
Si hay algo que la sociedad occidental puede envidiar de los japoneses es su esbelta figura y su gran esperanza de vida. Parece que en Japón tienen otras costumbres y hábitos que les llevan a perdurar más años y a hacerlo, además, con una salud de hierro. Todo ello acompañado de grandes dosis de felicidad y satisfacción vital. ¿Cómo es posible?
Es algo sencillo de entender ya que en Japón, una vida sana y feliz es un hábito como sociedad, no un objetivo como individuo como en el mundo occidental. Es por esto que los japoneses llevan siglos transformando las actividades cotidianas en importantes momentos de reflexión y cuidado. Da igual que sea cocinar, ducharse, caminar, beber té o crear arreglos florales. De hecho, si uno se dedica el tiempo suficiente cualquier actividad cotidiana puede convertirse en una ocasión para meditar y fomentar la salud y la felicidad. ¿El secreto? Prestar atención a todo lo que se realiza en el día a día. Parece sencillo pero cuesta adaptarse.
Por algo será que Japón es el país con mayor esperanza de vida, pero, más concretamente, lo es la región de Okinawa, que en 2006 fue identificada por National Geographic como uno los cinco paraísos de la longevidad del mundo. De acuerdo con las estadísticas que se manejan en la región, se sabe que sus habitantes ocupan los lugares más bajos en el ránking de las enfermedades crónicas tales como la diabetes o el cáncer.
De hecho para ser más exactos, el suicidio es algo prácticamente desconocido y la palabra ‘jubilación’ no existe en el dialecto local. Además, algo que llama la atención es que los japoneses, no suelen pasar sus últimos años en residencias para ancianos y, en su lugar, disfrutan de vidas activas hasta que fallecen por causas naturales. Estos datos quizás se deban a sus costumbres milenarias y a que se mantienen activos hasta el momento en que fallecen. Además, no es raro que muchos nipones lleguen a cumplir los 100 años y lo hagan en unas condiciones envidiables.
Ahora, ¿Por qué los japoneses viven más y mejor? Culturalmente tienen una concepción diferente de cómo afrontar la vida y hay algunos conceptos milenarios que pueden aplicarse a todas las culturas. De hecho, se trata de conceptos que tienen que ver con la forma de enfrentarse a la vida. Y, en este sentido, hay que conocer los conceptos que se siguen en Japón y que se pueden aplicar en el día a día.
Los conceptos japoneses que ayudarán a ser feliz
- Kaizen
Esto significa: busca lo mejor en todas las áreas de la vida. Es un esfuerzo continuo por ser mejor y estar atento a los pequeños cambios, ya que, con el paso del tiempo, pueden marcar la diferencia.
- Wabi-sabi
Consiste en aceptar la imperfección, tanto la de uno mismo como la del entorno, asumiendo que nada es duradero y que todo cambia y se transforma. Este concepto también valora que los defectos o anomalías tienen su parte de belleza y que merece la pena buscarla
- Gaman
Afrontar los momentos difíciles con dignidad, con madurez emocional y autocontrol. Para ello es fundamental tener paciencia, ser tolerante y buscar la perseverancia.
- Oubaitori
Nunca hay que compararse con los demás. El motivo es que cada persona florece a su tiempo, y que lo hace de una forma diferente. Por ello, también es importante no juzgarse a uno mismo por el ritmo que lleva conseguir los objetivos.
- Omoiyari
Ser considerado y compasivo con los demás y preocuparse por las personas que rodean a uno mismo. Esto hará que la vida y, por ende, la de los demás, sea mucho mejor.
- Mottainai
Este concepto afirma que todo merece respeto y gratitud. Además, plantea el no ser derrochador, no solo con el dinero sino también con el esfuerzo y la energía. La idea es no menospreciar nada de lo que rodea a la persona.
- Kaizen
Consiste en buscar lo mejor en todas las áreas de la vida, lo que conlleva un esfuerzo continuo por mejorar. Para lograrlo es necesario estar atento a los pequeños cambios que pueden ser muy importantes en el futuro.
- Kintsugi
Se basa en aprender a vivir con las imperfecciones y considerarlas como algo hermoso y bello. De hecho, la palabra Kintsugi significa "carpintería de oro" y es el arte japonés de reparar cerámica con vetas de oro. Kintsugi se basa en la creencia de que las roturas y las imperfecciones forman parte de la vida, y de que lo que se ha roto se puede reparar y crear algo precioso y único si se arregla con amor, cuidado y atención. Se cree que arreglar objetos rotos, y celebrar su naturaleza única, también puede ayudar a sanar las heridas que se encuentran en uno mismo.
- Shikata ga nai
Las cosas no siempre están bajo control, así que hay que aprender a aceptarlo y a asumir que, igual que vienen, se van. Más concretamente, consiste en aceptar que no se puede cambiar todo para seguir adelante.
- Ikigai
Conocer la razón de ser y la razón por la que uno se levanta por la mañana. Hay que encontrar lo que se da bien, profesionalmente hablando, y trabajar en ello y elegir un trabajo que el mundo necesite.
- Yuugen
Apreciar la belleza extraña y misteriosa porque hay belleza más allá de lo que los ojos ven. Sentir lo que las palabras no puedan describir.
- Ikebana
Es la tradición japonesa de crear arreglos florales. Ikebana es una forma de arte cuyo origen se remonta a las tradiciones budistas de ofrendas florales. Se basa en la idea de que el proceso de trabajar con la naturaleza para crear algo bonito puede tener una parte meditativa y curativa. En vez de simplemente poner unas cuantas flores en un jarrón, el ikebana busca disponer de manera mindful las flores, los tallos, las hojas y el musgo de manera que el resultado sea una composición que destaque por su belleza.
- Chadō
La ceremonia del té japonesa, conocida como chadō, es una práctica llena de belleza con raíces en el budismo zen. Las ceremonias del té siguen siendo una parte importante de la cultura japonesa hoy en día que va mucho más allá de poner a hervir un poco de agua. Es una ceremonia marcada por una cuidada coreografía para preparar y compartir una taza de té verde en polvo, denominado matcha, servido con dulces japoneses tradicionales que contrarrestan el sabor amargo del té. Totalmente sumergidos en la ceremonia, el maestro del té y sus invitados se retiran temporalmente del mundo para compartir un momento de belleza y serenidad.
- Ofuro
Es posible que darse un baño al final de un largo día sea el hábito cotidiano más extendido en Japón. Los japoneses se bañan a diario, ya sea en su casa, en una sala de baños pública o en unas termas comunitarias. No es tan sencillo como meterse en el agua, sino que el rito japonés de ofuro está cuidadosamente pensado para limpiarse, curarse y relajarse. Además, sumergirse en el agua templada y experimentar las sensaciones del baño (el agua, el vapor, el calor, los aromas) aportan un profundo estado de bienestar para el cuerpo y la mente.