Todo el mundo sabe que el café es una de las bebidas más consumidas del mundo, por detrás del agua y muy cerca del té. Tanto que, según las estadísticas, se consumen diariamente en todo el mundo más de 2.000 millones de tazas de café. Por ejemplo, en España, el 87% de la población entre los 18 y los 64 años toma café, y un 70% lo consume a diario. Por ello no es de extrañar que el café tenga reconocido un Día Internacional. Pero, ¿cuándo se celebra? ¿cuál es el origen de esta celebración?
El Día del Café se celebra en muchas partes del mundo el 1 de octubre con el objetivo de reflexionar sobre los efectos de esta bebida en la salud. Aunque el café es disfrutado por millones de personas diariamente, existen algunos beneficios y riesgos no tan conocidos. ¿Por qué se celebra el 1 de octubre?
Origen del Día Mundial del Café
El Día Mundial del Café no es simplemente una excusa para disfrutar de esta bebida, sino que tiene un trasfondo significativo. Esta festividad se estableció en Japón en 1983 por la Asociación del Café de Japón, pero rápidamente se propagó a nivel global. La elección del 1 de octubre como fecha para esta celebración tiene un propósito especial y es que marca el inicio de la temporada de cosecha de café en muchos países productores del mundo.
Por ello, esta fecha ofrece una oportunidad perfecta para reflexionar sobre el viaje del café, desde el grano hasta la taza, y para mostrar aprecio por todos los eslabones de la cadena de suministro, desde los caficultores hasta los baristas que preparan café a diario.
Beneficios del café para la salud
- Beneficios sobre el rendimiento físico: Tomar una taza de café antes de hacer ejercicio puede mejorar el rendimiento físico. El motivo es que la cafeína aumenta los niveles de adrenalina en sangre por lo que el café tiene beneficios sobre la preparación del cuerpo ante un esfuerzo importante. La cafeína actúa sobre el sistema nervioso, lo que provoca que el organismo perciba el cansancio más tarde y, por lo tanto, aumente el rendimiento.
- Ayuda a mantenerse alerta: La sensación de energía que se nota cuando uno toma una taza de café por la mañana se debe a que el café estimula el aumento de sustancias como la dopamina, que aceleran la actividad cerebral. Esta aceleración hace que uno se mantenga alerta y despiertos durante más tiempo. En este sentido, la cafeína está en el centro de los beneficios y perjuicios del café. Al mismo tiempo que beneficia porque hace mantenerse alerta, despierto y ayuda a elevar el estado de ánimo, en algunas personas sensibles a la cafeína puede causar insomnio e inquietud.
- Antioxidantes: El café es un producto rico en compuestos antioxidantes, especialmente en polifenoles que actúan contra los radicales libres y algunos metales pesados que provocan el envejecimiento de los tejidos y ayudan a prevenir enfermedades, siendo éste uno de los principales beneficios de tomar café.
- Antidepresivo natural: Otro de los beneficios del café es que su ingesta puede actuar como un antidepresivo de acción suave. ¿Cómo? El café regula el estrés al bloquear los receptores de la dopamina, un neurotransmisor relacionado con la ansiedad y el estrés. Si ese neurotransmisor está alterado se corre el riesgo de padecer un estado depresivo. Al quedar parcialmente bloqueado por la acción del café, también se reducen las probabilidades de entrar en un estado de depresión.
- Reduce el riesgo de sufrir una insuficiencia cardíaca: Un reciente estudio destaca el hecho de que beber café al menos tres veces al día puede proteger el corazón de enfermedades cardíacas, ya que el consumo de 0,5 a 3 tazas de café al día se asocia de forma independiente con menores riesgos de accidente cerebrovascular y muerte por enfermedad cardiovascular. No obstante, no todo es de color de rosa ya que, en caso de padecer hipertensión y colesterol alto es recomendable controlar el consumo de café. Aunque los indicios parecen indicar que las personas hipertensas pueden tomar café sin que resulte perjudicial, es cierto que la cafeína aumenta ligeramente la frecuencia cardíaca, por lo que es mejor limitar su consumo.
- Contribuye a reducir el riesgo de padecer diabetes de tipo 2: Otro de los numerosos beneficios del café para la salud es su contribución a la prevención de la diabetes de tipo 2 y a la reducción del riesgo de padecerla. La cafeína disminuye la sensibilidad a la insulina y afecta a la tolerancia a la glucosa, por lo que se reduce el riesgo de diabetes de tipo 2, siempre y cuando la ingesta de café vaya combinada con una alimentación saludable y equilibrada, para mantener un peso correcto, y con la práctica de ejercicio físico.
- Combate el Alzheimer y el Parkinson: Los estudios realizados hasta el momento, parecen demostrar que el consumo regular de café reduce la probabilidad de padecer en el futuro enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
- Ayuda a eliminar el dolor de cabeza esporádico: La cafeína tiene propiedades vasodilatadoras que ayudan a combatir las cefaleas, por eso entre los beneficios del café también se encuentra su contribución a la eliminación de ligeros y puntuales dolores de cabeza. Aunque hay que señalar que las personas que habitualmente padecen migrañas deben controlar y moderar el consumo de café ya que, en estos casos, la cafeína podría tener el efecto contrario y actuar como desencadenante del dolor de cabeza, entre otros muchos factores.
