Tras la aprobación de la ley de Bienestar Animal se ha disparado el número de abandonos de mascotas, los ayuntamientos no tienen fondos suficientes para implantar las medidas y las tiendas de animales exóticos ya están echando el cierre. A esta sangría de perjudicados se suman ahora las ferias de mascotas. Sus organizadores denuncian que las exigencias de la ley animalista ponen en grave riesgo la continuidad de su actividad.
Con once ediciones en su haber, el salón de mascotas Principets del Principado de Asturias no volverá a celebrarse. La Cámara de Comercio de Avilés ha adoptado esta decisión tras analizar las condiciones que impone la ley de Bienestar Animal, que les obliga a "un control exhaustivo" que puede comprometerse "cuanto mayor es su afluencia".
De este modo, desaparece una de las ferias más exitosas de la ciudad y una plataforma de contacto privilegiada entre expositores y potenciales compradores. En su anterior edición registró la visita de unas 10.000 personas y unas "importantes" cifras de ventas, en palabras de la concejala asturiana de Hacienda y Comercio Raquel Ruiz.
Expoterraria: "Habrá menos animales"
Expoterraria es otra de esas ferias referentes para el sector que se encuentra en grave riesgo de desaparecer por la ley animalista. Es un evento que se celebra cuatro veces al año y reúne a compradores con criadores registrados y tiendas de reptiles y anfibios en su mayoría. Además de la venta de animales, se organizan charlas y otras actividades divulgativas sobre el cuidado de este tipo de mascotas.
A priori puede parecer un sector desconocido, pero tiene un público sumamente apasionado. Cada edición de Expoterraria recibe entre 2.500 y 3.000 visitantes, acoge 70 expositores y mueve un volumen de negocio que puede llegar hasta los 300.000 euros, según estimaciones de los organizadores.
En este caso, la feria está en peligro debido a las especies de animales que el Gobierno ya ha prohibido antes de la aprobación del listado positivo: los reptiles de más de dos kilos de peso en estado adulto. Su organizador, Daniel Valiño, asume que en la próxima edición que celebran el próximo 25 de noviembre en Granada "habrá menos animales", lo cual pone en grave riesgo la continuidad del evento.
"En vez de lamentarnos antes de que ocurra, vamos a seguir haciendo la feria mientras se pueda". Valiño insiste que incluso aunque solo puedan llevar tres tipos de animales, seguirán celebrando Expoterraria mientras funcione. "Y si no funciona, pues tendremos que cerrar, como ya han cerrado muchas tiendas y otros negocios en España".
Valiño asegura que las tiendas, los criadores y los propietarios están hartos de que les traten como a "criminales" porque a pesar de tener los permisos en regla y pagar los impuestos, "la sensación es de que siempre te están buscando la última cosquilla". Valiño asegura que hay gente que lleva veinte años dedicado a esto y que ya no aguanta más. "Y muchos de los que no han cerrado ya, acabarán haciéndolo porque no pueden adaptar su tienda a las nuevas exigencias o porque han prohibido las especies que vende y porque los clientes tienen mucho miedo".
"Van a acabar con mi vida como profesional"
Sobre la ley de Bienestar Animal, Valiño asegura que "es una ley desequilibrada" que deja entrever las "creencias" y el "animalismo radical" de sus legisladores: "Es una ley hecha con prisas, que no ha contado con nadie que tuviera idea del tema, la han hecho cuatro personas con un pensamiento radical en contra de lo que están legislando, que es como si las leyes de la industria cárnica las sacasen los veganos. No tiene sentido".
En opinión de Valiño, la ley prohíbe todo lo que los legisladores consideran que está mal, "aunque esté bien hecho". Además, añade, "han ido a por lo que han podido, porque tan animalistas que se denominan, se han olvidado de los toros y de la caza".
Con respecto a su futuro y al de la feria, Valiño es pesimista: "Van a acabar con mi vida como profesional. No podré vender y me tendré que dedicar a otra cosa. Pero al final, el particular va a seguir adquiriendo esos animales y el que los quiera tener de forma ilegal, los tendrá. Habrá animales traídos ilegalmente porque volverá a merecer la pena traerlos en malas condiciones en maletas, muchos de ellos muriendo, habrá abandonos y la ley provocará el efecto contrario a lo que esta gente quería".