¿Por qué desear adelgazar está ahora mal visto? Polémica y Tamara Falcó ya son dos conceptos asociados. Primero, la presunta noticia que saltaba a la prensa por que acudiría la marquesa a una clínica detox de Marbella para adelgazar antes de su boda; después, la hija de Preysler desmentía la noticia asegurando que estaba en su "normopeso".
En medio de todo esto ha tenido que aparecer Tania Llasera, justiciera donde las haya, la poseedora de toda la verdad y nada más que la verdad absoluta y universal. Porque, sí, lectores, desde que Tania engordó cualquier personaje público que quiera adelgazar (estando en su "normopeso" incluso) le molesta. Y pierde seguidores, según la presentadora: "siempre que comento algo de esta chica pierdo seguidores", espetaba en su Instagram.
Por favor… seamos sinceros: todos queremos estar más guapos, más delgados, ser más fuertes, parecer más jóvenes y ser (más) ricos (o al menos llegar a fin de mes). ¿Hay algo malo en esto? Sí. Está bien: las enfermedades y trastornos alimenticios son muy peligrosos. Pero, por esta razón, ¿debe censurarse o convertirse en tema tabú la voluntad de adelgazar? ¿No vamos de "modernas" y "liberales", y, acaso, no se nos llena la boca de eslóganes de que cada uno haga lo que quiera con su cuerpo?
Escribo esta columna de sábado un jueves, volando a Palma de Mallorca. En materia de dietas y mentalidad poco va a cambiar en dos días. He desayunado mis huevos con salchicha en la zona VIP de Iberia; ahora, ya sentada, me tomaré un vino. Puede que dos. Para tres no me dará tiempo. He engordado en los últimos años. No me gusta. ¿A quién le gusta engordar? ¿Ustedes conocen a alguna mujer que desee engordar? Y no por ello tengo un trastorno alimenticio o una desviación de la realidad. Ni baja autoestima. La ropa no me sienta igual. Perdóneme, Tania. He cogido 10 kilos, y quisiera perderlos. Pero no renuncio ni a mis cervecitas "fresquísimas y siempre operativas" (díganlo con acento del tiktoker Patica), ni a mis cenas, ni mi vida social etílica. No se puede tener todo. Pero ojalá pudiera adelgazar. ¿Me tengo que sentir mal por ello? Estoy en mi "normopeso", pero dentro de la normalidad del peso podría estar mejor.
Lo que me parece desafortunado es aprovechar una red social para opinar criticando a Tamara Falcó. Usted sabe, Tania, que a Tamara la odian como la adoran a partes iguales. Y el hecho de que deje esos mensajes en público, implica que haya seguidores suyos que se conviertan en haters de la ex concursante de MasterChef. Está, sin querer, alimentando el odio. Quizás deberíamos alimentar más el alma.