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Katy Mikhailova

Una moda por la vida, una moda por la familia

Hay modas que apoyan la maternidad, la familia y la vida, mientras que otras hacen todo lo contrario.

Hay modas que apoyan la maternidad, la familia y la vida, mientras que otras hacen todo lo contrario.
Imagen de la campaña de Desigual | Archivo

Hay modas que apoyan la maternidad, la familia y la vida, mientras que otras hacen todo lo contrario. Y es que, a pesar de ser conocidos por su estilo transgresor y de exaltar la sexualidad en algunas ocasiones, las polémicas declaraciones de hace unos días de Dolce&Gabbana y el homenaje a la madre y a la vida durante su último desfile en Milán de hace 3 semanas hace que el número de detractores de la marca solo vaya en aumento. ¿Dónde queda, pues, la libertad de expresión de los italianos? Al margen de ello y pese a que la noticia sea que Stefano Gabbana y Domenico Dolce consideran que una pareja de homosexuales no debe adoptar niños, hace una semana que se celebró exitosamente la marcha por la vida en Madrid y los italianos se anticiparon a esa bonita causa. En tiempos en los que las tradiciones cuanto más se rompan más se progresa -eso dicen-, la firma de lujo italiana una vez más mostró su apoyo a la familia a través de su moda, de sus diseños, de su esencia; y esto perdura más que unas meras opiniones que en dos semanas se nos olvidarán a todos. Así, el tándem de diseñadores proponía una colección para invierno 2016 en donde sobre el estampado de diversas prendas de ropa aparecen frases como "per la mamma piu bella del mondo" o "je t’aime, mama". También los dibujos, aparentemente esbozados por niños, de casas, gatos, flores, pájaros o incluso la figura de la madre acompañada de sus hijos se hallan bordados sobre vestidos, faldas, bolsos y demás prendas que conmemoran y nos trasladan al recuerdo de una infancia feliz. Los guiños a la Iglesia Católica tampoco faltaron, pues, en una línea más de la Italia renacentista, vestidos florales rodean a la imagen de una madre con un bebé en brazos cuya composición pictórica recuerda al estilo de virgen con niño. El espectáculo era, sin duda, la aparición de modelos en el ‘cat walk’ acompañadas de menores; incluso algunas maniquíes embarazadas caminaban con elegancia como si se trata de una modelo habitual. Un claro abrazo a la belleza y al honor de ser madre.

Sin embargo, podemos ir más allá de una estética propuesta por una firma de lujo conocida en el mundo entero. Podemos, y debemos, preguntarnos el porqué de que en España, por ejemplo, una firma catalana como Desigual -que se posiciona como el tercer grupo más potente del país por su volumen de negocio- propone pinchar preservativos, como homenaje al día de la madre en mayo de 2014, porque a la modelo del anuncio el colorido y estrambótico vestido de la firma le queda mejor si lleva un cojín debajo del mismo. Y, mientras tanto, hemos de analizar por qué una marca italiana ofrece una verdadera condecoración a la madre, sin complejos y con un par de tacones. La realidad y la respuesta a estas preguntas es más sencilla de lo que parece: si bien España se considera un país sociológicamente católico, en Italia, además de caracterizarse por la misma cultura, también sus ciudadanos son practicantes. Y bajo esta filosofía la importancia de la unidad familiar, a menudo representada en campañas de Dolce&Gabbana, protagonizadas además por la curvilínea Bellucci, el país transalpino defiende sus valores. Campañas en las que figura la abuela, los hijos, los hermanos y los nietos, todo ellos felices y unidos en un entorno romano y auténtico. Pero en España intentan enterrar al toro y a la bandera, a pesar de que Osborne y los relojes Toro Watch también recrean una ética, unos orígenes y unos valores sobre diferents complementos.

Hay otras marcas que no se sabe bien qué buscan: defender una ética progresista o simplemente llamar la atención. Y es que en esto de la maternidad Karl Lagerfeld ha mostrado el punto de vista que más le interesaba. Y es que este verano, en el cierre de su desfile de primavera-verano 2015, el director creativo de Chanel cerraba su propuesta con una novia vestida de blanco y embarazada. Una clara provocación a los católicos conservadores al mostrar que la supuesta pureza del vestido blanco se ve mancillada al exhibir a la muchacha con un embarazo evidente de al menos 6 meses.

Dejémonos de modas y de modos, y evaluemos lo que la naturaleza genera, sin necesidad de apegarnos a una religión o filosofía, pero busquemos la congruencia entre la ética y la estética, porque la vida es el bien más preciado que tenemos.

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