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Cómo adaptar la vivienda a discapacitados y personas con dificultad de movimiento

Nuestro hogar y otros lugares conocidos pueden albergar peligros y obstáculos según suframos determinadas dificultades de movimiento.

Nuestro hogar y otros lugares conocidos pueden albergar peligros y obstáculos según suframos determinadas dificultades de movimiento.
Cómo adaptar la vivienda a discapacitados | DepositPhoto

Enfrentarse a la vida y a todos sus retos y vicisitudes con una discapacidad o con problemas y dificultades de movimiento, sin duda, es un hándicap que se puede ver incrementado por problemas que, ciertamente, tienen solución. Y es que nada como experimentar en primera persona dichas dificultades para saber que incluso en espacios tan conocidos y cercanos como el propio hogar, puede haber peligros y obstáculos. Por ejemplo, unas simples escaleras, los suelos, los sanitarios o unas puertas demasiado estrechas, pueden convertirse en impactos negativos para las personas con problemas de movimiento o discapacidad.

Todos debemos tener derecho a un hogar seguro, capaz de proveernos de la calidad de vida necesaria según nuestras necesidades, y por eso es tan importante adaptar una casa a la discapacidad o a problemas de movimiento tan cotidianos como el envejecimiento. En este sentido no debemos olvidar que las personas con discapacidades tienen muchísimas más dificultades para realizar las actividades de la vida diaria, y por esa razón necesitan un hogar todavía más seguro, cómodo y accesible. Enfrentarse a este reto no es algo sencillo, pero lo cierto es que los avances tecnológicos han facilitado mucho la tarea en los últimos años, por lo que cada vez es más real el hecho de que alguien con problemas de movilidad, por el problema que sea, no tenga que renunciar completamente a su independencia y a su entorno habitual.

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Una vivienda adaptada | Depositphotos

Cómo convertir una vivienda en un lugar más seguro y accesible

Cambiar escaleras por rampas en los accesos

Las escaleras son un elemento muy útil que nos facilita mucho la vida, pero lo cierto es que pueden ser peligrosas para cualquiera, y especialmente cuando una persona no cuenta con todas sus facultades de movimiento intactas. Por eso, cuando sea posible (como por ejemplo suele suceder en los accesos de las viviendas), podemos cambiar o alternar la escalera con una rampa, adaptando así también el espacio a las personas con problemas de movilidad. Las rampas permiten que una persona con discapacidad o dificultad de movimiento pueda acceder a los sitios de forma igual de segura que los demás, y sin que su silla de ruedas, muleta o andador tenga que ser un problema. Además, para cuando el espacio disponible sea más escaso, existen soluciones actuales pensadas para solventarlo, como por ejemplo rampas de tipo plegable o portátiles diseñadas para convertir todos los espacios en lugares accesibles sea cual sea la circunstancia.

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Rampa de acceso a un edificio | DepositPhotos

Instalar ascensores, salvaescaleras o elevadores eléctricos

Aunque pueda parecer difícil, instalar un ascensor, un elevador o un salvaescaleras es sencillo, hay empresas especializadas en este tipo de instalaciones. Desde Multielevación, nos explican que las soluciones en elevadores para adaptar una vivienda son enormes, tanto si se trata de una vivienda particular o una comunidad de vecinos, existen modelos de ascensores para todos los edificios, salvaescaleras para tramos curvos, rectos y para escaleras estrechas así como plataformas elevadoras para sillas de ruedas.

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Un salvaescaleras | DepositPhotos

Evidentemente, en viviendas de nueva construcción, los ascensores que todos conocemos casi siempre son la mejor solución, no solo para facilitar en un edificio o en una casa la vida a todos sus habitantes, sino especialmente para hacérsela más fácil a personas que, de otra manera, tal vez no podrían salir de su casa. Pero lo cierto es que instalar ascensores no siempre es posible en todos los tipos de viviendas, ya que muchas construcciones antiguas, por ejemplo, no disponen de hueco para su instalación o suponen una inversión demasiado grande para la comunidad de vecinos. En estos casos, siempre puede pensarse en la alternativa de los ascensores domésticos, que se instalan en el propio hueco de la escalera, sillas salvaescaleras, que suben por la propia escalera, o elevadores verticales que suponen una alternativa cómoda, rápida y eficaz para aquellas personas que tengan la movilidad limitada.

