras, puesto que pondremos en juego la amplitud y la luminosidad de cualquier habitación.

En este sentido, pintar las paredes en colores claros también es fundamental. Incluso, si podemos, recubrir alguna de ellas con piedra aportará armonía y el mejor de los toques rústicos posibles. El pavimento también puede ayudar a transformar nuestro hogar, y el gres extruido se presenta como la mejor posibilidad. Se trata de un tipo de baldosas que imitan a las de barro cocido más tradicionales. Y, si en vez de para abajo, miramos para arriba, nada más rural que encontrarnos con unas buenas vigas de madera atravesando el techo. Este paso, eso sí, puede ser el más inviable de todos.

Una vez tenemos todo esto, llega el momento de decorarlo. Para ello no debemos olvidar que buscamos recuperar el sabor de lo antiguo, intentando que en este particular viaje al pasado cada rincón sea único y parezca tener una historia que contar. Así, los muebles de madera son imprescindibles. Cabe evitar chapas tratadas con productos químicos que nos hagan echar por tierra nuestro "adiós" a la modernidad.

Junto a los muebles del comedor, nada mejor que unos buenos sofás abrigados por alguna manta estampada y el calor de una chimenea. Hoy en día no es difícil tener una en cualquier casa, puesto que fácilmente las encontraremos eléctricas. Ello nos ayudará a convertir el salón en un punto de encuentro cálido, acogedor e idóneo para toda la familia.

Por último, el hierro forjado es imprescindible para completar la transformación. Cabeceros, espejos o lámparas con este material completarán nuestra particular casa rural, la cual podemos culminar aderezándola con elementos decorativos de mimbre, barro o cristal. Con esto y un poco de paciencia para el día a día, convertiremos nuestro hogar en el más hogareño y confortable de todos.

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