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Madrid Fashion Week, en LD

Roberto Verino: "Me gusta más hablar de evolución que de revolución"

El diseñador asegura que pretende de alguna manera "incidir de forma positiva en el ánimo de la gente".

El diseñador asegura que pretende de alguna manera "incidir de forma positiva en el ánimo de la gente".
Roberto Verino, durante uno de sus desfiles | Cordon Press

La primera jornada de la MB-FWM empezó bastante calmada. El cambio del orden de los diseñadores trae como consecuencia el reparto de los desfiles fuertes a lo largo de tres días. Aunque no sé hasta qué punto es malo para esos creadores que siempre han liderado la Cibeles; y más aun desconozco cuánto beneficia a los que aun están en su "juventud" profesional.

En cualquier caso, al primero que le tocó estrenar, gracias a un sorteo, la semana internacional de la moda española para el otoño/invierno de 2013-2014 fue Andrés Sardá quien, abusando de encajes, mostró una lencería fina, de escasa originalidad, pero acompañada de pieles. Bajo el nombre Dualidad: sueños de encaje y seda, Andrés hizo guiños al estilo oriental a través de maxi-abanicos, plumas en la cabeza y sombrillas con encaje para "protegerse del sol": contradicción con la actual moda de estar bronceado.

Es evidente que Oriente es socorrido. Dualidad dicen porque, al parecer, mezcla oscuros con claros; es que había que buscarle un título. "(...) Pensados para salir del interior al exterior cierran el círculo de este viaje al centro de la noche, paraíso privado y estado mental en el que todo es posible", define esta colección el equipo del diseñador. Mientras, en contraposición al 'sexual lujo' de Sardá, Francis Montesinos ha decepcionado con tanta pretensión a caballo entre lo 'campechano' y lo 'oriental-español': una mezcla extraña que roza la extravagancia ausente de gusto.

Y pese a que intentara rememorar los 80 y nos condujera desde la pasarela a una especie de "musical", la coreografía de unos bailarines haciendo play-back no ayudó mucho al levantino. Insisto como la otra vez, por mucho show que haga, el 'hombre Montesinos' es un auténtico delito si no se trata de un traje de disfraces. Sin embargo, conecta con el público, algo que no todos los creadores consiguen.

Por otro lado, la colección de Teresa Helbig supo a Zara y Berskha, pero 10 veces más caro. Rosa y rosa; rosa y negro; negro con verde. Desde faldas plisadas hasta minifaldas a lo 'Lolita', esta colección conmemoraba los años 70, sin llegar a dudas. Pero la colección me recordaba, en cuanto a estilo, colores y tejidos, a la misma que debía de tener la enseña estrella del grupo Inditex en abril de 2012. Y por citar a otro más, Hannibal Laguna, con su eterna elegancia femenina con vestidos de noche, ha sorprendido con la entrada de la actriz-modelo Vanesa Romero cuyo vestido era el único que destacaba del resto de las prendas. 

Mientras tanto, aprovechamos para entrevistar a Roberto Verino quien, como filósofo de la moda, aprovecha para motivar el estado anímico de los españoles ante tanta crisis política, económica y, por supuesto, de valores, y cuya colección presentará mañana.

Pregunta- Se ha inspirado en los años 20 y 70. ¿Qué paralelismos encuentra entre estas dos décadas?

Respuesta- Estamos queriendo de alguna forma incidir de forma positiva en el ánimo de la gente. Es un momento de la esperanza por mejorar. Sentirse bien con nosotros mismos tiene que estar por encima de todas las noticias que día a día nos desaniman. Es el oficio del diseñador el conseguir anticiparse a las necesidades de un consumidor para conseguir que se acabe sintiendo bien porque se tiene que enfrentar al vestuario cada día. En España enseguida vemos solo lo negativo, y hay que buscar lo que genera la ilusión, el entusiasmo, porque si no podemos entrar en una espiral de presión colectiva y perder la esperanza.

P-¿Qué hacer con la gente que no cree en la moda?

