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George Boole inventó el pensamiento de las máquinas

Hace 200 años que nació el inventor del álgebra de Boole. Fundó la base de la lógica que utiliza cualquier sistema electrónico para funcionar.

Hace 200 años que nació el inventor del álgebra de Boole. Fundó la base de la lógica que utiliza cualquier sistema electrónico para funcionar.
Fotograma de la película \'Blade Runner\' | Blade Runner

Abres el navegador. Google: "lógica de Aristóteles". Puedes leer: "Aproximadamente 655.000 resultados (0,40 segundos)". Suena el teléfono. Hablas unos segundos y cuelgas. Miras el reloj y te diriges a la máquina del vending. Antes de salir para casa, sacas un refresco. Te pones el abrigo, coges el ascensor y bajas al garaje. Arrancas el coche.

En apenas un par de minutos, como sucede mágicamente todos los días, has utilizado 6 máquinas diferentes: ordenador, teléfono, reloj, máquina de refrescos, ascensor, teléfono… y otras tantas hacen su trabajo silenciosamente para ti sin que te des cuenta: la climatización, el control de iluminación, el control de accesos, la extracción del garaje, el sistema de protección contra incendios… Compartimos el día a día con ellas y nos hemos acostumbrado a que tomen decisiones por nosotros. Están programadas pero siguen una lógica que les hace comportarse de una forma causal, adaptándose a las condiciones externas y a nuestras órdenes. Y todo ello gracias al álgebra de Boole. La semana pasada se cumplieron 200 años de su nacimiento.

George Boole (1815-1864)

Fue un matemático y filósofo inglés que nació en Lincoln, una localidad en el medio este de Inglaterra. Desde muy joven se dedicó a la docencia para poder mantener a sus tres hermanos y a sus padres. Pero, como sucede con la mayoría de los genios, le quitó horas al sueño y a la vida para saciar el ímpetu de conocimiento que le brotaba de una forma incontrolable. Prácticamente autodidacta, se interesó por aspectos técnicos de las matemáticas y la filosofía, pero como él mismo deseó antes de su muerte, pasó a la historia por desarrollar las herramientas que utilizarían todas las máquinas del futuro: el álgebra de Boole.

Su intención era la de plantear reglas para operar con sentencias lógicas de la misma forma que se hacía tradicionalmente con el álgebra. En lugar de multiplicar o sumar números, operaría con dos estados: "verdadero" o "falso".

Un siglo después, la tecnología electrónica comenzaba su expansión. Los sistemas digitales eran capaces de manejar con soltura dos estados posibles: el cero y el uno. Más exactamente "contacto cerrado" y "contacto abierto". Pero necesitaban una lógica que permitiera a los diseñadores decirle a las máquinas cómo debían actuar. Fue entonces cuando el gran legado de Boole adquirió su verdadera dimensión. Los estados de "verdadero" y "falso" podían ser sustituidos por "uno" y "cero" que era exactamente lo que utilizaban los sistemas digitales para su funcionamiento.

Un ejemplo simple

Supongamos que queremos diseñar un sistema muy sencillo que controle las luces de una vivienda. Supongamos que las condiciones que le imponemos para que encienda las luces son: "Hay gente en casa" y "Es de noche". Según el álgebra de Boole sólo habría que operar estas sentencias con una multiplicación, o como se denomina técnicamente, con la puerta lógica "AND". Según esto, se podrían dar cuatro combinaciones: que sea de noche y que haya gente en casa, por lo que las luces se encenderían (en el álgebra de Boole 1 AND 1 = 1) o cualquiera de las otras combinaciones, en cuyo caso el resultado debería ser que las luces estén apagadas ( 0 AND 1 = 0, 1 AND 0 = 0 y 0 AND 0 = 0).

Hoy en día, nuestras computadoras, nuestro coche, nuestro despertador, nuestro teléfono o nuestro microondas poseen infinidad de estas puertas lógicas que hacen que todo funcione. Los programadores e ingenieros de todo el mundo diseñan diariamente máquinas o códigos basados en el álgebra de Boole permitiendo que las cosas tomen decisiones.

En los próximos años el desarrollo de la inteligencia artificial será uno de los aspectos de mayor crecimiento. Los coches autónomos están a la vuelta de la esquina y los sistemas de conversación y traducción del lenguaje son ya una realidad. George Boole hizo que todo comenzara un día del año 1847 con su The pamphlet Mathematical Analysis of Logic. Quizás en unas décadas existan máquinas que parezcan humanas y teman por su muerte o por la pérdida de sus experiencias y recuerdos. Quizás alguna reflexione en voz alta que "…todos esos momentos se perderán... en el tiempo... como lágrimas en la lluvia". Si no, siempre nos quedará el arte para imaginarlo.

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