Tras la inesperada muerte de su cría en febrero de 2024, una chimpancé occidental llamada Natalia del Bioparc de Valencia mantuvo un comportamiento de duelo que captó la atención de muchos, al llevar consigo el cuerpo inerte de su bebé durante meses. Este proceso, aunque desgarrador desde la perspectiva humana, es un comportamiento natural y documentado entre los chimpancés, que refleja su capacidad para experimentar emociones complejas, tal como explicó Miguel Casares, veterinario y director del zoológico, para National Geographic.
Desde la muerte de su cría, que fue la segunda pérdida de una cría para Natalia, el resto de chimpancés del Bioparc, se mantuvieron a su lado. "Se abrazaron a la madre durante las primeras semanas, haciendo piña", describió el veterinario.
Durante estos meses, la escena ha impactado especialmente a los visitantes del parque, quienes han sido informados en todo momento sobre la situación a través de carteles y la atención directa de los educadores del zoológico. La dirección del Bioparc decidió permitir que Natalia mantuviera el cuerpo de su cría hasta que estuviera lista para desprenderse de él, un proceso que podía prolongarse por días o meses. "Será cuando ella considere conveniente", aclaró el trabajador del parque.
El duelo x la muerte de un hijo no es exclusivo de los humanos.
— Raquel (@raquelstrr) May 30, 2024
Esta chimpancé,Natalia se llama,se aferra a su cría muerta desde hace tres meses!
Vive en el Bioparc,aquí,en Valencia.
Q pena me ha dado ver como la consuelan y todo.😔 pic.twitter.com/hRQIqu7ROl
La decisión de respetar el instinto maternal de Natalia se basó en el principio del bienestar animal, evitando acciones que pudieran romper la confianza entre los chimpancés y sus cuidadores.
Finalmente, tras siete meses de duelo, el momento ha llegado y Natalia se ha desprendido del cuerpo de su cría. "De pronto se desprendió de él y dejó de atenderlo. Lo depositó y no regresó, lo que permitió a los profesionales recuperar el cuerpo", han confirmado desde el Bioparc para El Español, lo que ha representado un gran avance en la adaptación emocional de Natalia.