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Katy Mikhailova

Tacones: es cosa de hombres

Estilizar, ir a la moda y explotar el atractivo sexual. Es la finalidad de los tacones y de la empresa Masaltos, con la salvedad de que son para hombres.

Estilizar, ir a la moda y explotar el atractivo sexual. Es la finalidad de los tacones y de la empresa Masaltos, con la salvedad de que son para hombres.
Tacones "masaltos" | Youtube/Masaltos

Cada vez más y más mujeres se atreven con los tacones. Sean altas o bajitas, la mayoría persiguen un triple objetivo: estilizar el cuerpo, ir a la moda y explotar su atractivo sexual. No en vano quemaban las hippys no sólo sus sujetadores sino también este tipo de zapato, pues consideraban que era una opresión de la mujer y que nos convertía en objeto sexual. Pero las Femen a estas alturas -y nunca mejor dicho- me dan mucha pereza.

Para el hombre el debate del zapato con "tacón interno" es un tema tabú, a pesar de que Sarkozy marcara tendencia en la era de su mandato, acompañado de su bella primera dama a la que obligaba a calzar zapatos con tacón pequeño.

En Sevilla vieron venir esta necesidad. Y el negocio en cuestión es actualidad porque este año se expanden por Japón, a raíz del acuerdo firmado recientemente con ATPC Japan. Se llama Masaltos y lleva desde principios de los 90 comercializando calzando con alza para los caballeros. Sí, sí, años 90. 1993 para ser exactos. Miles de clientes, de casi 90 países, en estas dos décadas les han contactado para hacerse con un par de <masaltos> que les saque de un apuro. Y es que el secreto está en que el "tacón" vaya por dentro, así nadie sospechará nada. Aunque, para las que tenemos buen ojo, se aprecia claramente que la persona está inclinada ligeramente y que además el zapatón es más largo de lo que debería ser.

El éxito de esta empresa española, que fabrica su calzado en Italia y España, es tal que los hombres japoneses ya están enganchados. Ya está: necesidad creada. Y lo mejor, una marca española les ayuda. Admiro modelos de negocios como este. Y es que el hombre asiático mide 168 centímetros de media, frente a los 172 centímetros del europeo y los 178 del estadounidense. Y, aunque el hombre español haya pasado de los 163 centímetros de estatura a los 175 en tan sólo 100 años, tal como publicaba un estudio de la revista Oxford Economic Papers hace casi dos años, no nos engañemos: el hombre bajito sigue existiendo. ¿Y? ¿Desde cuándo unos centímetros son tan importantes?

La idea pionera por parte del fundador, de la empresa familiar, Antonio Ferreras, se debió a una lesión durante un partido de tenis que sufrió su padre Andrés. Dicha lesión le obligó a llevar zapatos ortopédicos que no le gustaban durante su estancia en Alemania. Investigando, halló una tienda en Italia en la que producían este tipo de calzado pero con una estética que iba a la moda. Y así fue cómo se gestó la brillante idea de crear una tienda que ofrecía zapatos con alzas.

La realidad es que, pese a que parezca que el hombre se ha vuelto más liberal y libertino, a la hora de que comprar este tipo de calzado, los complejos afloran. Razón por la cual esta empresa sevillana envía los paquetes al domicilio de sus clientes sin logotipos ni ninguna característica específica que delate qué ha comprado el usuario. Y es que en Masaltos la gran parte del volumen de negocio se factura por Internet, un claro indicio de que por mucho que vayamos de modernos, tal como asegura el hijo del fundador, la vergüenza de entrar en la tienda que tienen a pie de calle es casi un dato cuantitativo.

La moda es un grito de libertad que tiene como fin que uno desate su atractivo a cualquier precio, y por ello hay que respetar que cada individuo escoja la manera en la quiera hacerlo. Pero, desde el respeto y la curiosidad, ¿no creen que es mejor contar con un alza en las neuronas?

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