En cualquier caso, siempre hay que tener presente que un ascensor o elevador nunca va a ser un coste, sino una gran inversión capaz de revalorizar el precio de una vivienda al instante.

Eliminar barreras en el espacio interior

Aunque muchas veces a la hora de hablar de barreras y espacios no adaptados para personas con problemas de movilidad, pensamos en los edificios y en las zonas exteriores al propio hogar, lo cierto es que en el interior del mismo también suelen existir muchos problemas y barreras que hacen la vida más compleja a muchas personas. Por ejemplo, el baño suele ser uno de los espacios que más obstáculos presenta, aunque sea algo de lo que solo nos damos cuenta cuando vivimos en carne propia lo que suponen verdaderamente en el día a día esos problemas de movilidad. La instalación de baldosas con superficies lisas puede ser un peligro constante de resbalones, o el meterse en la bañera si no se ha cambiado por un plato de ducha antideslizante. Del mismo modo, la instalación estándar de muebles de almacenaje o muebles de lavabo a una determinada altura, deja fuera de su uso a personas que se desplacen en una silla de ruedas, por lo que este es otro aspecto importante a tener en cuenta para adaptar convenientemente una casa a las personas con movilidad reducida.

Incorporar pasamanos es otra medida importante, pues estos permiten que se pueda acceder mucho mejor al baño o al uso del inodoro con un mayor soporte del movimiento y con mucha más seguridad. Las barras de seguridad ayudan a mantener el eje y el equilibrio del cuerpo mucho mejor, otorgando un plus de seguridad en casa y un mayor nivel de independencia y calidad de vida.

  • Despejar siempre las entradas

Es importante que los accesos siempre estén despejados en todas las zonas de la casa, y que siempre se minimicen los riesgos y se busque una casa más segura para todos. En este sentido los pasillos y las puertas siempre son un componente muy importante, pues muchas veces su ancho estándar no permite el paso de las sillas de ruedas o de los andadores, ya que muchos de estos utilitarios suelen tener un gran volumen, lo que impide a sus usurarios maniobrar correctamente y ser más dependientes. Ampliar el marco de las puertas siempre puede ser una opción, aunque sin duda apostar por casas de estilo abierto con el menor número de tabiques y barreras posibles, es una opción cada vez más popular en nuestro país y de plena actualidad. Si se vive en una casa que no es de planta abierta y el espacio lo permite, podría valer la pena pensar en la unificación de espacios, convirtiendo por ejemplo el salón y la cocina en un único espacio abierto, facilitando así el uso de ambas zonas a aquellos que tengan problemas de movilidad.

  • Acabar con los objetos innecesarios

A veces cuando decoramos una casa pensamos solo en la estética y no tanto en la practicidad, y esto es lo que ocurre por ejemplo con las alfombras, que no solo son una barrera para las personas mayores o con problemas de movimiento, sino incluso para muchos niños pequeños que aún no se mueven o caminan con seguridad. A pesar de que suelen usarse sobre todo en invierno para dar más calidez a los espacios y evitar pisar los suelos fríos, hoy en día existen muchas opciones, como los suelos de vinilo o de madera, o los suelos radiantes, que nos harán tener igualmente esa sensación de confort sin peligro de tropiezos. Otros objetos cotidianos, como los pomos de las puertas, pueden ser también un problema para personas con dificultad de movimiento, pues pueden tener problemas para agarrarlos o moverlos correctamente. Para este tipo de situaciones una excelente idea son las barras, ya sean para tirar o empujar, o incluso la instalación de puertas automáticas o correderas con tiradores huecos o sencillos.

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Vivienda adaptada | DepositPhoto

Pasos para mejorar correctamente la accesibilidad por zonas

Zona de la cocina

  • Instala siempre muebles adaptables, por ejemplo, haciendo que bajo aquellos que más se utilizan haya siempre espacio para poder meter las rodillas y que el uso de una silla de ruedas no impida hacer algo tan cotidiano como la comida. Los muebles adaptables ergonómicos también son muy importantes para las personas mayores.
  • Adecúa la altura y la accesibilidad de cualquier espacio disponible para que, especialmente en el caso de las sillas de ruedas, se puedan realizar todas las tareas adecuadamente.

