Media España ha amanecido este martes llena de arena o barro. Calles, vehículos, terrazas... todo está cubierto de un polvo anaranjado o rojizo, que deja imágenes que parecen sacadas de otro planeta. Según explica la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) se trata de "polvo en suspensión procedente del norte de África", que llega a nuestro país de la mano de la borrasca Celia. "La intrusión continuará en los próximos días y será significativa. Dará lugar a calima, lluvias de barro y un empeoramiento de la calidad del aire", advierten los expertos.
El presidente de la Asociación de Geógrafos Españoles (AGE), el catedrático de la Universidad de Alicante (UA) Jorge Olcina, califica este "suceso excepcional". Se trata de "una llegada de polvo sahariano como hacía décadas que no se registraba en España", según el profesor, que en declaraciones a Efe explica que "el polvo sahariano aprovecha el lado este de la DANA que se ha formado en el golfo de Cádiz para ascender desde el desierto del Sahara hasta Europa occidental".
Calima y lluvias de barro
La calima, un fenómeno tan habitual en Canarias y en las costas del sur de España, no es más que la acumulación de "partículas secas invisibles al ojo, pero lo suficientemente numerosas como para dar al cielo una apariencia opalescente", tal y como explica el Meteoglosario de la AEMET. "Cuando las lluvias y nevadas arrastran polvo hasta la superficie, se dice que hay una deposición húmeda del polvo. Son las conocidas como lluvias de barro, que en algunos casos ya se han registrado", añade la Agencia, que también se refiere a este fenómeno como lluvias de sangre.
¿Hasta cuándo?
Para este martes, se prevé que la entrada de polvo procedente del Sáhara alcance "niveles muy desfavorables, e incluso extremadamente desfavorables, en algunas zonas de España". Además, la AEMET advierte de que los vientos continuarán transportando polvo en suspensión hacia la Península al menos hasta este miércoles, cuando podría llover más débilmente en el centro de la Comunidad Valenciana, el sur de Cataluña, el valle del Ebro y el centro peninsular.
Enfermedades respiratorias
Junto a la suciedad y la falta de visibilidad, lo más destacado de esta entrada de polvo en suspensión es que "empeora la calidad del aire que respiramos". Las partículas más pequeñas (menores de 1,5 micrómetros de diámetro) llegan hasta los alveolos pulmonares, lo que puede dar lugar a problemas respiratorios o a agudizar los ya existentes. Precisamente por eso, los expertos desaconsejan realizar actividades al aire libre y, en caso de hacerlas, recomiendan no quitarse la mascarilla.