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La presbicia puede aparecer a finales de la treintena por culpa de los dispositivos electrónicos

La vista cansada o presbicia ya es una constante en la vida cotidiana de los españoles. 

La vista cansada o presbicia ya es una constante en la vida cotidiana de los españoles. 
La presbicia se adelanta | Pixabay

Tan solo cinco años han bastado para que la presbicia o vista cansada irrumpa una década antes en la vida de los españoles. Así, esta dolencia en los ojos ya afecta a personas de 38 y 39 años. La explicación la hallamos en los dispositivos electrónicos como tabletas, ordenadores y, por supuesto, nuestro querido y sempiterno teléfono inteligente.

Aunque es cierto que es a partir de los 45 años cuando la presbicia se vuelve un fenómeno generalizado con un 81% de afectados, actualmente nos topamos con el dato de que cada vez la padecen personas más jóvenes.

Por lo tanto, no es necesario soplar ya las cuarenta velas para que empecemos a advertir que las letras nos bailan, que leer la carta del restaurante nos exige un tremendo esfuerzo y que sintamos incomodidad y cierto escozor en los ojos.

Los expertos, asimismo, tiemblan ante nuestro grado de conectividad que cada día va a más y a edades más tempranas. Al menos así lo estima, Emilio Juárez, director médico del Instituto Oftalmológico Tres Torres (IOTT).

En este sentido, Juárez asegura que el 10 % de la cirugías que se realizan para corregir la presbicia corresponde a personas entre los 38 y 39 años. Una circunstancia que se podía considerar excepcional hace tan sólo cinco años con únicamente un 0,5 % de estas intervenciones.

Lo curioso de estos nuevos pacientes es que éstos no pueden amoldarse tan fácilmente a las gafas como alguien de más edad: "No es lo que corresponde a esa edad, una evolución progresiva de ese deterioro permite una adaptación progresiva a las gafas, pero una adaptación brusca a la pérdida de visión de cerca es difícil, y solucionarlo con gafas no es fácil".

La presbicia se debe al propio envejecimiento del ojo, que pierde su capacidad para enfocar de cerca, además de su elasticidad. Por lo tanto, es unánime la afirmación de que nada se puede hacer para evitar su aparición. Sin embargo, ahora los oftalmólogos nos hablan de un factor nuevo que sí que está en nuestra mano evitar con el objeto de retrasar la manifestación de la vista cansada.

Desde luego es evidente que tarde o temprano sufriremos esta dolencia. No en vano, el 98% de la población mayor de 65 años ya la padece y necesita recurrir a unas gafas u operarse para olvidarse de ella. La vista cansada, además de incidir sobremanera en nuestra calidad de vida, empeora con los años.

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