Sa Brisa lleva más de tres años deleitando a sus comensales con una cocina de tradición, fusión y vanguardia con una propuesta única de la gastronomía balear, más concretamente la de Ibiza. Lo que daría por estar en esa isla ahora mismo, con sol, calor y sin Ómnicron de por medio. -Reflexión para mi mismo-.
Pero como el tiempo ni el coronavirus acompaña, tienes la opción de dejarte caer por el parque del Retiro para degustar unos platos que dejan la patente de la calidad del producto autóctono.
Este restaurante es el hermano mayor de Can Bonet -del que ya hablamos en Libertad Digital-, contiguo a Sa Brisa, y también llevado de forma magistral por Esther Bonet y Pere Vendrell. Pero Can Bonet se centra más en las bondades de la gastronomía catalana. Así que ahora disfrutamos de la ibicenca.
Y metidos en faena probamos las croquetas con sabores de Ibiza y del mundo. Para comerlas con la mano y en el orden estipulado ya que su sabor va in crescendo, de más suave a más cañera; la ibicenca es del típico bullit de peix con raya y alioli con perejil; la vegetal, de coliflor con suero de parmesano y, la más rica, la de carne, de costilla de cerdo Ibérico a la barbacoa con su salsa.
Sa Brisa cuenta con cuatro espacios: la zona de barra para picar algo más informal o tomar una copa; el salón comedor, para disfrutar de una velada más distendida y agradable; un reservado para catorce comensales y equipado con televisión, wifi, baño...; y la terraza, con sus preciosas vistas al Retiro. Por lo tanto, un restaurante apto para enamorados, amigos, familias o comidas de trabajo que necesitan cierta discreción.
El tartar de negrito -pescado típico balear- tiene un sabor fuerte pero al ir acompañado de jalapeño, huevas de pez volador y un chimichurri de cilantro, se convierte en un plato muy rico y perfecto para acompañar. Para acompañarlo disfrutamos de un vino blanco de Ibiza: Can Rich Joven.
En otra dimensión se encuentra la brutal gamba roja ibicenca sobre taco de lechuga y un aderezo de chile chipotle que le da un ligero toque picante. En este caso lo regamos con otro vino de la misma bodega ibicenca Can Rich, el ecológico Ereso.
Como plato típico de Ibiza destaca el bullit de peix, en este caso al estilo Sa Brisa. En este plato el protagonista es el pescado de roca y un arroz presentado en llauna cuya combinación de sabores te lleva a la paradisiaca isla. Para maridar este plato, el vino ecológico Can Rich Tinto Selección.
Cada plato que pruebas te traslada a su lugar de origen donde los productos locales y materias primas autóctonas son los protagonistas. Y Esther, Pere y el resto del equipo te acogen en su casa como si fueras uno más, para que tu experiencia gastronómica sea única.
Para finalizar con los platos salados, degustamos un espectacular cochinillo deshuesado en su jugo y con frutas encurtidas de temporada que le da un toque cítrico para suavizar la potencia de la carne. Este platazo lo maridan con un tinto Can Maymó, también de Ibiza.
Y si de productos típicos ibicencos está lleno Sa Brisa, no lo podían ser menos sus postres.
Como el Flaó, la tarta ibicenca de queso de cabra, elaborada con hierbabuena que le aporta una frescura incomparable. La acompañada con un helado casero de licor de hierbas ibicencas que no es muy fuerte y conjuga maravillosamente.
Sa Brisa además son platos pensados para compartir, como el bocatín de pringá, con sabrosa carne de ternera guisada y mayonesa con un ligero toque de tabasco y cebolleta entre pan de cristal. También disponen en la carta de las anchoas artesanas López o un jamón de porc negre, una especie de las Islas Baleares muy apreciada, acompañado de pan cristal crujiente con tomate y aceite de oliva de la isla. O el riquísimo e 'instagrameable' bocatín de calamar de potera sobre pan casero al vapor con kimchi, mayonesa de lima y katsuobushi.
Una carta muy rica, muy amplia, con otra amplia de cervezas, vinos, espumosos y cócteles que alargarán la sobremesa hasta que tú quieras o hasta que echen el cierre. Además cuentan con servico delivery y take away y hasta te pueden preparar un menú de picnic por si quieres comer al aire libre. El ticket medio de Sa Brisa ronda los 50€.
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