¿Qué hay realmente detrás de las estelas que dejan los aviones? Esto dice la ciencia
La combustión del combustible de aviación genera nubes de hielo,
pero no existen pruebas de fumigaciones secretas.
"Chemtrails" es la abreviatura en inglés de chemical trails,
traducido como "estelas químicas". El término aparece en teorías
conspirativas que atribuyen a las estelas blancas de los aviones un
supuesto fin de fumigación intencionada con productos químicos. Sin
embargo, la ciencia las identifica como estelas de condensación,
formadas por vapor de agua que se congela tras la combustión del
combustible a gran altitud.
Un análisis del climatólogo Roy Spencer, doctor en Meteorología y
exinvestigador de la NASA, revisa la literatura científica acumulada
durante más de un siglo para aclarar el origen, la composición y el
impacto real de estas estelas de los aviones, y desmiente las
principales afirmaciones difundidas en torno a las llamadas
"chemtrails".
La formación de las estelas de condensación
Las nubes tipo cirro, incluidas las generadas por aviones, fueron
clasificadas en 1802 por Luke Howard. Ya en 1918 se observó que
los aviones a gran altitud dejaban rastros de vapor de agua que,
con la humedad y frío adecuados, se convertían en nubes de hielo.
Estas estelas de condensación se forman cuando el vapor de agua
generado en la combustión de los motores reacciona con el aire frío y
húmedo, provocando su condensación y congelación inmediata.
Los cristales de hielo en suspensión resultantes pueden
permanecer visibles durante minutos u horas, según las condiciones
meteorológicas.
Vapor de agua y subproductos de la combustión
Pese a la apariencia fantasmal que a veces presentan, las estelas de
condensación no contienen sustancias químicas misteriosas. En
realidad, quemar un solo kilogramo de queroseno genera 1,23
kilogramos de vapor de agua y 3,16 kilogramos de CO₂, debido
a la reacción del hidrógeno del combustible con el oxígeno
atmosférico.
Además, durante la combustión se liberan otras partículas, como
hollín, óxidos de nitrógeno, hidrocarburos o dióxido de azufre,
subproductos habituales de la combustión de hidrocarburos.
El hollín actúa como núcleo de condensación para el hielo de la
estela. Incluso sin hollín, los aerosoles de ácido sulfúrico también pueden desempeñar ese papel, como señala Spencer citando
investigaciones recientes.
Las condiciones meteorológicas
El fenómeno de las estelas es perfectamente conocido por la
meteorología desde hace décadas. En 1953, el investigador H.
Appleman desarrolló un modelo predictivo para determinar cuándo
las condiciones atmosféricas favorecen la formación de contrails,
algo que la Fuerza Aérea de EE.UU. ha empleado durante años para
planificar vuelos invisibles al radar visual.
El modelo demuestra que las estelas solo aparecen cuando el aire es
lo suficientemente frío (por debajo de -40 °C) y tiene una
humedad relativa alta, condiciones típicas en altitudes de crucero.
Si la humedad es baja, el vapor expulsado por los motores se mezcla
rápidamente con el aire seco, lo que impide la formación de hielo.
Esto explica por qué las estelas pueden aparecer, interrumpirse
y reaparecer detrás de un mismo avión: el chorro atraviesa masas
de aire con diferentes niveles de humedad.
Un fenómeno cada vez más común
Durante la Segunda Guerra Mundial, ya se sabía que las estelas
podían delatar la presencia de aviones a gran altitud. Fotografías de
la época muestran formaciones extensas dejadas por bombarderos y
cazas en combate.
El aumento sostenido del tráfico aéreo desde los años 40 ha
incrementado notablemente la frecuencia con la que se observan
estelas en el cielo. Como recuerda Spencer, la gráfica de emisiones
de CO₂ derivadas del uso de combustible de aviación refleja este
crecimiento, y lo mismo ocurre con la producción de vapor de agua.
¿Hay pruebas de que sean "químicas"?
Las teorías sobre los "chemtrails" o estelas químicas afirman que
los gobiernos u otras entidades estarían rociando sustancias dañinas
desde aviones comerciales o militares con fines no declarados. No
obstante, no existe evidencia empírica o científica que respalde
esta afirmación.
Según un estudio reciente de Singh, Sanyal y Wuebbles (2024), las
estelas de condensación y las nubes de cirros asociadas tienen un
impacto climático pequeño pero mensurable, ya que reflejan
algo de radiación solar y, a su vez, atrapan parte de la radiación
infrarroja, lo que puede generar un efecto neto de calentamiento
leve y localizado.
Pero en ningún caso se han detectado sustancias adicionales
distintas a las propias de la combustión del combustible.
Geoingeniería y modificación del clima
Algunos defensores de la teoría de las estelas químicas citan un informe militar de 1996, "Weather as a Force Multiplier: Owning the Weather in 2025", redactado por alumnos de la Fuerza Aérea de EE.UU. El documento era especulativo y no describe tecnologías reales de
modificación climática.
La modificación del clima, en su forma aplicada, se ha intentado
mediante siembra de nubes con yoduro de plata, aunque con eficacia
limitada, según una revisión de Flossmann et al. (2019).
En cuanto a la geoingeniería solar, propone inyectar sulfatos en la
estratosfera para reflejar radiación solar, como tras la erupción del
Pinatubo en 1991, pero requeriría millones de vuelos especializados y
tecnología aún no disponible.
Desinformación en redes sociales
Spencer advierte del papel de las redes sociales en la difusión de teorías infundadas sobre las estelas químicas. Muchas imágenes en internet muestran nubes cirro naturales, no estelas de aviones. Las variaciones entre días despejados y con estelas se deben, simplemente, a cambios en la humedad en capas altas.
En sus más de 40 años como investigador en meteorología y
observador de nubes, Spencer afirma no haber encontrado
ninguna evidencia que apoye la existencia de programas de
fumigación aérea secretos.
Lo más popular
-
Federico Jiménez Losantos: 'Una Navidad en la Vendée' -
El aliado de Zapatero en Venezuela delatado por el Pollo Carvajal está en la lista de contactos de la trama Koldo-PSOE -
Polémica en OT con Inés Hernand: "Hay mucha tergiversación con ETA. La izquierda abertzale vasca era pacifista" -
Huevos, cerdos y vivienda: lo que Sánchez no entiende -
María Guardiola, a uno o dos escaños de la absoluta, superaría ampliamente la suma de toda la izquierda
Ver los comentarios Ocultar los comentarios