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¿Por qué el limón es el mejor producto natural de limpieza?

El limón tiene propiedades desinfectantes, es un aliado perfecto en la limpieza del hogar. Si se quieren usar productos naturales el limón es perfecto

El limón tiene propiedades desinfectantes, es un aliado perfecto en la limpieza del hogar. Si se quieren usar productos naturales el limón es perfecto
cal, 4 k, rodajas de lima | Pixabay/CC/NoName_13

El limón como alimento aporta un sabor intenso y único a los platos. Se le puede añadir como aliño al pescado, a las ensaladas, a los arroces o a multitud de postres, es un alimento enormemente versátil. Pero su aprovechamiento no solo se reduce a lo gastronómico, sino también a la hora de desempeñar la limpieza del hogar. La razón, principalmente, es su olor agradable y el brillo que aporta a las superficies en las que se impregna, como si fuera un barniz natural. Además, el limón tiene propiedades desinfectantes y desengrasantes, lo cual le hace el aliado perfecto.

En los últimos tiempos, la limpieza con alimentos y productos naturales se ha convertido en una tendencia al alza, y es que encontrar alternativas ecológicas y con un menor impacto en el medio ambiente es casi una necesidad. Por ello, el hecho de limpiar con bicarbonato o vinagre es cada vez más común y en este sentido, el limón se suma a estos productos caseros que ayudan a tener la casa más limpia y libre de bacterias.

De hecho, a lo largo de la historia, este cítrico ha sido utilizado tanto en la cocina como en la limpieza del hogar debido a sus propiedades ácidas y su agradable aroma. A fin de cuentas, usar el limón como producto de limpieza no es una práctica desconocida o relativamente nueva, ya que se llevan varias décadas usándolo para eliminar los rastros de grasa y suciedad. Su eficacia de cara a mantener la higiene del hogar aumenta cuando se alterna con bicarbonato.

El limón es un producto natural y gran limpiador gracias al ácido cítrico que contiene. Este ácido cítrico tiene propiedades desinfectantes y desengrasantes y también es un potente blanqueador. De hecho, este cítrico está incluido en la lista de productos naturales, junto con el bicarbonato o el vinagre, que pueden emplearse para limpiar. En la limpieza ecológica se usan productos sostenibles y biodegradables, que estén formulados sin químicos o con poca cantidad y que contaminen menos.

¿Cómo funciona la acidez del limón como desinfectante?

El nivel de PH del limón es 2’3, aproximadamente 6 veces más ácido que el vinagre. Esto hace que su alto nivel de acidez cambie el nivel de PH de las células bacterianas, creando un espacio ácido en el que los microbios no pueden sobrevivir. Además, el uso del vinagre como desinfectante ha sido científicamente demostrado con una tasa de desinfección del 90% en las pruebas de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, por lo que se puede afirmar que es incluso más eficaz como desinfectante que el vinagre.

Pero no se puede utilizar para todo igual, hay maneras diferentes según lo que se desee limpiar. Por ejemplo, para la limpieza de superficies sucias o tejidos, primero hay que lavar con agua y jabón, o cualquier limpiador alcalino, y después hay que desinfectar con un ácido como el limón. El motivo es que los limpiadores alcalinos neutralizan la suciedad, las manchas y matan ciertos tipos de microbios, pero los limpiadores ácidos matan una mayor variedad de microbios y además tienen la ventaja añadida de su agradable y refrescante aroma cítrico.

Hay que saber también que, el limón es altamente efectivo para eliminar manchas y suciedad, el motivo es que su ácido cítrico actúa como un poderoso agente desinfectante y blanqueador natural. Por tanto, puede eliminar manchas de alimentos, moho y óxido, dejando superficies limpias y relucientes. Además de su eficacia, el limón es un producto de limpieza natural seguro y no tóxico por lo que se puede utilizar sin preocupar por la exposición a sustancias químicas nocivas, especialmente en áreas donde se preparan alimentos o donde los niños juegan.

El limón también es versátil en su uso ya que puede utilizarse para limpiar y desinfectar diferentes superficies en el hogar. De hecho, mezclado con agua, puede ser utilizado para limpiar pisos, encimeras, electrodomésticos, vidrios y acero inoxidable. También es excelente para eliminar malos olores de la nevera o del microondas, incluso puede utilizarse para limpiar los utensilios de cocina y agregar brillo a ollas y sartenes.

Dónde utilizar el limón en la limpieza del hogar

  • Eliminar malos olores

El limón es un producto muy efectivo en la eliminación de malos olores debido a su alto contenido de ácido cítrico. Este compuesto actúa como un desodorante natural, neutralizando las moléculas de olor y proporcionando un aroma fresco y agradable. Además, el limón es un antibacteriano natural y puede ayudar a reducir la presencia de gérmenes que contribuyen a los malos olores. Hay varias formas de utilizarlo: para eliminar los malos olores en la nevera, basta con dejar un limón cortado en la puerta. Para dar olor a una estancia de forma rápida, tan solo hay que colocar unas rodajas de limón encima de los radiadores, pero otra opción es agregar hojas de menta y rodajas de limón a un recipiente con agua caliente para crear un ambientador natural y desodorizante.

