Menú
Katy Mikhailova

Sucio que te quiero sucio

Primero fueron los vaqueros, ahora las zapatillas sucias y usadas.

Primero fueron los vaqueros, ahora las zapatillas sucias y usadas.
Las zapatillas sucias de Gucci | Gucci

De los creadores de los "tejanos con barro por 400 dólares" llegan "las zapatillas sucias de Gucci". Eso de reciclar la moda algunos se lo están tomando demasiado en serio. La última colección de la casa italiana -fundada a principios del siglo pasado por un botones de un hotel de lujo londinense, Guccio Gucci- no pasa desapercibida.

¿El culpable? Alessandro Michele, el director creativo de la firma de lujo que entiende por <arte> sacar de paso en la pasarela unas zapatillas usadas, sucias o viejas; o todas estas cosas al mismo tiempo. En el pintoresco marco de un palacio renacentista italiano, Pitti, tuvo lugar la nueva colección de Gucci para 2018 llena de ostentación y lujo: los "eufemistas" dirán que está repleta de "maximalación" y simula el "barroco". -Maximalista, lo contrario a minimalista; el conocimiento es poder-. ¡Pues ale! Que así sea. Todo muy mucho, salvo por un pequeño matiz que respalda la polémica mediática: las zapatillas están lejos de la pureza brillante.

Algunos críticos de moda hablan de estas prendas como "exóticos accesorios", lo cual no deja de recordarme a eso que decían de la "desaceleración económica" algunos medios cercanos a la izquierda sobre la crisis cuando ésta despuntaba allá por el 2007. Pero me gusta esa metáfora: la próxima vez que su compañero sentimental huela mal dígale "exótico aroma"; o cuando el entrecot no esté a su gusto, espétele al camarero "exótico sabor". Me gusta, me gusta.

La mala noticia es que estas zapatillas finalmente no se van a poner a la venta -por el momento-. No sé si por la falta de higiene -aunque quiero pensar que en verdad esas zapatillas eran nuevas pero teñidas de "blanco sucio"-, por la falta de interés de su público objetivo o porque simplemente son una horterada. Si no: siempre nos quedan los cartones de basura de Moschino, los tetrabrik de leche de Chanel y las cortinas de Dolce&Gabbana.

En Chic

    0
    comentarios