Nunca es demasiado pronto para empezar a preparar en casa esta importante festividad que se repite cada año y reúne a familiares y amigos. Luego nos esperamos hasta última hora para empezar a montar las decoraciones navideñas y, si nos descuidamos, la pereza puede con nosotros y acabamos montándolo a medias o acabamos sin decoración. Siendo una festividad tan bonita, ¡lo mejor es que la adornemos como se merece! Así pues, en este post os ayudaremos con los primeros pasos para preparar la Navidad.
En primer lugar, os aconsejo abrir las cajas donde lo tenéis todo guardado y empezar a revisar todo lo que os falta. Puede que el año pasado se os rompiera alguna figurita esencial del belén, o que este año queráis darle un toque plateado a vuestro árbol de navidad, en lugar de vestirlo con guirnaldas rojas. No cometamos el error de pensar que el rojo es el único color navideño, ¡cada año podemos jugar con distintas tonalidades! Lo mejor es no repetirse todos los años porque sino la decoración dejará de brillar algún día. No es necesario comprar de todo para cambiar la decoración, simplemente bastará con que seleccionemos los elementos imprescindibles, como las luces (¿blancas o de colores?), las bolas navideñas (¿plateadas o de color?) y otros complementos y accesorios (lacitos, muñecos, figuritas…). Si lo planificamos con tiempo podremos hacer un uso diferente cada año de toda la decoración navideña con la que contemos en casa.
En segundo lugar, ponernos a la moda. Cada año surge algún invento o diseño navideño que revolucionar las tiendas y los hogares. Hace unos años surgió el Papá Noel que escalaba por los balcones, y luego también los tres reyes magos. Al igual que esto, seguro que si os ponéis a investigar descubriréis qué es lo que va a romper estas navidades y os anticiparéis a vuestros vecinos.
Y ya, en tercer y último lugar, ¿quién va a venir a casa a celebrar la Navidad con nosotros? Esa es la pregunta que tenemos que hacernos, no solo para empezar a pensar en los menús que cocinaremos, sino también para que podamos preparar diferentes encuentros y disfrutar en reunión todas las fechas más señaladas. Si nos descuidamos, hermanos e hijos lo planificarán antes y no les veremos en casa. Y, si hay algo cierto en Navidad, eso es que es para vivirla en familia.