Con los 23.300 millones de euros que mueve en todo el mundo, la industria del regalo promocional confirma su magnífico estado de salud. Son cifras del año 2017 de la Asociación Internacional de Producto Promocional que, sin tener cerrado en informe de 2018, ya ha avanzado que el último trimestre del año pasado el sector registró un crecimiento de cerca del 6% en cuanto a facturación. Un mercado en alza que no ha dejado de crecer y batir récords en los últimos años gracias a la efectividad demostrada de los regalos promocionales, a la buena acogida de los usuarios y el convencimiento por parte de las marcas de que es la vía publicitaria que les ofrece los mejores niveles de eficacia y efectividad en estrategias de marketing. Una auténtica revolución en el panorama sector de la publicidad que suma cifras récord no solo en cuanto a facturación, sino también en efectividad, impacto en el tiempo y recuerdo de marca.
Los regalos promocionales van más allá de ser una nueva vía publicitaria. No solo han sorteado el handicap de la saturación de publicidad que los usuarios sufren, sino que han sido capaces de transformar completamente la manera en la que las marcas llegan a sus usuarios. Y lo hacen ofreciéndoles algo que es útil, que agradecen y que incluso desean en muchas ocasiones. Los departamentos de marketing de empresas de todo tipo y tamaño han encontrado en los regalos personalizados la solución de bajo coste y elevada efectividad que les permite llevar la marca allí donde siempre han deseado: a los contextos más personales de los consumidores, a sus casas, bolsillos, oficinas y coches. A aquellos escenarios donde transcurren las escenas cotidianas de sus vidas y donde las marcas ganan más visibilidad y poder de fidelización.
Frente al modelo tradicional de publicidad cuya efectividad está supeditada a la visualización momentánea de un anuncio de televisión o una página de un periódico, los regalos de empresa basan su éxito en un impacto de larga duración. "Ocho de cada diez consumidores guardan los artículos promocionales que las marcas les regalan durante más de un año", apunta Diederik de Koning, socio fundador de Gift Campaign, empresa líder en el sector de los regalos personalizados. Con un hecho como este, el deseado recuerdo de marca "se intensifica, refuerza y multiplica, incluso cuando los usuarios deciden deshacerse del artículo publicitario en cuestión y lo regalan a terceras personas", algo que ocurre en el 80% de los casos, añade De Koning.
El dato clave lo encontramos en la base de los objetivos de cualquier estrategia de branding: la percepción que los usuarios tengan de la marca, así como su recuerdo. En esta línea, los regalos de empresa ofrecen resultados espectaculares, ya que, según las cifras que maneja PPAI, nueve de cada diez usuarios (90%) recuerda la marca y otro 80% el producto concreto. Un impacto no solo fuerte, sino que perdura en el tiempo, lo que lleva a la publicidad a "otros niveles de efectividad, duración y rentabilidad para las marcas", concluye el responsable de Gift Campaign.
El precio, la variedad y la efectividad se dibujan como las principales ventajas que hacen de los regalos de empresa una auténtica revolución en el sector de la publicidad. Los catálogos de artículos publicitarios para personalizar se han ido nutriendo año tras año de nuevos productos que permiten que la oferta disponible llegue a la actualidad adaptada a las necesidades de empresas y consumidores. Son una muestra clara de las tendencias sociales en casos como los de las bolsas de tela personalizadas, que dan solución a la lucha contra los plásticos y se encuentran en lo más alto del ránking de los artículos publicitarios que mejor funcionan. Ejemplo son también los memorias usb personalizadas, un gadget tecnológico que se mantiene entre los más valorados en el mercado de regalos promocionales.
Con hechos y cifras como las expuestas, el mercado de los regalos de empresa sigue su camino de crecimiento al alza. Solo en España y Portugal el sector movió un montante de 1 billón de euros en el año 2017, un 15% más que el año anterior (850 millones de euros, según datos de la asociación Fyvar. Un crecimiento que apunta a nuevos picos en próximos años y que viene avalado por la confianza de las empresas en una vía publicitaria de máxima efectividad.