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'Es Sexo'

¿Es mejor sugerir o mostrar el sexo?

En Es Sexo de Cine se habló de la película El lobo de Wall Street y Andrés Amorós comentó lo bonito que es sugerir.

Es Sexo de Cine: 'El lobo de Wall Street'

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En Es Sexo de Cine se habló de la película El lobo de Wall Street y Andrés Amorós comentó lo bonito que es sugerir.
'Es Sexo'

En esta edición de Es Sexo de Cine Ayanta Barilli, Eva Guillamón y Andrés Arconada comentaron la película El Lobo de Wall Street. Además, estuvo en el programa Andrés Amorós para comentar su punto de vista sobre la literatura erótica.

Amorós explicó los rasgos más característicos de la literatura erótica de los últimos siglos y resaltó que, como se ha demostrado durante años, "es más sensual sugerir" que ser directo. Quiso recordar que "erótico puede ser todo" y que "erótica" era un tipo de literatura en Roma.

Siempre ha habido literatura erótica, aunque ahora está en pleno auge y suelen ser grandes éxitos en las estanterías de best-seller. Pero Andrés dejó claro que "hay obras de calidad y otras que son simplemente para leer". A la hora de hablar de sexo "se puede tratar con categoría literaria o sin ella" y desveló que es mucho más complicado escribir sexo con calidad literaria.

"Muchas veces la sugerencia es mucho más sugestiva y sensual que la mención directa", dijo Amorós. Casi siempre, tanto para el cine como para la literatura, funciona mucho mejor y es más erótico un semidesnudo o sugerir ciertos actos sensuales que mostrarlos o explicarlos completamente.

"Hay que conseguir mantener el ritmo, tener subidas y bajadas, y así aumentar el morbo y evocar esa situación de deseo", comentó Andrés. "Los clásicos eran muy sabios y sabían cuál era el sentido de la armonía y que los excesos no son la mejor forma para conseguir una felicidad plena", opinó el invitado de Es Sexo.

El ritmo frenético de 'El lobo de Wall Street'

La última película de Martin Scorsese, El lobo de Wall Street, está siendo todo un éxito. Tan solo con el tráiler se puede ver ese ritmo frenético al que tiene acostumbrado el director. Adrés Arconada, Ayanta Barilli y Eva Guillamón escogieron este filme para comentarlo en Es Sexo de Cine.

El lobo de Wall Street, una película con un gran contenido sexual, está arrasando en las taquillas. Refleja a la perfección con cada imagen cómo se toma el sexo el protagonista, Leonardo Dicaprio. Está basada en la vida real y biografía de Jordan Belford, un corredor de bolsa que consiguió hacerse millonario a costa de estafar a sus clientes. Él vive para las fiestas, el sexo, las drogas y el dinero. Al principio, intenta ser buena persona, pero en su primer trabajo conoce a un estafador que le enseña los trucos de cómo vender humo para hacerse rico. Por varias ciscunstancias acaba en un sitio cutre vendiendo pequeñas acciones, pero por su don de vender cualquier cosa acaba montando su propia empresa con otra persona. Consiguen convertirse en millonarios y que sus empleados ganan mucho dinero.

Estuvo perseguido por el FBI y muchos otros departamentos policiales porque sus actos ilegales llamaban mucho la atención. Sin embargo, le acaban arrestando por unos comentarios que hizo su compañero en una llamada telefónica. Esta es una de las mejores escenas de la película, y como apuntó Arcona: "Solo por esa escena se debería llevar el Oscar, porque es muy complicada y Dicaprio lo borda". El personaje que interpreta Leonardo es muy complicado, sin embargo, "lo hace genial, porque mantiene el equilibrio, no se sobrepasar ni se quedar corto. Lo hace perfecto".

La historia que cuenta el filme, que está basada en hechos reales, no es lo fundamental. Lo extraordinario es el personaje de Jordan Belfort, cómo lo interpreta Dicaprio, el ritmo frenético y todos los personajes que rodean al protagonista. Está repleta de humor negro y no hay nada de la película que esté considerado "como algo correcto", explicó Ayanta. Añadió que todos son "unos encantadores de serpientes que están encantados de ser así".

Según el personaje de Leo todo se compra, "porque las mujeres con las que se relaciona son prostitutas, que las trata como objetos y solo busca tener a su lado a una muñequita", comentaron los tertulianos sobre al mesa de Es Sexo. Lo más extraño es que, aunque el personaje de Jordan es nauseabundo y frívolo, a la vez consigue que atraiga ese poder inmenso que tiene. "Scorsese cuenta muy bien cómo es posible que un papel tan deleznable consiga empatizar con los espectadores", aclaró Andrés Arconada.

Aunque la película dura tres horas, Andrés informó de que "ya se sabe que la edición doméstica de El lobo de Wall Street llegará a las cuatro horas, que saldrá en primavera e incluirá muchos más desnudos explícitos y más palabrotas".

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