- Protege el hígado: Según algunos estudios, existe una relación entre el consumo de café (dos tazas al día) y la disminución del riesgo de padecer cirrosis. La cirrosis es una enfermedad que deteriora el hígado, reemplazando el tejido sano por tejido cicatrizado que bloquea el flujo sanguíneo. Está relacionada habitualmente con el consumo excesivo de alcohol, pero también puede estar provocada por una hepatitis, enfermedades autoinmunes, obesidad y diabetes.
Riesgos asociados al consumo de café
Sin embargo, el café también tiene algunos riesgos, especialmente si se consume en exceso. Esto sucede porque su componente principal, que es la cafeína, es un estimulante que puede causar problemas como ansiedad, insomnio, y aumento de la presión arterial si se toma en grandes cantidades. Por este motivo, los expertos recomiendan limitar su consumo a 300-400 mg de cafeína por día, lo que serían 3 o 4 tazas de café. Pero no solo afecta la cafeína al insomnio o la presión arterial sino que otros riesgos menos conocido es su impacto en la absorción de ciertos nutrientes, como el hierro. Es decir que el consumo excesivo de café puede inhibir la absorción de hierro, lo que podría ser problemático para personas con anemia o deficiencia de hierro.
Pero, ¿por qué el café no le sienta igual a todo el mundo? Porque la cantidad de cafeína consumida, el tiempo transcurrido y la composición corporal de la persona que la consume son factores que influyen. Por este motivo existen grandes variaciones en cuanto a la sensibilidad de las personas y la rapidez con la que pueden descomponerla. Los medicamentos y ciertas condiciones, como el embarazo y la lactancia, también pueden influir. Pero, según diversos estudios, no se han observado efectos negativos asociados al consumo de 400 miligramos de cafeína al día, que son unas cuatro o cinco tazas de café, entre adultos sanos.
Pero, ¿cómo saber si se está consumiendo un exceso de cafeína? Cuando se presentan síntomas tales como malestar estomacal, palpitaciones, sudoración, temblores, vómitos, delirio, dolor de cabeza, diarrea y dolores de pecho.
¿El café aumenta la ansiedad o el estrés?
Sí, el café puede aumentar la ansiedad y el estrés, especialmente cuando se consume en grandes cantidades o en personas sensibles a la cafeína. El motivo es que la cafeína es un estimulante que afecta el sistema nervioso central, lo que puede desencadenar o intensificar síntomas de ansiedad en algunas personas. ¿Cómo el café influye en estos aspectos?
Aumentando la activación del sistema nervioso. Hay que saber que la cafeína bloquea la acción de la adenosina, un neurotransmisor que promueve la relajación y el sueño. Al bloquearla, la cafeína aumenta los niveles de otros neurotransmisores como la adrenalina y la dopamina, lo que estimula el cuerpo, eleva la frecuencia cardíaca y la presión arterial, y genera una sensación de alerta. Esto puede ser útil en dosis moderadas para mejorar la concentración, pero en exceso puede llevar a síntomas como nerviosismo, inquietud e incluso sensación de "pánico". Además interfiere con el sueño, el consumo excesivo de café, especialmente por la tarde o noche, puede alterar el ciclo del sueño. La falta de descanso adecuado contribuye a un aumento de los niveles de estrés y exacerba la ansiedad, generando un círculo vicioso. Depende de la sensibilidad a la cafeína, algunas personas son más sensibles a los efectos de la cafeína que otras, lo que significa que incluso pequeñas cantidades pueden provocarles síntomas de ansiedad, como taquicardia, sudoración excesiva o dificultad para concentrarse. En estos casos, una o dos tazas de café al día podrían ser suficientes para desencadenar estas reacciones.
El mejor momento del día para tomarlo, según los expertos
El mejor momento del día para tomar café, según los expertos, depende de cómo afecta la cafeína al organismo y su interacción con el ritmo circadiano, el reloj biológico que regula muchas funciones del cuerpo, incluyendo la producción de hormonas como el cortisol, que influye en la alerta y el estado de vigilia. Entonces, ¿hay un momento general ideal para tomar café? Si, hay sugerencias que luego cada persona adaptará a su situación.
Por norma general, los expertos sugieren que el mejor momento para consumir café es durante las horas en las que los niveles de cortisol no están en su pico natural. Hay que recordar que el cortisol es una hormona que ayuda a estar alerta, y sus niveles son naturalmente más altos al despertar, disminuyendo gradualmente durante el día. Entonces, ¿cuál es el mejor momento para tomar café?
- Entre las 9:30 a.m. y las 11:30 a.m.: Es el momento ideal para tomar café. No debe ser nada más levantarse ya que, al despertar, los niveles de cortisol suelen ser más altos, por lo que no es necesario un estímulo adicional para mantenerse alerta. Por ello hay que tener en cuenta que tomar café cuando los niveles de cortisol empiezan a descender, alrededor de media mañana, permite aprovechar al máximo los beneficios de la cafeína sin interferir con la producción de cortisol.
- Después de comer: Otra ventana recomendada es después del almuerzo, entre la 1:00 p.m. y las 3:00 p.m. En este horario, los niveles de cortisol vuelven a bajar, y muchas personas experimentan un "bajón" energético. Un café en este momento puede ayudar a mantener la productividad y combatir la fatiga postcomida.