Menú
Katy Mikhailova

Se nos va de las manos

Una vez algunos han conseguido llenar su cuerpo de tatuajes, se pone de moda tatuar a las mascotas, sobre todo a los gatos.

Una vez algunos han conseguido llenar su cuerpo de tatuajes, se pone de moda tatuar a las mascotas, sobre todo a los gatos.
Yoana, la pretendienta tatuada | Mediaset

Los que me conocen saben que soy amante de los animales, y sobre todo de los felinos, aunque disto mucho de la ecologista coñazo de turno obsesionada con su mascota y la capa de ozono. Pero la noticia que leí hace unos días tan sólo refleja el declive de la raza humana -o una parte de ella-.

Tatoo-gatos es el reflejo de la perversión de la mente de algunos individuos de este planeta que, a falta de espacios en sus cuerpos, optan por tatuar a su felino. Sobre todo, esto sucede con los gatos de la raza sphynx -esos que no tienen pelo-.

Y es que en Rusia es algo que se está poniendo de moda. Un tatuador llamado Alexander Romashev ha decidido sellar la piel de un gato de esta raza. Para colmo, el hombre en cuestión se jacta de haber utilizado anestesia. Como este humanoide, otros más.

Tatuar el cuerpo de uno mismo no mola. Lo hace todo el mundo. Ahora lo que se lleva es tatuar a la mascota. No puedo dejar de preguntarme qué clase de animal comete semejante barbarie y hacia dónde mira la legislación. Estamos, presupongo, a nada de llenar de pendientes a nuestras mascotas, y esto sí que empieza a ser preocupante.

Haciendo zapping el otro día me quedé unos minutos viendo Mujeres y Hombres y viceversa anonadada con una pretendienta, de origen búlgaro. El escote, la espalda, los hombros, los brazos… todo… todo estaba tatuado. El pelo lo llevaba con un corte hitleriano y la raya en medio. Sorprendente resulta además que alguien tan joven y con unos rasgos tan bonitos se destruya, estéticamente hablando, de esta manera.

Aquí ya no hay un debate de la libertad de hacer con el cuerpo de uno lo que se desea, sino de condicionar la piel de una persona de esta manera -no hablamos de tatuajes aislados- para el resto de su vida.

No sé qué nos está pasando, pero cuanto más lo pienso más me asusto.

En Chic

    0
    comentarios