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Desvelan los misterios de Arrokoth, el mundo más lejano del Sistema Solar visitado por una nave

Nuevos datos proporcionados por la nave New Horizons aportan más información sobre este objeto espacial.

Nuevos datos proporcionados por la nave New Horizons aportan más información sobre este objeto espacial.
El lejano mundo de Arrokoth | NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Southwest Research Institute/Roman Tkachenko

El mundo más lejano y primitivo del Sistema Solar que haya visitado una nave espacial, un objeto de cinturón de Kuiper bilobulado conocido como Arrokoth, se describe ahora en detalle en tres nuevos informes publicado en la revista Science.

Estos nuevos informes amplían los primeros resultados publicados sobre este objeto, anunciados en una edición de mayo de 2019 de la revista Science, y que se basaron en solo una pequeña cantidad de datos descargados de la nave espacial New Horizons después del sobrevuelo. Los nuevos informes se basan en un número de datos diez veces superior proporcionados por la nave.

La nueva información proporciona una imagen mucho más completa de la composición y el origen de Arrokoth, y apuntan a la resolución de una controversia científica sobre cómo se formaron esos bloques de construcción planetarios primitivos llamados planetesimales.

En el primer estudio basado en estos resultados, William McKinnon y sus colegas de la Universidad de Washington utilizaron simulaciones para comprender mejor cómo se formó Arrokoth y postularon que los dos lóbulos eran cuerpos independientes, formados en el mismo momento, en una nube de colapso local de la nebulosa solar.

En otro estudio basado en estos nuevos resultados, John Spencer y sus colegas del Southwest Research Institute informan de que los lóbulos binarios de Arrokoth son menos planos de lo creído anteriormente y su volumen es mayor.

Asimismo, comprobaron que Arrokoth tiene una superficie lisa y ligeramente llena de cráteres, diferente de la de los cuerpos del sistema solar visitados anteriormente, lo que indica que su cara ha permanecido bien preservada desde el final de la era de la formación del planeta.

A partir de la densidad del cráter, infieren una edad antigua de su superficie de aproximadamente 4.000 millones de años, lo que respalda la teoría de que Arrokoth se formó en una nube de colapso de la nebulosa solar local.

Finalmente, Will Grundy y sus colegas de la Universidad del Norte de Arizona apuntan sobre la superficie de Arrokoth que está uniformemente roja, fría y cubierta con hielo de metanol y moléculas orgánicas complejas no identificadas. El color rojo probablemente se deba a la presencia de moléculas orgánicas.

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