  • Limpiar la tabla de cortar

Las tablas, tanto de madera como de plástico, donde se cortan frutas, verduras y hortalizas normalmente siempre tienen rastros de suciedad ya que, debido a los cortes del cuchillo, no siempre es fácil eliminarlos. Pero, esto cambia si se emplea un limón. Hay varias maneras, una de ellas es pasar medio limón con un poco de sal, quedará reluciente de forma rápida.

Por otra parte, todo lo que hay que hacer es frotar la superficie con el limón, apretando para liberar el jugo, hay que dejarlo reposar quince minutos para que el limón y la sal actúen y, a continuación, lavarla con agua tibia y un estropajo o un paño limpio.

  • Un frigorífico con buen olor

Si se nota un olor agrio y desagradable al abrir el frigorífico, pero no se puede identificar la causa ya que están los envases cerrados y no hay comida caducada, tan solo hay que partir un limón por la mitad para que llene electrodoméstico de un olor fresco y de lo más agradable. Tan solo basta con dejarlo treinta minutos al fresco.

  • El microondas más limpio

El método tradicional para limpiar un microondas es simplemente con una bayeta y jabón, pero hay un truco que es más sencillo. Consiste en calentar una rodaja de limón al baño maría y mojar el trapo en el líquido. Esto hará que la limpieza sea mucho a más a fondo y además, dejará una fragancia suave en el interior. Del mismo modo, esta técnica se puede aplicar en otros electrodomésticos, como el lavavajillas o el horno.

  • Para blanquear la ropa

El limón no solo sirve para limpiar las partes más visibles de la casa y sus respectivos muebles. También ejerce un gran papel de cara a mantener la ropa blanca tan reluciente como el primer día. Tan solo hay que exprimir dos limones y mezclarlos con un litro de agua y tres cucharadas de sal fina. Al cabo de un rato, sumergir la prenda que se quiera blanquear en el barreño y dejarla, al menos durante una hora que repose. Cuando haya pasado este tiempo, hay que meterla en la lavadora. Además, si se va a poner la lavadora, se puede añadir un vaso de zumo de limón al agua para lograr mejores resultados.

También se puede usar las ventajas del limón para los calcetines blancos. Es tan sencillo como poner una olla con agua a hervir y añadir unas cuantas rodajas de limón. Cuando se enfríe el agua, sumergir los calcetines dejándolos a remojo durante toda la noche. Al día siguiente hay que lavarlos como siempre. Y si la zona de las axilas de las prendas blancas está amarillenta, se puede utilizar zumo de limón, bicarbonato y agua a partes iguales para hacer una mezcla. Con ayuda de un cepillo suave, hay que frotar las manchas con esta composición. Dejar que haga efecto más o menos media hora y después lavar las prendas.

  • Manchas en la ropa

Si en la ropa han aparecido manchas de óxido de la ropa, se puede acabar con ellas usando sal y limón. Es tan sencillo como cubrir la mancha con sal y echar el zumo de medio limón. Dejar que haga efecto durante un día y lavar la prenda como de costumbre.

Y si se han manchado las prendas o manteles con comida difícil de quitar como fruta vino o chocolate, frotar el limón sobre la suciedad y dejar secar antes de poner la ropa en la lavadora hará que se despegue la suciedad. Otro truco es echar el zumo de un limón sobre las manchas y dejarlo reposar 15 minutos; después lavar las prendas y secarlas al sol.

  • Limpiar la cortina de la ducha

Uno de los elementos que más tienden a malograr su aspecto es la cortina de la ducha, debido a la humedad. Aunque no se suele reparar mucho en esta cortina, pues cumple la útil función de hacer que el suelo del baño no se encharque cada vez que se enciende la ducha, conviene que esté limpia para evitar que crezca el moho.

El proceso es parecido al del blanqueamiento de la ropa: basta con mezclar el zumo de cinco limones en un litro de agua caliente y después sumergir la cortina en esta mezcla durante 20 minutos para luego lavarla como habitualmente. Si hay moho, hay que aplicar y frotar el limón sobre el tejido. Luego, dejar que repose durante media hora y seguir frotando con un cepillo. Ya, al final, enjuagar con agua.

  • Dar brillo a cacerolas, grifos y el fregadero

Contra el desgaste natural del agua, cargada de cal, nada mejor que exprimir un buen jugo de limón y mezclarlo con agua. La mezcla también servirá para repasar la superficie de la alcachofa de la ducha y demás enseres en continuo contacto con el agua, en donde tiende a formarse capas de cal. El truco está en esperar diez minutos para enjuagar con agua tras repasar las superficies con el jugo de limón.

El limón es un limpiador natural que puede usarse para dar brillo a superficies de acero inoxidable. La acidez del limón ayuda a deshacerse de las manchas, restos de grasa y cal, dejando la superficie brillante y limpia.

  • Limpiar el sofá

Para limpiar un sofá de tela hay que mezclar un litro de agua templada con medio vaso de zumo de limón y una cucharada rasa de bicarbonato. Pasar un trapo o bayeta suave por el sofá, humedecido en la mezcla, pero escurrido para que no retenga un exceso de líquido. No solo quedará limpio sino que se disfrutará de un aroma muy agradable.

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