Menú
Mesas que enamoran

Mesas para ocasiones especiales

Quedarse en casa puede ser la mejor alternativa si tenemos un buen plan.

Quedarse en casa puede ser la mejor alternativa si tenemos un buen plan.
Poner la mesa | Flickr/Elin B

Las comidas o cenas en casa se han convertido en una excelente alternativa a las salidas de casa, ya que permite un ambiente mucho más íntimo y familiar que en un local. Además, en caso de que decidamos cocinar nosotros mismos, permite disfrutar de comidas caseras y sorprender a los invitados con nuestras habilidades culinarias. Pero, ¿cómo debemos colocar y distribuir la mesa según la ocasión?

El primer elemento indispensable es el mantel, ya que sirve para proteger la mesa, tanto de derramamientos de líquidos como de posibles marcas de los utensilios en el mueble, y amortigua el sonido producido. Por eso, es importante que cubra toda la superficie y, si es posible, que cuelgue un poco por los laterales, pero sin excesos - nada de que llegue hasta el suelo -. Es recomendable que los colores no sean muy estridentes, como los terrosos o neutros. Si preferimos algo más sofisticado, esto nos permitirá jugar un poco más con la decoración, puesto que podemos dar un toque de coloro con esterillas pequeñas o mantelería individual. Eso sí, todas deben ser del mismo tono para mantener la línea estética y no caer en mezclas excéntricas.

Este rasgo también debe permanecer en la vajilla y cubertería, las cuáles no deberán ser nunca de madera o plástico porque causarían mala impresión. Su distribución variará en función del grado de familiaridad y formalidad que implique nuestra comida o cena, mientras que la decoración dependerá de si queremos darle algún toque temático o corresponde a alguna celebración señalada, como Navidad o San Valentín. Pero si no estamos seguros, un centro floral será siempre un acierto, ya que aportará color y aroma a la velada. También podemos combinarlo con alguna vela, que aporte calidez al ambiente.

Una mesa para Navidad

En estos casos la decoración juega un papel fundamental ya desde la base: el mantel. Éste puede ser de estampado navideño, con lo que la decoración deberá ser mínima para evitar sobrecargar la mesa. O, por el contrario, optar por un sólo tono para combinarlo con complementos decorativos. Podemos elegir el rojo y complementarlo con objetos en blanco o plata, o bien elegir el blanco y decorar con rojo y dorado.

Mesas que enamoran

A pesar de ser una fecha con cierto debate a su alrededor, siempre hay algún detalle para San Valentín, y una cena para disfrutar de la compañía de tu pareja se convierte en una alternativa perfecta - incluso mejor que un regalo material-. No importa si hay mucha o poca decoración, sino el detalle cargado de significado. De ahí, que más allá de la acertada propuesta de colocar un mantel blanco con servilletas en rojo, podemos incluir algún elemento que guste a ambos guarde recuerdos inolvidables. Esto combinado con un ambiente fruto de las velas y las flores darán a la velada ese aire romántico que muchas veces dejamos olvidado.

En Chic

    0
    comentarios