Zona del baño

  • Ajusta la ubicación de los grifos para bañeras, duchas y lavabos, y mantén los accesorios al alcance. También puedes poner grifería con sensores.
  • Instala el inodoro a la altura adecuada y mantén al menos 70-80 centímetros desde el mismo hasta la pared para facilitar su uso. Los inodoros que van anclados a la pared son los más recomendables, pues permiten ajustar mucho mejor la altura final de uso.
  • Acuérdate de dejar espacio para las rodillas bajo el mueble del lavabo, sobre todo si quien necesita usar el baño lleva silla de ruedas, para que pueda usarlo con comodidad.

Zonas comunes y entradas

  • Procura que la entrada a una casa no tenga escalones, pues esto puede suponer una importante barrera para personas con problemas de movilidad, aunque los escalones sean escasos. El umbral de acceso debe ser siempre lo más plano posible.
  • Las puertas deben tener siempre un ancho superior a 70 en interior y 80 en exterior, lo que deja fuera puertas de tipo antiguo con anchuras de 60 centímetros.
  • Los pasillos deberán tener un mínimo de 90 centímetros de ancho y, frente a la puerta principal, deberá haber al menos un espacio libre de 120 centímetros de diámetro.
  • Se deberán incorporar a la casa enchufes y tomas suficientes, además de diferentes sistemas de alarma, de puntos de iluminación y, a ser posible, domótica.

Otros importantes consejos para adaptar la casa a una discapacidad

Antes de realizar cambios en el hogar puede ser importante consultar las necesidades con un médico o terapeuta, que pueda evaluar adecuadamente cuáles deben ser los aspectos esenciales a tener en cuenta. Los médicos de familia, por ejemplo, suelen atender a pacientes mayores con discapacidades muchas veces también en casa, por lo que pueden saber mejor que nadie cuáles deberían ser los cambios a realizar en la vivienda. Muchos ancianos y personas con problemas de movilidad por discapacidad o accidentes sobrevenidos necesitan ayuda para mantener ese ambiente terapéutico necesario en el hogar y preservar con ello la comodidad y la independencia, y los servicios médicos y sanitarios son los mayores profesionales para orientar en este sentido. Otros profesionales de la salud, como los de enfermería o los fisioterapeutas, también pueden asesorar sobre cambios o instalación de equipos y tecnologías especializadas en el domicilio en función de las necesidades a corto y largo plazo.

En cuanto a la inversión que supone realizar este tipo de cambios y mejoras en una vivienda, es importante saber que existen ayudas autonómicas y estatales enfocadas específicamente a esta serie de problemas y necesidades, por lo que consultar a los asistentes sociales también puede ser una opción cuando sea necesario. Los Planes de Ayuda a la Vivienda, como la instalación de ascensores en edificios antiguos o la instalación de rampas en edificios con escaleras de acceso, son hoy en día ayudas ofrecidas por los ayuntamientos de casi todas las provincias y grandes ciudades, dirigidas a mejorar las condiciones de vida de las personas más vulnerables. Y es que debemos tener en cuenta que dichas mejoras de acceso y de usabilidad de las viviendas son vitales, pues retrasan el deterioro funcional de las personas vulnerables y mayores con o sin atención domiciliaria externa, disminuyendo al mismo tiempo esa dependencia física y emocional, lo que es fundamental para el mantenimiento de una autoestima alta y una buena salud mental.

Todos queremos, en definitiva, asegurarnos de estar lo más cómodos y relajados que sea posible en nuestro propio entorno y hogar, y como hemos podido ver existen muchas formas de hacer que nuestras casas sean más seguras rediseñando los espacios y adaptándolos a nuestro ritmo de vida cambiante. Instala sensores de movimiento, sistemas de apertura de puertas automáticas, detectores de humo, interruptores por control remoto, telefonillos inalámbricos…todo lo que sea posible para convertir el hogar en un espacio seguro para las personas con discapacidad o dificultad de movimiento, permitiendo que la vida y nuestro entorno sea así seguro para todos en igualdad.

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