La localidad de Noiva do Cordeiro, ubicada en la región sureste de Brasil, tiene una particularidad notable: su población de 600 personas está compuesta enteramente por mujeres de entre 20 y 35 años.
¿A qué se debe esa anomalía? Las habitantes de Nova do Cordeiro imponen unas reglas estrictas. Los hijos deben marcharse de allí a los 18 años de edad y a los pocos maridos que quedan solo se le permite estar en la ciudad los fines de semanas, momento en el que las muestras de pasión se repiten en todos los lugares de la ciudad.
El asentamiento se remonta a la década de 1890, cuando una joven mujer y su familia (Maria Senhorinha de Lima ) fueron excomulgados de la iglesia católica después de que ella fuera acusada de adulterio. Poco a poco más mujeres solteras y madres de familia se unieron a la comunidad. En la década de los 40 un pastor evangélico se convirtió en su principal líder, tras casarse con una de las jóvenes habitantes. Impuso severas reglas que, pese al matriarcado actual, han logrado sobrevivir.
En varias décadas hubo varios intentos de los hombres de intervenir en su forma de vida, lo que las llevo a adoptar una política estrictamente "no masculina". Y no desean que cambie, eso no significa que no quieran conocer caballeros: sólo que éstos deberán acostumbrarse a su modo de vida.