Las normas están para romperlas. Al menos es lo que deben pensar las mujeres que siguen la creciente moda de dejarse crecer el vello corporal. No más depilaciones dolorosas de axilas, ingles y piernas. Pero, ¿qué hay detrás de esta moda transgresora? En las mayoría de los casos, son las organizaciones feministas quienes tratan de normalizar la presencia del vello que crece de forma natural en el cuerpo femenino y romper con los cánones establecidos. Si en el cuerpo masculino está permitido, ¿por qué no en el femenino?
La depilación de la mujer está ligada a la belleza desde que comienza a tener vello en el cuerpo, ya sea por higiene o estética. Sin embargo, todo cambió hace un par de años cuando el movimiento Free Your Pits (Libera tus axilas) en Estados Unidos, invitaba a mujeres a dejar crecer su vello corporal "como una forma de identidad, feminismo, positivismo y libertad a la hora de vivir", porque donde hay pelo, hay alegría.
Una de las mujeres pioneras antidepilación fue la bloguera Roxie Hunt. En su exitoso blog How-to Hair Girl, relataba cómo dejó de afeitarse las axilas durante cinco años para después teñirlo, una forma de hacer "bonito" algo que la sociedad impone como desagradable. Todo un éxito. Las redes sociales se llenan de fotos de mujeres con el vello axilar de mil colores.
Otra de sus pioneras, la actriz Gwyneth Paltrow, le declaró la guerra al exceso de depilación en las zonas íntimas de la mujer y, un año después cogió fuerza el movimiento #sobaquember en las redes sociales. Toda una defensa de que no depilarse no implica ser antihigiénica.
Como no podía ser de otra manera, fueron las celebrities más transgresoras quienes se unieron al movimiento. Madonna, siempre dispuesta a saltarse las reglas, compartió una imagen en su perfil de Instagram con el brazo levantado mostrando su vello axilar para mandar el mensaje de que no hace falta depilarse para ser atractiva. Lo mismo se le ocurrió hacer a Miley Cyrus, nada más y nada menos que en la amfAR Gala de Nueva York, una de las citas más importantes de la lucha contra el sida y una oportunidad de oro para dar visibilidad al movimiento.
Y en este tipo de modas, nada como que las abanderadas sean algunas de las mujeres más influyentes del planeta. Marcas de ropa como la belga Filles à papa hicieron que artistas como Beyonce o Rita Ora cayeran rendidas. En su última campaña, la arriesgada firma mostraba a sus modelos en bañador y sin depilar. De momento, la moda no parece tener cabida en España, o al menos no aposta.