R- (Ríe). Está perdida. Esa gente estaría en una situación de desaprovechar una tremenda posibilidad porque nosotros al final de cada día nos tenemos que vestir. Y si somos capaces de aprovechar el hecho de que el vestuario te dé un subidón se ha ganado una parte importante del ánimo; nada de tomar vitaminas externas. Las vitaminas tienen que ser internas, la capacidad de ilusionarse con uno mismo: valorarnos, querernos, cuidarnos.

P- Abundan muchas pieles en la colección que presentará mañana oficialmente...

R- La piel va unida al lujo. 

P- Pero en tienda abundan abrigos de piel sintética.

R- No, no. ¡Nunca sintética! Si acaso es piel ecológica que difiere con la sintética en que aquella procede de materias naturales mientras que las sintéticas provienen del petróleo. Pero entendemos que las pieles naturales tienen un coste.

P- Me recuerda a un estilo rococó. ¿Qué hay de barroco en esta colección?

R- Más que barroco es lujo. Todo lo que es la ornamentación del Barroco ha presentado un enorme influencia. No estamos inventando nada sino que estamos intentando ser capaces de lograr que los objetivos de una puesta en escena tan concreta y tan corta como son 20 minutos de exposición en una pasarela la gente capte la esencia. Ese momento de exposición tiene que ser muy concreto, muy centrado. Así, es la esencia del mensaje del optimismo, del lujo, el mensaje del inconformismo el que trataré de transmitir; la idea de que del esfuerzo general de todos implica que salgamos beneficiados todos.

P- Tras aludir metafóricamente a la 'mano invisible' tan verdadera. Una colección sucede a otra, ¿no es así?

R- Hay una constante evolución. A mí me gusta más hablar de evolución que de revolución. Yo me debe a un consumidor que cree en mí, que me sigue desde hace tiempo, que quiere seguir siendo vestido más como una inversión que como un gasto, pues en estos tiempos falta eso. Aquí no se gasta el dinero; aquí se invierte. Y en esa evolución que va en el ánimo de buscar la excelencia, la capacidad de que sin llamar la atención la gente demuestre quién es y saque su alma al exterior, temporada tras temporada, la colección que presentí. Es lo que nos diferencia realmente porque en el alma nadie es igual.

P- En la pasada colección para I/O se inspiró en Nueva York. ¿Qué tiene esta ciudad que tanto atrae?

R- Nueva York está presente en todas las colecciones porque no deja de ser la ciudad donde todo lo que tiene que ver con la puesta de escena se produce. Nunca dejaremos de tener a NY como referente, porque es la paradoja de todo: de lo más espectacular a lo más austero. Es el lugar en el que a todos nos gustaría poder estar compitiendo. Aunque es un mundo muy competitivo también, y no todos tenemos esa posibilidad. No obstante sigue siendo un referente indiscutible.

P- ¿Considera que, entonces, Nueva York, es la ciudad que está aplastando a otras capitales de la moda como París o Milán?

R- No estoy tan seguro. Sí a nivel de consumo. Las grandes ciudades acaban teniéndolo todo. Pero el conformismo de otras ciudades se tiene que romper. Y ahí está nuestra luchas que temporada tras temporada generamos lo que es a mí entender la clave: sorprender, emocionar y seducir. Nuestro interés reside en buscar la excelencia, la calidad por encima de todo. Además somos un país lleno de valores, de cultura y que si queremos podemos.

P- No dejarnos contaminar por las crisis políticas, económicas.

R- Eso es. Luchar por conseguir que esté la ética por encima de la estética. Ahí radica la esencia de la generación de ilusión, entusiasmo, optimismo, ver la botella llena y no vacía; y sobre todo no ser tiranos entre nosotros porque parece que nos degollamos continuamente. Tenemos que pensar que tenemos muchos valores y que tenemos que ponerlos en práctica.

P- Dicen que Roberto Verino ya pasó su crisis antes, hace años, y que pasa por buenos momentos...

R- Roberto Verino lo que ha hecho es hacerle frente a la crisis y utilizarla como una oportunidad. No le tenemos miedo a nada.

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