El calor que en estos primeros días del otoño se disfruta -o se padece, según se mire- en casi toda España ha vuelto a poner los cambios meteorológicos en el centro del debate. Sin embargo, hay algo incontestable y es que el hecho de que ya exista un nombre -o varios- para referirse a esta ‘subestación’ del año demuestra que no es ni mucho menos algo extraordinario.
El veranillo de San Miguel es una expresión que llevamos escuchando toda la vida y se utiliza para hablar de un fenómeno meteorológico que suele tener lugar a finales de septiembre, y que se caracteriza por un clima seco y cálido. De hecho, se llama de "San Miguel" porque habitualmente se produce en torno al 29 de septiembre, día en que se celebra tal onomástica. Además, en algunos lugares también se conoce como "veranillo del membrillo", precisamente porque coincide con las fechas en las que se empieza a recoger esta preciada fruta.
Vamos a hablar del «veranillo de San Miguel», llamado así porque suele ocurrir en torno al 29 de septiembre, festividad de San Miguel, y es también conocido como el «veranillo del membrillo», porque es en estas fechas cuando tiene lugar la maduración del mencionado fruto. pic.twitter.com/euIGCrXFhX
— AEMET Divulga (@AEMET_Divulga) September 27, 2023
Aun así, desde la Agencia Estatal de Meteorología reconocen que este 2023 las temperaturas están siendo "extraordinariamente altas" y, como muesta, un botón: entre este viernes y el próximo lunes, "los valores diurnos estarán en torno a 10 ºC por encima de lo normal". Además, aseguran que "al menos desde 1950, nunca habremos registrado un día de San Miguel tan cálido como el previsto este año".
El San Miguel más calido
Según la previsión de AEMET, la subida de las temperaturas se intensificará a partir de este viernes con la entrada de "una masa de aire cálido y seco de origen sahariano, que en Canarias propiciará una intrusión de calima" y termómetros por encima de los 34 grados, "en especial en las islas orientales".
A lo largo del día, no obstante, los ascensos más acusados se darán fundamentalmente en la mitad oeste peninsular, con probabilidad de que se alcancen los 36-38 ºC en el valle del Guadalquivir y en otros puntos del suroeste. En el valle del Ebro, las temperaturas máximas oscilarán entre los 34 y 36 ºC, mientras que en el interior de la península se moverán entre los 32 y los 34 ºC "de forma bastante generalizada"
En cuanto a las temperaturas mínimas, se prevén valores de 18-20 ºC en el litoral mediterráneo y cuadrante suroeste peninsular, mientras que en Canarias incluso podrían superar los 24 grados. "Esto se debe a que estamos ante una situación de estabilidad, con cielos despejados y días todavía largos, junto con la presencia de una masa de aire extremadamente cálido para la época", explican los meteorólogos.
¿Hasta cuándo durará este veranillo?
El sábado, los termómetros seguirán subiendo en el Levante, en el tercio norte peninsular -especialmente en el área Cantábrica- y en Canarias, por lo que aquellos que viajen a lugares de playa este fin de semana podrán disfrutar de temperaturas muy similares a las registradas este verano. La parte mala, sin embargo, es el "riesgo alto o extremo de incendios" del que también advierte la AEMET.
Según sus previsiones, las temperaturas seguirán aumentando el domingo en casi todo el país, salvo en el extremo norte peninsular, donde descenderán las máximas. Pero ojo porque el veranillo pronto tocará a su fin. Según los meteorólogos, "a partir del martes 3 se espera que se produzca un refrescamiento térmico paulatino, comenzando por el norte peninsular y el valle del Ebro".