
La ley de Bienestar Animal propuesta por el ministerio de Ione Belarra podía haberse aprobado este miércoles de forma definitiva, pero el Senado ha devuelto el proyecto de ley animalista al Congreso para que ratifique las enmiendas aprobadas en el pleno celebrado este miércoles. Además de los cuatro vetos a la totalidad de la ley, los presentados por PP y PNV han quedado a tan solo un voto de ser aprobados por la Cámara Alta.
El veto del PNV ha contado con 132 votos a favor (procedentes del grupo popular, PNV, Junts per Catalunya, Vox y varios diputados de minorías de izquierda) y 128 en contra del PSOE y ERC así como tres abstenciones, mientras que el del PP ha cosechado los mismos votos a favor frente a 131 en contra y dos abstenciones.
Posteriormente, el pleno ha votado las casi 450 enmiendas parciales presentadas por los grupos a este proyecto de ley que ha cosechado el rechazo de las asociaciones de vendedores de mascotas, asociaciones de animales, veterinarios o propietarios y criadores de reptiles y aves, entre otros.
Entre las enmiendas aprobadas por el Senado está la propuesta socialista para que los propietarios de mascotas consideradas ilegales se autodenuncien. El PSOE propone incluir un listado anticipado de mascotas prohibidas, antes incluso de que entre en vigor el listado positivo que supuestamente va a elaborar un grupo de expertos designados por el propio ministerio de Belarra. Cualquier persona que tenga un animal considerado prohibido tendrá "la obligación de comunicar a las autoridades competentes la tenencia de estos animales, en el plazo de 6 meses a partir de la entrada en vigor de la presente ley" para que las autoridades se lo requisen y se lo lleven a "centros de protección de animales silvestres, zoológicos o entidades de protección animal".
Se elimina el test de sociabilidad para perros
Otra de las enmiendas aprobadas por el Senado que tendrá que ratificar el Congreso es la del senador de Compromís, Carles Mulet, que propone eliminar el test de sociabilidad obligatorio para los propietarios de perros en el que se pretendía valorar la aptitud de los animales para desenvolverse en el ámbito social.
También se han aprobado dos enmiendas de Junts per Catalunya, para evitar que la prohibición del uso de animales de forma ambulante pueda derivar en sanciones discrecionales a personas sin hogar que viven con sus animales y otra sobre colonias felinas así como cinco del PNV en su mayoría por tema competencial .Lo que no ha cambiado es la exclusión de los perros de caza, pastores, de guarda de ganado y de trabajo de la ley.
Durante el debate, los senadores han criticado los numerosos vacíos legales "graves" de un texto legal ambiguo, lleno de incoherencias, sin dotación presupuestarias y con sanciones desproporcionadas, además de la invasión competencial en materia de bienestar animal.
Por parte del PP, el senador Pedro Rollán ha calificado de "nueva chapuza" la normativa "ampliamente criticada por juristas y colegios profesionales que no contenta a nadie, pero confronta a todos". "No podemos ser palmeros de un Gobierno confrontado, ni de un texto que no está a la altura porque legislar es algo muy serio", ha añadido.
Desde Vox, Yolanda Merelo ha reprochado "las imposiciones" del Gobierno y ha tildado de "animalistas" estas normas, que atienden a "creencias y no a la ciencia", y además sin consenso de los expertos.
Miguel Sánchez, de Ciudadanos, ha tildado de "infumable" la normativa y ha criticado al grupo socialista por apoyar una normativa "caprichosa, ideológica y sectárea sin rigor científico y sin dotación económica".