Hoy, día 14 de febrero, se celebra San Valentín, el día universal del amor y una de las celebraciones más especiales para aquellos que están enamorados. El enamoramiento es una de las mejores sensaciones que pueden llegar a existir y, aunque a muchos les gustaría que durase para toda la vida, es científicamente imposible.
La sensación de estar enamorado se produce por la feniletilamina, conocida como la FEA, es un aminoácido esencial que actúa como neurotransmisor, es decir, un compuesto orgánico que produce el cerebro. Pertenece al grupo de las anfetaminas y se puede llegar a considerar como una droga natural que fabrica el propio organismo y que estimula el sistema nervioso.
El enamoramiento comienza en esta molécula, que provoca exaltación, euforia y alegría. Cuando dos personas se enamoran, el cuerpo comienza a aumentar la producción de la FEA, por lo que los sentimientos de exaltación comienzan a aparecer.
Aunque muchas parejas terminan su relación porque dejan de estar enamorados, es algo completamente normal, ya que el enamoramiento no es eterno. De hecho, según la ciencia y la psicología, el amor dura de seis a doce meses, ya que además el cuerpo no podría aguantar tanto tiempo el nivel de excitación que provoca esta molécula.
Asimismo, en el enamoramiento también se incrementan los niveles de dopamina, otro neurotransmisor que se encarga de las sensaciones de placer convirtiendo el amor en una experiencia similar a la experimentada por el consumo de algunas drogas. También se liberan B-endorfinas –péptidos opioides que alimentan la secreción de neurotransmisores como la dopamina –cuando el cerebro produce feniletilamina.
La opinión del psicoanálisis
Según diferentes estudios, el período de enamoramiento dura entre seis meses y un año. Esto se debe a que es "el comienzo de la idealización", según Magdalena Salamanca, psicoanalista y psicoterapeuta. En este período se "atribuyen determinadas características a la pareja como la tranquilidad o la calidez", unos atributos que, según la experta, "tienen que ver más con uno mismo".
El enamoramiento comienza con la etapa de la idealización, una fase en la que dos personas comienzan a tener una relación particular que se distingue del resto de relaciones por "el fin sexual". La psicoanalista lo define como "una explosión" en la que el individuo ve en su pareja lo que desea ser, convirtiendo el comienzo de la relación en "una nube de idealización".
Sin embargo, aunque muchos desearían sentir el enamoramiento durante toda la vida, es imposible. Según Freud, el período de enamoramiento es como un estado de locura transitoria, por ello, la experta explica que se debe "hacer un pasaje del enamoramiento al amor". Esto debe realizarse porque las personas se relacionan "con imágenes que ellos mismos han creado" y es necesario que comiencen a aceptar las imperfecciones de su pareja.
No se recomienda que dure más de 6 meses
Cuando se acaba la idealización, también lo hace el enamoramiento y entonces es cuando aparece el amor. En este momento, muchas parejas deciden terminar su relación, ya que según la psicoanalista comienzan a pensar sobre sus parejas que "nada es como antes" o que "no es la misma persona de la que se enamoraron". Realmente, en muchos casos, sí que es la misma persona, pero la superproducción de feniletilamina termina y la idealización desaparece por completo.
No obstante, según Magdalena Salamanca, no se recomienda que "el enamoramiento dure más de seis meses". Aunque a veces se observen personas que llevan ya varios años y parece que continúan enamoradas de esa forma eufórica, puede que estén experimentando "relaciones tóxicas". La psicoanalista explica que en el momento en el que se empiezan a dejar relaciones de amistad o familiares atrás para seguir en "la fase de enamoramiento", esto deja de ser sano.
Por otro lado, aquellas parejas que deciden dejar la relación –debido a que los sentimientos desarrollados en el enamoramiento han terminado– muchas veces se encuentran equivocadas, ya que solamente ha terminado la idealización. Salamanca recomienda en estos momentos aceptar la realidad, aceptar las diferencias de la pareja y tolerarlas.
Es importante destacar que, en ocasiones, las parejas a largo plazo comienzan a explorar nuevas experiencias que pueden hacer revivir ciertos sentimientos de enamoramiento. La psicoanalista señala que "se pueden despertar chispas, pero no se trata de enamoramiento puro". "El fuego puede avivarse, pero no llega a explotar como al principio de la relación", expresa Salamanca. Estos momentos de cambios en realidad son "una reactivación de algo que ya estaba latente", no una nueva etapa de enamoramiento. En definitiva, según la psicoanalista "el amor es la mayor fuente de autoestima que hay, pero siempre con límites y medidas".