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Descubren en Canarias tres nuevos volcanes submarinos, "islas que aún se están hundiendo"

Los Atlantes, como los han bautizado los investigadores, fueron islas hace millones de años.

Los Atlantes, como los han bautizado los investigadores, fueron islas hace millones de años.
Corales y peces en la lava submarina del volcán Tajogaite de La Palma. | IGME-CSIC

Las investigaciones geológicas en el rico fondo submarino canario siguen dando sus frutos: un equipo de investigación del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha descubierto tres nuevos volcanes submarinos al norte de las islas.

Los nuevos montes submarinos han sido bautizados como Atlantes, en honor al proyecto Atlantis que está desarrollando la investigación a bordo del buque oceanográfico del CSIC Sarmiento de Gamboa, y también en alusión a la leyenda de la Atlántida. Según los investigadores, algunos de los volcanes recién descubiertos podrían star relacionados con las erupciones de Timanfaya y otros se cree que fueron islas en el Eoceno, hace entre 56 y 34 millones de años.

El proyecto Atlantis, liderado y coordinado por los investigadores Luis Somoza y Javier González, del grupo de Recursos Geológicos Marinos y de Medios Extremos del IGME-CSIC, inició esta campaña el 27 de junio y acaba el próximo 6 de agosto. Para la investigación y análisis del fondo marino alrededor del archipiélago, entre los 2.500 y 100 metros de profundidad, se ha utilizado un submarino no tripulado ROV.

Su objetivo, explica el CSIC es detectar señales de actividad submarina magmática e hidrotermal en el archipiélago, que podrían suponer un riesgo futuro para la población. También se están investigando los procesos ambientales y de formación de minerales submarinos en condiciones extremas, donde los microorganismos promueven la biomineralización de metales como el manganeso, cobalto, fosfatos o las tierras raras. Las investigaciones se alinean con otros proyectos que han permitido cifrar la extraordinaria riqueza en minerales críticos de otros montes submarinos canarios como el Tropic, con costras ricas en elementos de gran valor acumulados a lo largo de millones de años.

Las "abuelas" y las "madres" de las islas Canarias

De hecho, el grupo de investigación que ha realizado el hallazgo es el mismo que descubrió las abuelas de Canarias, los montes submarinos al sur de las islas que se consideran ancestros del archipiélago actual, entre los que se encuentra el Tropic, en aguas internacionales disputadas por Marruecos y España, y otros montes situados en el entorno de las islas.

Dividida en dos partes, en la primera fase de la campaña se han estudiado los volcanes recientes, conocidos como las "hijas" de las islas Canarias, que son los deltas de lava del volcán Tajogaite, surgido en 2021 en La Palma; el volcán submarino Tagoro, de la erupción de 2011-2012 en El Hierro; y los deltas de lava del Teneguia (1971) y San Antonio, Fuencaliente (1677) ocurridas al sur de la isla de La Palma.

En la segunda parte, se han dedicado a las "madres", situadas al norte, que son las que dieron origen al archipiélago y donde se ha descubierto el monte que se propone llamar Los Atlantes. "Fueron islas en el pasado y se han hundido, aún se están hundiendo, como cuenta la leyenda de la Atlántida. Algunos hemos podido constatar que todavía mantienen sus playas", señala el geólogo y coordinador del proyecto Luis Somoza.

Además, se ha descubierto una serie de volcanes submarinos al este de Lanzarote, situados en el límite con el margen continental africano. Estos volcanes pueden ser más modernos de lo esperado y podrían ser los equivalentes submarinos del sistema de volcanes del Timanfaya.

Las imágenes obtenidas reflejan la ingente vida que hay en los fondos marinos después de que las coladas submarinas formaran los deltas de lavas. Muestran cómo la vida submarina está renaciendo tras las recientes erupciones con nuevos jardines de corales y esponjas, o áreas cubiertas de tapices bacterianos junto a las fuentes hidrotermales. Algunas de las coladas de lava alcanzan más de 1.200 metros de profundidad. Al enfriarse su capa exterior, se forman tubos que permiten que fluya caliente sobre las pendientes, configurando impresionantes tuberías a grandes profundidades.

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