
Una colonia de gatos está arrasando con los nidos y las crías de chorlitejo patinegro, un ave de pequeño tamaño catalogada como "vulnerable" y protegida por la Comunidad Valenciana. Han sido los propios voluntarios que cuidan de las aves los que han dado la voz de alarma sobre los estragos que están ocasionando los gatos silvestres, protegidos ahora por la ley de Bienestar Animal.
Según relata Levante, las poblaciones de chorlitejo se habían reducido un 70% en la Comunidad Valenciana. Sin embargo, esa situación estaba cambiando gracias al trabajo de 49 voluntarios que colaboran con SEO/BirdLife y Acció Ecologista Agró. Ahora, ese éxito se ve seriamente amenazado por una colonia felina cercana.
La colonia está controlada por el ayuntamiento de Valencia y un grupo de personas voluntarias se encargan de alimentar a los gatos con pienso. A pesar de ello, fieles a su instinto depredador, los animales se acercan a cazar al santuario de aves protegidas.
Protegidos por la ley de Bienestar Animal
La ley animalista, en vigor desde el pasado 29 de septiembre, obliga a los ayuntamientos a crear un plan de gestión de colonias felinas. Además de atender, alimentar y proteger a los gatos callejeros, los ayuntamientos deben capturar a todos los animales, vacunarlos, desparasitarlos, esterilizarlos y devolverlos a sus colonias de origen. El problema es que los consistorios ya han denunciado en numerosas ocasiones que no hay fondos suficientes para aplicar el método CER (captura, esterilización y retorno).
La ley también prohíbe "la retirada, reubicación o desplazamiento de gatos comunitarios", salvo que supongan un auténtico peligro para los humanos o para la biodiversidad, como en este caso. Esta es la solución por la que ha optado finalmente la oficina de Bienestar Animal del Ayuntamiento de Valencia, que desplazará la colonia de gatos y los comederos confiando que sea suficiente para proteger a las aves.
Son grandes depredadores y en muchos casos están acabando con la fauna autóctona protegida de zonas como Canarias, donde se estima que han contribuido a la desaparición de hasta 40 especies. La ley animalista fía sus resultados a la aplicación del método CER, pero para que esa estrategia funcione, hay que esterilizar a entre el 71% y el 94% de los gatos, según un estudio de la Universidad de Florida.
La asociación animalista SEO/BirdLife esgrime el mismo argumento: "La literatura científica no avala la suposición de que las colonias de gatos tienden a desaparecer en el tiempo, como consecuencia de la esterilización de sus individuos. Las condiciones necesarias para que esto ocurra (porcentajes muy altos de esterilización y nuevas entradas en las colonias nulas o muy bajas) son muy difíciles de alcanzar".