Una de las primeras cosas que nos planteamos cuando nos trasladamos a vivir a algún sitio o queremos renovar la imagen de nuestro hogar es cambiar el color de las paredes. Pero... ¿cuál utilizar? Esta duda ya va más allá de la elección del tono más adecuado: cálidos como rojizos o terracotas, fríos como el azul o el lila...colores pastel, intensos o una combinación de ambos... Ahora además podemos elegir el tipo de pintura en base su funcionalidad y efectos que queremos conseguir.
¡Cambia los imanes de la nevera a la pared y olvídate de los antiestéticos agujeros!
Un claro ejemplo lo encontramos en la siguiente labor de decoración: colgar e instalar complementos en las paredes y las fatídicas consecuencias que ello comporta en la mayoría de ocasiones: los agujeros y daños en la pared que ocasiona colgar cuadros, posters, o fotos y recuerdos familiares. Pero no te preocupes, porque ha salido una atractiva alternativa a clavos y chinchetas. Sí, se trata de la pintura magnética, la cual permite que los imanes se adhieran a ella gracias a unas pequeñas partículas de hierro fino en su composición. Quizá el predominio de tonos grises en este tipo de pigmentos parezca un inconveniente, pero nada más lejos de la realidad, ya que puedes pintar encima con el color que tú quieras.
Además, esta pintura cuenta con el extra de jugar con esta atracción magnética y crear determinados espacios en sus muros que complementen la estética de las estancias. Así, podrás crear murales infantiles ideales para los más pequeños o composiciones frutales y vegetales en la cocina. Del mismo modo, se convierte en un accesorio muy útil en la oficina ya que puede sustituir a la perfección las pizarras magnéticas o los habituales tablones de anuncios.
Apuesta por las fragancias
¿Y si pudieras pintar sin ese fuerte olor químico de las pinturas clásicas? Pues ya puedes hacerlo con la nueva variedad de pinturas aromáticas que existen en el mercado. Los aromas frutales y florales de esta nueva gama te facilitarán tanto el proceso de aplicación como habitar instantáneamente la estancia poco después.
Además, no se trata de fragancias aleatorias, sino que están estrechamente ligadas a las tonalidades.
- Amarilla: huele a plátano, vainilla o limón
- Rojiza o anaranjada: con olor a melocotón
- Granate: su aroma es de cereza
- Colores fríos como verdes o morados: simulan incluso la menta, las rosas o las lilas.
Podrás emplearla en todo tipo de superficies como ladrillos, yeso, escayola, cemento, pladur, fibrocemento... ya que al estar incluida dentro del grupo de pinturas plásticas también cuenta con todos sus beneficios, incluidos su facilidad de secado y lavado.
Como se puede observar los avances y posibilidades de la pintura crecen... pero la elección y su potenciación sólo dependen de ti.