
En una pequeña clínica veterinaria de los Pirineos, en el año 2003, algo extraordinario sucedió. Por un breve instante, una especie extinta volvió a respirar. Y no hablamos de un híbrido o una manipulación genética, como es el caso de los lobos huargo de Colossal Biosciences. Nos referimos a un clon de una especie ya extinguida: el bucardo.
El bucardo es una subespecie de cabra montesa (Capra pyrenaica pyrenaica) que había sido declarada oficialmente extinta en el año 2000, tras la muerte de la última hembra conocida, llamada Celia.
Gracias a técnicas de clonación similares a las utilizadas en la famosa oveja Dolly, científicos españoles y franceses lograron algo sin precedentes: devolver la vida a una especie desaparecida. El embrión, gestado en el vientre de una cabra doméstica, nació por cesárea. Vivió apenas unos minutos, víctima de una malformación pulmonar. Pero ese breve latido marcó un antes y un después en la historia de la biotecnología.
Resucitando de la extinción
A diferencia del bucardo, cuya clonación se basó en células viables conservadas de un solo individuo, los lobos huargo están siendo reconstruidos a partir del ADN antiguo de restos fósiles combinados con el de especies actuales como el lobo gris. Es decir, no se trata de una clonación directa, sino de una aproximación genética que da lugar a un "organismo funcionalmente equivalente", según la terminología de la empresa. Es decir, la cabra es la misma, pero los lobos se parecen a sus ancestros.
Esto es así porque el bucardo se extinguió en el año 2000, lo que hizo posible conservar su material genético en perfectas condiciones, mientras que los lobos se extinguieron hace unos 10.000 años y el material genético utilizado procede de un diente de 13.000 años y un cráneo de 72.000 años.
En cualquier caso, sea una cabra pirenaica o una bestia legendaria, lo cierto es que la resurrección de especies extintas abre un camino que antes sólo creíamos ficción y supone inversiones millonarias. De hecho, desde su lanzamiento en septiembre de 2021, Colossal ha captado 435 millones de dólares de financiación total y su valoración asciende a 10.200 millones de dólares, según cifras de la propia empresa.
Así que ya no hay dudas. Podemos resucitar a las especies extintas. Ahora ya sólo nos queda saber qué vamos a hacer con los mamuts, dodos, tigres dientes de sable o tilacinos (tigre de Tasmania) cuando vuelvan a estar entre nosotros.