Desde hace días, la mayor isla de Hawai está en vilo por la erupción del Kilauea. Se han abierto catorce grietas por las que fluye o ha fluido lava y los gases amenazan a los 185.000 habitantes. Los expertos avisan de que es impredecible lo que ocurrirá. Por el momento, 26 casas han sido destruidas y hay casi 2.000 desalojados.