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Estas son las plantas que no debes cultivar junto a tus tomates

El tomate es un alimento versátil y fácil de cultivar en casa. Pero, ¿Con qué plantas no debe juntarse? ¿Con cuáles si? Consejos para buenos tomates

El tomate es un alimento versátil y fácil de cultivar en casa. Pero, ¿Con qué plantas no debe juntarse? ¿Con cuáles si? Consejos para buenos tomates
ramo, tomate, planta | Pixabay/CC/ajcespedes

Las probabilidades gastronómicas que ofrece el tomate son de lo más variadas e, incluso, cada cual puede cultivarlo en casa. Fresco con un poco de aceite y sal, con queso, en ensalada, gazpacho, salmorejo... hay infinidad de posibilidades. Pero, si se busca plantar en casa la llegada del calor es el mejor momento para ello. El motivo es que se trata de un cultivo de verano, que precisa de altas temperaturas para poder completar su ciclo porque las heladas de invierno le pasan factura. Pero, además, más allá de con crecer en un ambiente con temperaturas más bajas de los 15ºC aproximadamente durante las noches, no es una planta que requiera de muchas exigencias. Sin embargo, sí hay una serie de plantas con las que no les conviene compartir terreno.

Al cultivar tomates, es crucial considerar las plantas vecinas, ya que algunas pueden ser perjudiciales para su crecimiento y producción. El motivo es que estas plantas pueden competir por nutrientes, agua o espacio, atraer plagas o propagar enfermedades. Pero, ¿Por qué pueden afectar negativamente unas plantas a otras? En el caso de las que afectan a las tomateras, es por varias razones, y entender la explicación científica detrás de este fenómeno es crucial para garantizar un buen crecimiento y cosecha de tomates. Uno de los principales motivos por los que algunas plantas no deben plantarse cerca de los tomates es su capacidad para liberar sustancias químicas que inhiben el crecimiento de otras plantas. Por ejemplo, las raíces de las nueces liberan juglona, una toxina que puede afectar el crecimiento de los tomates y otras plantas cercanas. Además, algunas plantas emiten compuestos volátiles que pueden interferir con el desarrollo de los tomates, como es el caso de la albahaca, cuyos aceites esenciales pueden inhibir el crecimiento de los tomates.

Otro factor a considerar es la competencia por los nutrientes. Algunas plantas tienen sistemas radiculares muy agresivos que compiten con los tomates por el agua y los nutrientes del suelo. Por ejemplo, las zanahorias tienen raíces largas que compiten directamente con las de los tomates, lo que puede resultar en un crecimiento deficiente y una menor producción de frutos en los tomates si se plantan en proximidad. Además, algunas plantas son portadoras de enfermedades que pueden afectar a los tomates, por ejemplo, el pimiento es portador del virus del mosaico del tabaco, que puede transmitirse a los tomates si se plantan en cercanía.

Por tanto, independientemente de las plantas que se vayan a cultivar, entender la explicación científica detrás de las interacciones negativas entre ciertas plantas es esencial para planificar un huerto exitoso. En el caso que trata este artículo, al evitar la plantación de especies incompatibles cerca de los tomates, se puede garantizar un óptimo crecimiento, desarrollo y rendimiento de los frutos.

Plantas que dañan las tomateras

  • Repollo: El repollo, al igual que ocurre con la coliflor y el resto de plantas de la familia Brassica, no es recomendable que comparta terreno con los tomates. El motivo radica en que todos estos cultivos competirán por los mismos nutrientes de la tierra. Asimismo, el repollo es una planta de amplio crecimiento, por lo que es probable que termine por desplazar a los tomates.
  • Coliflor: La coliflor es una planta que puede competir por los mismos nutrientes que los tomates, lo que puede afectar el crecimiento y rendimiento de ambas plantas. Además, la coliflor puede atraer plagas que también pueden afectar a los tomates, como los pulgones.
  • Brócoli: Los brócolis son plantas de amplio consumo, es decir, que para sobrevivir, precisan de una cantidad más amplia que otras plantas de nutrientes para poder crecer. Así que para evitar que acapare las necesidades de los tomates, lo recomendable es que no se plante cerca.
  • Maíz: Los tomates necesitan agua y luz para crecer. Si se sitúan cerca de una planta de maíz, que suele ser alta, la tomatera va a quedar eclipsada y es probable que ve truncado su crecimiento. Además, aunque no comparte enfermedades con los tomates, el maíz puede atraer gusanos cogolleros, que también atacan a los tomates, estos gusanos pueden causar daños significativos tanto en el maíz como en los tomates, reduciendo la productividad de ambos cultivos.
  • Patatas: Papas y tomates pertenecen a la misma familia de plantas, las solanáceas, concretamente. Por lo tanto, es más probable que ambos cultivos atraigan el mismo tipo de problemas: enfermedades, plagas, etc. Además, las patatas pueden atraer a los nematodos, que dañan las raíces del tomate, afectando su capacidad para absorber agua y nutrientes. Por ello, la proximidad de las patatas puede aumentar significativamente las posibilidades de transmisión de estas plagas y enfermedades.
  • Pepinos: Los pepinos compiten con los tomates por los mismos nutrientes en el suelo, lo que puede reducir la calidad y el rendimiento de ambos cultivos. Además, los pepinos son propensos a una enfermedad llamada marchitez bacteriana, que también puede afectar a los tomates si se plantan en proximidad.
  • Berenjena: Con las berenjenas pasa lo mismo que con las patatas, también son de la familia de las solanáceas. Pero además, las berenjenas son propensas a la transmisión del tizón, que es una enfermedad que prevalece entre plantas como los tomates, por ello, cultivar estas plantas juntas aumenta el riesgo de infestación y enfermedad, afectando negativamente la salud de ambas.
  • Cebollas: Plantar cebollas cerca de los tomates puede afectar el sabor de los tomates, ya que las cebollas pueden transferir su sabor a los tomates a través del suelo. Además, las cebollas pueden atraer a ciertas plagas que también afectan a los tomates, como la mosca de la cebolla.
  • Pimientos: Los pimientos son otra planta de la familia de las solanáceas que se debe evitar plantar cerca de los tomates. Al igual que las patatas y las berenjenas, los pimientos pueden compartir enfermedades y plagas con los tomates, lo que puede resultar en una mala cosecha para ambas plantas.
  • Eneldo: Aunque el eneldo es una hierba aromática popular en la cocina, se debe evitar plantarla cerca de los tomates, ya que puede atraer a ciertas plagas que también afectan a los tomates, como los gusanos del tomate. Además, el eneldo puede competir por los nutrientes del suelo con los tomates.
  • Hinojo: El hinojo es otra planta que no debe cultivarse cerca de los tomates ya que libera compuestos químicos en el suelo que inhiben el crecimiento de muchas plantas, incluyendo los tomates. Esta alelopatía puede resultar en plantas de tomate más pequeñas y menos productivas.
  • Nogales: Las nogales también deben evitarse cerca de los tomates ya que producen una sustancia llamada juglona, que es tóxica para muchos tipos de plantas, incluidos los tomates. La juglona puede causar amarillamiento de las hojas, marchitamiento y, finalmente, la muerte de la planta de tomate.

Mezcla adecuada de plantas para cultivar junto a los tomates

  • Albahaca: Ayuda a repeler insectos y a mejorar el sabor de los tomates.
  • Caléndula: Atrae insectos beneficiosos para combatir las plagas de los tomates.
  • Perejil: Ayuda a mejorar el sabor de los tomates y a repeler insectos.
  • Zanahoria: Asociación beneficiosa que mejora el suelo y aporta variedad al cultivo.

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