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Extremadura: el laboratorio de la receta electrónica interoperable

La comunidad autónoma emite la primera tarjeta electrónica interoperable del país que se probará con pacientes reales controlados a corto plazo.

La comunidad autónoma emite la primera tarjeta electrónica interoperable del país que se probará con pacientes reales controlados a corto plazo.

¿Cuál es una de las más antiguas ambiciones del Sistema Sanitario Público? Probablemente, emitir una receta electrónica interoperable, apta para realizar todo tipo de trámites y acceder a medicamentos mientras se visita otro punto distinto del país al de nuestra comunidad autónoma. La mayoría de las veces, la única solución para solucionar ese trámite era llevar en la maleta el bañador y varias cajas de los fármacos habituales. El solucionar esta injusticia era una petición de los pacientes tanto como un objetivo y un reto de la sanidad pública española. Y en Extremadura se ha hecho realidad.

El término interoperabilidad, tan usado en el ámbito sanitario, implica comunicar diferentes sistemas de información para poder intercambiar datos y gestionarlos. Aplicado a la prestación farmacéutica, el significado de esta palabra adquiere un matiz especial, porque se traduce directamente en un mejor servicio y en una mayor comodidad para los pacientes, para los profesionales médicos y también para los farmacéuticos.

Con la interoperabilidad se permite el acceso a las recetas médicas emitidas electrónicamente en una comunidad autónoma desde cualquier punto de dispensación del país. No ha sido sencillo abolirlo, ya que si bien todos los territorios de España manejan funcionalidades similares, lo cierto es que en la práctica tienen sistemas de información muy dispares.

Extremadura, junto con Canarias, se ha colocado a la cabeza del proyecto nacional de Interoperabilidad de la Receta Electrónica promovida por el Ministerio de Sanidad. El pasado mes de febrero se produjo el paso decisivo para el cambio con la emisión de la primera tarjeta electrónica interoperable de España.

El objetivo de este proyecto piloto es detectar y corregir los posibles errores que se pueden producir en el intercambio de información entre las comunidades participantes antes de su implantación generalizada. El alcance del pilotaje incluye únicamente a los pacientes con tarjeta sanitaria del SNS que dispongan de receta en formato electrónico de un medicamento financiado o no que esté recogido en el nomenclátor oficial. La emisión de la primera tarjeta electrónica interoperable supone, con todo esto, todo un hito en este tránsito hacia un Sistema Sanitario verdaderamente cohesionado y es el primer fruto tangible de un trabajo de varios años de intercambio y de tratamiento de información a nivel nacional cuyo objetivo fundamental es beneficiar al ciudadano.

El hecho de que Extremadura disponga del sistema de información sanitaria más potente de España, el conocido como sistema JARA, que cuente como una receta electrónica desplegada en el 100 por cien de su amplio territorio y la magnífica predisposición de los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Cáceres y de Badajoz, son algunos de los motivos por los que esta región se ha convertido en un auténtico laboratorio de la interoperabilidad.

Medicamentos con receta electrónica

En el marco del pilotaje de este proyecto nacional, Extremadura actúa como comunidad autónoma prescriptora, mientras que Canarias participa como dispensadora. Un médico del Servicio Extremeño de Salud prescribe un medicamento que se asocia a la tarjeta electrónica interoperable, para que un farmacéutico canario pueda dispensar allí el medicamento recetado desde Extremadura.

Hasta ahora, esta operación de prescripción y dispensación de medicamentos haciendo uso de la interoperabilidad se ha estado probando con un paciente ficticio, pero muy pronto se probará con un paciente real controlado y, además el proceso se convertirá en bidireccional, porque ambas comunidades autónomas estarán en disposición de actuar con los dos perfiles, es decir, como prescriptoras y también como dispensadoras de fármacos.

Ventajas y beneficios

Las ventajas de este gran proyecto son múltiples y sus beneficios son tanto para los propios ciudadanos como para los médicos y los farmacéuticos.

Para el paciente, la interoperabilidad se traduce en el hecho de llevar de viaje solo la medicación que está tomando, sin tener que estar pendiente de recoger la medicación antes de visitar otra comunidad autónoma y evitando que se le acumulen un montón de medicinas en el botiquín de su casa.

Para los médicos, la interoperabilidad supone un mejor control de la medicación que prescribe, sin tener que hacerlo por adelantado, lo que es de especial interés en el caso de los estupefacientes. Además, puede tener acceso a la información relacionada con la medicación que le ha sido dispensada a su paciente mientras estaba en otro punto del país.

El farmacéutico, a su vez, puede disponer de la información de la medicación dispensable de los pacientes, con independencia de la comunidad autónoma en la que se ha realizado la prescripción y puede recibir instrucciones del prescriptor, sin importar el territorio de España en el que ejerza su actividad.

Los pasos hacia la anhelada interoperabilidad son firmes y la aportación de Extremadura en este proceso está siendo decisiva. Una vez que concluyan las pruebas con el paciente ficticio y se superen las que en muy breve espacio de tiempo se realizarán con un paciente controlado, Extremadura y Canarias ya estarán pilotando el proyecto con el resto de sus pacientes.

Con el sistema de interoperabilidad funcionando correctamente, el resto de comunidades se irán incorporando de manera progresiva hasta completar todo el mapa nacional. Una meta que se vislumbra cada vez más cercana y que pondrá darse como conseguida a finales de 2016. Sin duda, cuando todo el trabajo concluya y esas ventajas que ahora se vislumbran como objetivos sean ya una realidad, Extremadura será recordada como aquel laboratorio en el que todo comenzó.

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