El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha propuesto sancionar al hombre de 61 años que el pasado 19 de julio resultó herido de gravedad tras ser mordido por una víbora que tenía en su domicilio de Valdemorillo (Madrid) y que finalmente ha sido sacrificada.
Según los agentes, el hombre tenia al reptil, una víbora Bothrops, guardado en un táper de plástico con rejillas. Además, el animal no constaba en ningún registro oficial y su dueño carecía de la documentación requerida para su tenencia. La ley de Bienestar Animal considera ilegal la tenencia de reptiles venenosos y cualquier especie de reptil que en estado adulto supere los 2 kg de peso.
Es por ello que el Seprona le ha propuesto para sanción, aunque en base a la Ley 4/2016, que prohíbe la tenencia de animales venenosos como animales de compañía, y la 50/1999, relativa a posesión de animales potencialmente peligrosos en un domicilio, según ha explicado la Comandancia del instituto armado de Madrid.
Veinte viales de antídoto
El episodio de la mordedura ocurrió sobre las 10:00 horas del miércoles 17 de julio en un domicilio de Valdemorillo (Madrid). Los sanitarios del Summa 112 que acudieron a la emergencia encontraron al hombre en shock anafiláctico a causa del veneno de la serpiente. Lo estabilizaron y trasladaron al hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, donde ingresó en estado grave.
Para recuperarse, el hombre precisó de más de una veintena de viales de antídoto de víbora europea, además de tener que solicitar y esperar la llegada de viales del antídoto específico desde México.
La serpiente, una víbora Bothrops, venenosa y originaria de Sudamérica, fue entregada a los agentes por la hermana del afectado por la mordedura, quienes a su vez contactaron con expertos del parque zoológico Faunia para depositarla en sus instalaciones mientras realizaban la investigación. Finalmente el reptil tuvo que ser sacrificado este martes en un centro acreditado de la Comunidad de Madrid
Para evitar este tipo de casos, la Guardia Civil recomienda obtener las correspondientes licencias y certificados para tener animales peligrosos y conocer los antídotos para hacer frente a el veneno de especies peligrosas, especialmente si provienen de otros países