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Tres descubrimientos que no sabías que eran de Newton

Todos hemos estudiado la Ley de la Gravitación Universal y las Tres leyes de Newton, pero hubo otros tratados posteriores.

Todos hemos estudiado la Ley de la Gravitación Universal y las Tres leyes de Newton, pero hubo otros tratados posteriores.

Como si fuera una premonición de su grandeza, nació el día de Navidad. No fue un estudiante brillante en su primera época. Tampoco le ayudaba su trato distante e irascible. En el verano de 1665 la peste asoló Londres. Los ciudadanos huían al campo y las Universidades cerraron. Newton estudiaba en la de Cambridge. Tuvo que abandonarla y pasar unas forzosas vacaciones en su pueblo natal. La enfermedad y la muerte que dejó atrás obligaron al joven Isaac a permanecer dos años de su vida centrado en el estudio y la investigación. Fue uno de los peores momentos para Europa y a la vez, como una paradoja que sólo la historia puede entender, se escribieron las más fructíferas y apabullantes páginas del conocimiento.

Todos hemos estudiado la Ley de la Gravitación Universal y las Tres leyes de Newton. Pero hubo otros muchos descubrimientos que germinaron esos días pero fructificaron en tratados posteriores. Son menos conocidos pero igualmente mágicos. Podría parecer un milagro si no fuera porque los descubrió el científico más grande de la historia (con permiso de otro par de ellos, como mucho).

1. Cálculo infinitesimal

La solución surgió con la necesidad de conocer el área de una curva. Todos sabemos calcular el área de un cuadrado (hay que multiplicar su lado por sí mismo) o de un rectángulo (en este caso se multiplican sus lados). Pero ¿y si el área que queremos calcular es el de una figura irregular y suave que se define por una curva? Pongamos el área que forma la superficie entre dos carreteras o entre dos caminos. Newton desarrolló un método que llamó fluxión. Leibniz, algunos años después, desarrolló otro método idéntico sin disponer de información acerca de lo que hacía el joven Isaac. Era muy celoso de sus descubrimientos y cuando, por fin, lo publicó habían pasado muchos años. De ambos descubrimientos nos ha llegado el cálculo diferencial e integral. Quebraderos de cabeza para muchos estudiantes, pero una verdadera bendición que supuso la resolución de problemas inalcanzables y el desarrollo de nuevas teorías. Lo que hay detrás es una idea simple: descomponer el área en diminutos rectángulos que se vayan ajustando a la curva y luego sumarlos.

2. Descomposición de luz

Newton dedicó gran parte de su tiempo al estudio de la óptica. En 1704 publicó todo lo descubierto junto con algunas teorías descabelladas para la época. El tratado se llamó Opticks, o un tratado de la reflexión, refracción, inflexión y color de la luz. Demostró que la luz blanca procedente del sol está compuesta por la suma de todos los colores. Seguro que recuerdan el dibujo en los libros de texto del colegio. Si ponemos un prisma triangular en la trayectoria de un rayo de luz blanco, este se descompone en rojo, naranja, amarillo, verde, cian, azul y violeta.

3. La luz se comporta como una partícula

En el siglo XVII muy poco se conocía acerca de la luz. Los escasos descubrimientos realizados sobre la materia concluían que la luz era una onda. Sin embargo, Isaac afirmó que la luz estaba compuesta de partículas diminutas. Inmediatamente Hooke y Huygens encabezaron las críticas sobre este atrevido planteamiento.

Varios siglos después, gracias a los trabajos de Max Planck y Albert Einstein, se pudo comprobar que la luz en determinadas ocasiones se comporta como una partícula. A esta doble naturaleza se le denominó "dualidad onda corpúsculo" y mostró, una vez más, la genialidad de Newton.

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