Tras una extensa reunión que se alargó 12 horas, Shakira y Gerard Piqué han llegado a un acuerdo en el que firman que la cantante colombiana se mude con sus hijos a Miami después de más de una década residiendo en Barcelona. Un pacto que incluye facilitaría así la carrera artística de la cantante mientras se respeta el arraigo familiar de Milan y Sasha. Como explican fuentes cercanas a Shakira, parte de la familia materna vive en la ciudad estadounidense, donde ella cuenta con una segunda residencia desde hace años.
La mansión a la que se mudará está ubicada en North Bay Road Drive, uno de los distritos más lujosos de Miami Beach donde tienen propiedades otras celebridades como Jennifer López o Ricky Martin. En su día la compró por 3 millones de dólares y decidió ponerla a la venta en 2018, sin éxito, por algo más de 14 millones de euros. La artista decidió rebajarla hasta los 10 millones para ascendió a los 16, aunque fue en 2021 cuando se retiró del mercado, un movimiento que encendió las alarmas sobre un supuesto traslado a la ciudad estadounidense, probablemente por la crisis sentimental que ya sacudía a Shakira y Piqué.
Con enormes ventanales y varios accesos al exterior, la mansión cuenta con un total de seis dormitorios y siete baños, además de otras comodidades como gimnasio y salas de juego. La cantante decidió poner su propio estilo en la casa, manteniendo la decoración y los muebles minimalistas, por lo que predomina el color blanco y la luz natural, siguiendo la línea de su casa de Barcelona. En el exterior, una gran piscina rodeada de palmeras reina el jardín, aunque lo más llamativo es el muelle privado de 30 metros con acceso a Biscayne Bay y donde se puede salir a navegar por el océano Atlántico.
Tal y como asegura el periodista Andrés Guerra, Gerard ha decidido dar su brazo a torcer y sacrificarse por sus hijos, ya que la alternativa era ir a juicio y el futbolista no estaba dispuesto a vivir esa experiencia traumática. Un sacrificio muy doloroso con el que cobra más sentido que nunca la frase con la que el defensa se rompió por completo en su último partido en el Camp Nou: "A veces amar significa dejar ir".
Los flecos del acuerdo se están ultimando e incluyen que los niños pasarán en Barcelona las Navidades, pero en cuanto comience 2023 se mudarán a Miami con su madre. A cambio, Piqué podrá cruzar el Atlántico para verlos siempre que quiera -algo más factible tras su retirada del fútbol- y los gastos de sus viajes irán a la cuenta común. Una decisión que le ha costado mucho tomar, pero que ha hecho por el bien de Milan y Sasha, su gran prioridad en estos momentos.
